⠀⠀⠀⠀✺✺✺ | CHAPTER SEVEN

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Jason y Dick comían en silencio, la tensión podía sentirse. Para ser sinceros Jason odiaba estar así con Dick, considerando que él era un omega demasiado relajado y feliz.

Decidiendo aligerar el ambiente Jason hablo recordando el tema de los Oscar.

—No he tenido la oportunidad de darte las gracias por mencionarme en tu discurso cuando recogiste el Oscar —dijo Jason, al otro lado de la mesa—. No tenías por qué hacerlo.

No había esperado que le diese las gracias. Considerando cómo habían ido las cosas durante su separación, pensó que su nombre sería el último que Dick pronunciase esa noche.

Había sido una sorpresa, pero Dick siempre lograba sorprenderlo.

Como unos minutos antes, cuando volvió a la cocina y descubrió que había puesto la mesa para ambos.

—Era mi obligación —hablo Dick restándole importancia—. Da igual cómo terminase nuestra relación, la verdad es que no hubiera conseguido ese papel de no ser por ti. Tú me hiciste creer que podía interpretarlo.

Jason no dijo nada. Él sabía que podía hacerlo y junto con Ben Hudson, el actor principal, Dick había hecho una interpretación estelar. Y ambos consiguieron un Oscar.

Había llegado solo al teatro Kodak, sorprendiendo a muchos al no llevar una omega del brazo. Su representante había intentado convencerlo para que fuese con alguien, ya que seguramente Dick no iría solo, pero Jason decidió no hacerle caso. Y cuando vio que Dick tampoco iba con nadie se alegró, aunque intentó convencerse a sí mismo de que no le importaba.

Estaba amargado esa noche, sabiendo que Dick debería haber recorrido la alfombra roja a su lado. Y estaba radiante, más hermoso que nunca, con un traje hecho a la medida que le quedaba fabuloso. Pero esa noche, dejando a un lado su amargura, deseo que se llevara el Oscar que tanto merecía.

Y cuando generosamente le dio las gracias por darle el papel, las cámaras se habían vuelto hacia él para observar su reacción. Por fuera parecía absolutamente tranquilo, pero por dentro se había sentido más agradecido que nunca.

—Bueno, Jason, ¿Qué vas a hacer en Nueva York?

Él carraspeó, percatándose de que estaba mirándolo como un tonto. Nervioso, tomo la copa de vino e intentó concentrarse.

—Ya sabes que, aunque me encanta hacer cine, siempre ha sido mi sueño hacer un documental.

—Si, claro.

Dick lo sabía porque habían hablado de ello a menudo.

—Nueva York va a celebrar el aniversario de la estatua de la libertad y el alcalde está buscando un documentalista que filme el evento. El último gran documental sobre el tema lo hicieron en el año de 1986 y recibió una nominación al Oscar.

—Sí, eso fue hace algún tiempo.

—Alguien dio mi nombre al comité y me he reunido con ellos en varias ocasiones durante los últimos meses para presentar mi proyecto —le explico Jason viendo como Dick le ponía su atención completamente —. Pues bien, ayer supe que me habían elegido a mí. Me han pedido que contrate al equipo técnico en Nueva York y me parece bien, de modo que tengo que estar allí durante la preproducción. Quiero conocer a la gente y que ellos me conozcan a mí.

Dick lo entendía perfectamente. Jason era un gran director, totalmente dedicado al proyecto en el que estuviera involucrado y esperaba que su equipo lo estuviera también.

Habían trabajado juntos en dos ocasiones y en las dos lo había sorprendido su extraordinaria capacidad de trabajo.

Dick se alegraba por él.

De hecho, se alegraba mucho porque sabía cuánto deseaba hacer un documental. Había trabajado más que nadie para demostrar lo mucho que valía en la industria; de hecho ésa era la razón por la que en aquel momento ya no eran pareja.

—Enhorabuena. Me alegro mucho por ti, de verdad —le dijo, levantándose para llevar su plato al fregadero.

—Gracias —murmuró Jason.

Mientras se recorría hacia atrás en la silla para observarlo moviéndose por la cocina, con más gracia que ningún otro Omega.

Y es que Dick enserio era único, su forma de caminar era tan sexy que podría excitar a cualquiera... Especialmente a él.

Le sorprendió entonces comprobar cuánto echaba de menos verlo a diario, estar con el.

La última vez que se vieron fue en una de las locaciones donde Jason estaba filmando, junto a sus abogados, solo para disolver su relación, con los abogados de cada parte peleándose amargamente.

—¿Entonces estás decidido a pasar aquí el verano? —le preguntó Dick, cruzando los brazos sobre el pecho.

Jason sonrió, preguntándose qué haría si supiera que prácticamente estaba desnudándolo con la mirada y pensando en las cosas que le gustaría hacerle...

—Si.

—¿Trabajando?

—Básicamente.

—Y eso significa que no te veré a menudo.

Jason intentó disimular una mueca de contrariedad. Dick sabía qué decir para hacerle daño, desde luego. Parecía estar diciendo que nunca le había prestado suficiente atención.

Pues bien, eso estaba a punto de cambiar. Su misión era seducirlo y luego echarlo de allí.

—Tal vez sí o tal vez no, muchos días trabajaré en casa.

Dick se encogió de hombros.

—Da igual. El trabajo es lo más importante para ti. De hecho, es en lo único que piensas.

Jason podría decirle que no era verdad porque en aquel momento estaba pensando en cuánto le gustaría hacerle el amor.

—Si eso es lo que quieres creer...

—Eso es lo que sé —dijo Dick, riendo—. Y ahora, si no te importa, creo que me voy a la cama.

—¿A la cama? ¿No te parece un poco temprano? Aún no se ha puesto el sol.

Dick levantó una ceja.

—¿Y qué?

¿Y qué? No iba a poder seducirlo si escapaba a su habitación.

—Aún hay tiempo para hacer cosas esta noche.

—Estoy de acuerdo. Y, por eso, después de ponerme la pijama pienso sentarme en el balcón del dormitorio para leer un buen libro y ver la puesta de sol. Incluso podría nadar un rato esta noche. Pero no te preocupes por mí, no voy a molestarte. Como he dicho antes, esta casa es suficientemente grande para los dos —Dick se despidió con un gesto—. Hasta mañana.

Después de decir eso salió de la cocina y Jason se quedó mirándolo, admirando su cuerpo y recordando su piel, más decidido que nunca a llevárselo a su cama.

STILL MINE ── JAYDICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora