"No siempre alguien nuevo es aceptado"
Aysel
Me siento nerviosa y algo incómoda, estar a su lado me resulta algo extraño. Desde el momento en que me senté él no me mira ni una sola vez, está tan inmerso en el libro de literatura al igual que todo el mundo menos yo.
Olvidé ese pequeño detalle, claro, al ser nueva no tengo nada relacionado con las materias más que cuadernos para apuntar la clase. Ni siquiera se en que tema vamos. Me siento desorientada estando acá y eso está causándome ansiedad.
Estoy a punto de decirle a la maestra que no tengo el libro que pidió ya que recién llego, pero justo cuando voy a alzar mi mano, el extiende su libro y lo señala como para que lo vea.
Me quedo inmóvil un rato hasta que esté habla.
- Lee aquí, este mes estamos viendo la historia de Hamlet de William Shakespeare- menciona en voz baja.
Me acerco un poco para poder leer mejor pero aun así no veo nada. Sin embargo, no lo digo.
Cuando estoy a punto de alejarme y darme por vencida, este toma mi silla y lo jala más a su lado, causando que estemos muy pegados, tanto que siento su aliento en mi mejilla.
Estoy roja eso es en definitiva.
No digo nada e intento concentrarme en la lectura al igual que él, pero algo llama mi atención y no es el libro que tengo al frente.
Cuatro chicas están taladrándome con la mirada desde lejos, ¿Qué carajo les hice?
Mueven los labios y empiezan a decir algo, pero no entiendo lo que dicen. Intento leer sus labios, pero un pequeño golpe me distrae.
- Lee Aysel, no te distraigas- dice a secas, golpeando mi codo anteriormente para captar mi atención
Lo miro con irritación, pero dejo de pensar en las chicas y me pongo a leer. Dios me he leído este libro unas veinte veces, me lo sé de memoria, tanto que estoy aburrida.
Los minutos se convierten en horas y ya no soporto la clase. Tengo sueño e intriga sobre esas chicas que de vez en cuando voltean y me miran altivamente. ¿Qué demonios les pasa?
Pasa media hora y la maestra da por terminada la clase lo cual para mí es un alivio.
Kayden se pone de pie y se retira del aula, al igual que algunos otros compañeros. No dice nada.
No entiendo ¿No hay más clases o qué?
Estoy a punto de preguntarle a alguien, pero cuatro personas obstruyen mi campo de visión, son las chicas de antes, aquellas que me miraban despectivamente.
¿Qué demonios quieren? No estoy de ánimos
Hago un ademán de hablar, pero estás me callan.
- Hola nueva, veo que estás muy pegada a mi novio - dice la morena que está muy cerca de mí, supongo que es la líder, mientras que las otras tres asienten cómo perros falderos, deben ser sus secuaces o algo.
Esta situación ya la he visto y no tengo ánimos de volver a vivirla. No lo permitiré de nuevo.
- no sé quién es tu novio- repito a secas sin apartar la vista
Eso es mi niña, barbilla en alto, no dejes que te intimiden.
- Kayden es mi novio, ¿Que no te das cuenta niña estúpida? - dice furiosa empujándome del hombro.
Las demás chicas asienten y los chicos del aula solo ven la escena como un espectáculo. Nadie habla, nadie se mete.
Eso suele hacer la gente a tu alrededor cuando hay conflicto. Sus cerebros se apagan y no son capaces de proporcionar ayuda, causando que las víctimas de acoso o bullying sean susceptibles a más abusos por parte de su agresor. Es repugnante tener que vivir en este tipo de sociedad.
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Tu y yo siendo un terrible comienzo
RomanceDolor y tristeza es lo que siente Aysel cada vez que cierra los ojos, la sensación de asfixia no desaparece por más que lo intente. Aysel Cordova es una joven de tan solo dieciséis años llena de luz y esperanza como solía decirlo su hermano, pero ¿...