Después de lo acontecido en la escuela
Nevermore, Enid Sinclair regresa a San Francisco con su familia, lo que no muchos saben es que su familia es una real y más antigua que existen en todos los clanes de lobos, aunque eso no importará mucho cuando...
Miré el techo de mi habitación, todo este mes ha sido demasiado duro de vivir, aunque algo rescatable era haber convivido más con Milly, ella es una chica que tiene muchos sueños y cosas que quiere hacer, así que haré que los haga realidad, nos iremos está misma noche, habíamos planeado todo con antelación, el que fuera la "boda o unión" de Hari nos ayudaría muchísimo con la distracción.
Todos estaban tan ocupados con los detalles que se les había olvidado vigilarme, mi celular sonó con un mensaje y sonreí al ver qué era Egan, al parecer Ezio tenía el aconito líquido, nos había costado trabajo encontrarlo por qué estaba en una de las casas de los ancianos, gracias a qué este ya era un poco más viejo, su olfato no sería tan bueno. Así que ahora era momento de movernos, la boda se llevará acabo en una media hora y será el momento de atacar.
Rápidamente me levanté de mi cama colocandome unos tenis blancos con rayas rojas, bastante cómodos, habían sido regalo de Divina, mire a mi alrededor y tome algunas fotografías para guardarlas en la mochila que me iba a llevar, luego me la coloque y salí saltando por el balcón de mi hermano, corrí rápidamente hasta llegar a la cabaña de Mijin, gracias a qué solo vivía con su abuela, su cabaña nos permitió almacenar algunas cosas para nuestra huida, su abuela sabía lo que íbamos hacer y estaba más que orgullosa por buscar nuestro propio futuro y felicidad.
-¡Mijin! Ya estoy aquí, Egan y Ezio sacarán las armas, debemos distraer a los guardias que custodian afuera y luego presentarnos a la "boda"-. Dije cuando ingresé a su cabaña para encontrarla sentada en una silla, fumando, en cuanto me escucho movió sus ojos para verme.
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-Que no olviden las flechas y arco, Hari es buena en eso-. Aseguró Mijin y yo asenti con la cabeza, mandándole rápidamente un mensaje a mi hermano.
-Solo dame un segundo, debo despedirme de mi abuela-. Murmuró Mijin mientras caminaba hacia su abuela que estaba sentada en su sofá preferido.
Yo salí de la cabaña para darles su espacio, comencé a tararear un poco evitando querer oír sin querer pero no fue de mucho éxito, la abuela de Mijin era muy buena, no sé cómo terminó en este clan tan asqueroso, unos minutos después apareció Mijin dándome algunos golpecitos en la espalda para poder llevar a cabo nuestro plan, lo primero que hicimos fue esconder nuestras mochilas en el lugar que habíamos asignado para después ir a irritar a los guardias.
Cosa que funcionó bastante bien cuando Mijin los insulto y yo me burle un poco, Bianca siempre me decía que a pesar de mi exterior lindo y tierno, podía ser bastante sarcástica, burlona y salvaje si me llegaban a molestar y sinceramente no le llevo la contaría aunque siento que desde que conocí a Merlina, he cambiado aunque para mejor. Después de llevar a los guardias lejos de donde estaba el almacén de armas, los distrajimos por cinco minutos.
Mis hermanos habían sacado lo necesario sin que nadie se diera cuenta, Mijin choco su palma con la mía para luego juntar nuestras cosas, mis hermanos se unieron y soltaron unas risitas, tuve que separme de ellos cuando mi madre gritó para que fuera con ella, me despedí de ellos dejando mi mochila ahí e ir con Esther.
