⠀⠀⠀⠀✺✺✺ | CHAPTER SIX

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—Veo que sigues aquí.

Dick apretó los labios antes de darse la vuelta. Jason había dicho que iba a ver el partido de polo, de modo que no lo había esperado tan pronto.

Pero al menos había tenido tiempo de vestirse y empezar a preparar la cena.

—Ya te dije que pensaba quedarme. Me merezco unas vacaciones, de modo que puedes hacer dos cosas.

Jason alzo una de sus cejas incrédulo.

—Ah si, ¿Qué cosas?

—Puedes llamar a la policía para que me detengan, lo cual sería de gran interés para la prensa, o puedes dejar que me quede.

Jason estuvo a punto de reírse en su cara. ¿Hablaba enserio? Antes de que pudiera decir algo Dick continuó hablando.

—Esta casa es lo bastante grande como para que podamos compartirla.

Dick estudió su expresión para intentar averiguar cuál de las dos opciones prefería.

—La segunda provocaría tantas habladurías como la primera —dijo Jason.

En eso tenía razón. Desde que le dio las gracias públicamente cuando recibió el Oscar, las revistas insistían en la posibilidad de una reconciliación y los paparazzi los perseguían, decididos a descubrir si los rumores eran ciertos.

Es por eso que a su representante se le había ocurrido la brillante idea de hacer las cosas aún más interesantes incluyendo a Roy.

—Estoy seguro de que Isabel lo entenderá —dijo Dick, irónico.

Por supuesto, no lo entendería, pero le importaba un bledo.

Isabel Jurwich llevaba años detrás de Jason y no había perdido el tiempo al saber que estaba libre.

—¿Y Roy qué? —le preguntó Jason—. ¿Es una pareja comprensiva?

Sabía que quería intimidarlo con esa mirada ardiente, pero a Dick no le hizo gracia la punzada de deseo que provocó. Ni los recuerdos que evocaba. En resumen, Jason Todd podía hacerlo sentir como ningún otro alfa.

—Debe ser algo serio si tienes que pensártelo tanto —hablo con tono serio.

Dick parpadeó al darse cuenta de que esperaba una respuesta mientras el estaba pensando que Jason aún podía dejarlo sin respiración.

—Si, Roy es muy comprensivo —dijo por fin.

Dejaría que Jason se preguntase qué decía eso sobre la seriedad de su relación.

Aunque no había tal relación.

Dick se volvió para mirar los panecillos que había metido en el horno y, por el rabillo del ojo, vio que Jason tragaba saliva.

Siempre le había gustado cómo le quedaban los pantalones y, al inclinarse para abrir la puerta del horno, le ofrecía una panorámica perfecta.

Sonrió al notar que contenía el aliento. Pobrecito, pensó, aún no había visto nada.

—Si decido dejar que te quedes —dijo Jason—. Entonces, tendremos que establecer ciertas reglas.

Dick se dio la vuelta, levantando una ceja.

—¿Qué tipo de reglas?

—Roy no es bienvenido aquí.

Jason soltó firmemente. Muy bien, Dick no tenía la menor intención de invitarlo.

—¿Y qué pasa con Isabel? ¿O solo me pedirás a mi que Roy no venga y ella si podrá?

Dick mentiría si no dijera que le molestó que Jason tuviera que pensar la respuesta.

STILL MINE ── JAYDICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora