Después de lo acontecido en la escuela
Nevermore, Enid Sinclair regresa a San Francisco con su familia, lo que no muchos saben es que su familia es una real y más antigua que existen en todos los clanes de lobos, aunque eso no importará mucho cuando...
Deje que me arrojarán contra la tierra, sabía que estábamos en el bosque, si los idiotas que eran las sombras nocturnas eran nefastas con su intento de secuestro, estos lobos son a un nivel peor, admito que al menos su nudos para amarrar mis muñecas eran más decentes, aún así todo esto era patético.
-Quitale la venda-. Gruñó una voz bastante ronca y a los segundos la venda fue quitada de mi rostro.
-Hola, Merlina, estoy seguro que te preguntarás por qué estás aquí, ¿Verdad?-. Preguntó aquel chico de cabello castaño cuando mis ojos se acostumbraron de nuevo a la luz.
-En realidad no, es muy fácil saber la razón del por qué me "secuestraron" y me trajeron al bosque, es algo que predecía con bastante facilidad, en realidad fuí yo quien dejó que me secuestraran-. Les dije con voz bastante fría y aburrida.
-¿Qué? ¡¿Qué dice está perra?! ¡Nosotros te secuestramos! Estás aquí amarrada y no eres tan letal como muchos dicen, solo eres una perra habladora-. Aseguró otro chico siendo retenido por el líder y yo solo lo mire.
-¿Fuí secuestrada o deje que me secuestraran? Eso es algo interesante de saber, ¿No crees?-. Me burle de él haciéndolo enojar aún más.
-¡Ya basta! Tenemos que estar serenos, todos en sus posiciones para la emboscada que preparamos para Enid-. Dijo el alfa de la manada haciendo que sus lacayos asintieran con la cabeza.
-¿Y? ¿No estás interesada en saber por qué estás siendo un cebo?-. Preguntó una de las lobas, yo solo gire mi rostro para verla con indiferencia.
-¿Saberlo? En particular no lo creo, es bastante obvio, se sienten amenazados por Enid y por ello quieren lastimarla o tal vez quieren el dinero que su antigua manada puso por su cabeza, de cualquier manera las dos decisiones los hacen lobos cobardes-. Simplemente dije encogiendome hombros, eso provocó que el que se enoja con facilidad me diera una fuerte cacheta y yo solo me burle.
-¡Ya basta! Necesitamos apurarnos si queremos que nuestro plan funcione-. Gruñó él líder y yo solo saboree la sangre de mi labio.
-¿Qué tipo de plan es el que quieres que funcione?-. Preguntó una voz que reconocí muy bien.
De entre los árboles detrás de la manada patética, se hizo presente Ezio, en su mano derecha tenía un bate, el cual lo hacía girar con facilidad mientras los lobos que me secuestraron se ponían tensos rápidamente.
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Qué lobos tan patéticos, ¿A caso no sabían que nosotros estábamos al tanto de sus patéticos intentos de usarme cómo cebo para atraer a Enid? Que ingenuos son. Los lobos comenzaron hacer rodeados por Ajax, Divina, Kent, Yoko, Egan y por último Enid que se abrió paso entre sus hermanos haciendo que los lobos patéticos dieran unos pasos hacia atrás.
-No es de buena educación secuestrar la pareja de un lobo y mucho menos golpearla, ¿Quién fue?-. Preguntó Enid con ese tono frío y molesto que cada vez se hace más frecuente en ella.
