||𝐑𝐞𝐜𝐨𝐧𝐜𝐢𝐥𝐢𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧||

501 34 4
                                    

Aunque todo este tiempo era la voz de ese hombre la que la había echo sentir bien, escucharlo esta vez llamarla de forma cariñosa no la hizo sentir más que enojo, no podía creer que tuviera la cara de llamarla así luego de haberla tratado de esa forma y principalmente sacar a relucir el tema de su familia.

— ¿Puedo pasar? — Esta vez era ella la que estaba dándole la espalda a la puerta, aún conservaba algo de su dignidad y sabía que lo que él le había echo no estaba nada bien y se haría respetar.

No respondió y la puerta tenía seguro así que creyó que el se largaría pero claro, es el superior de todo el lugar y evidentemente tenía control de todo, un manojo de llaves no era algo que no tuviera.

Cuando escuchó como introducían una llave en la cerradura y la giraban un par de veces velozmente se limpió la cara y se metió debajo de las sábanas, no planeaba ni siquiera mirarlo, si de verdad la consideraba "inmadura" ahí lo tenía.

El aún sin permiso se adentró con cuidado a la habitación de la chica sin saber que decir, tras cerrar la puerta detrás de sí se acercó a la cama viéndola allí.

— Ay vamos...enserio ¿Me ignoras y ya? — Dijo en un tono que lejos de sonar arrepentido sonaba enojado, ¿Enojado él?

Ellie no dijo absolutamente nada, ni siquiera se molestó en moverse un centímetro de su lugar mientras el seguía ahí parado.

— Mira...lo siento ¿Ok?, Se que me pasé un poco, pero no podemos seguir discutiendo así — dijo Mientras se movía de un lado a otro en la habitación caminando e intentando enmendar su enorme error.

— ¿Eso es todo? "Lo siento" — Respondió ella sin salir de su cama repitiendo casi lo mismo que él le había dicho.

— Ellie por Dios, todos decimos cosas horribles cuando estamos enojados, entiéndeme porfavor —

Ella por fin se destapó para mirarlo pero no estaba ni cerca de perdonarlo, no podría entender como justificaba lo que había dicho.

— No tengo nada que entender, ¡me dijiste todo eso porque no quise acostarme contigo! — Tenía una postura de enojo pero estaba más cerca de la tristeza así que hacía un esfuerzo por no llorar, no frente a él.

— No, no...claro que no, estaba muy enojado, y dije cosas que no debía decir lo sé, pero sabes que yo nunca te obligaría a nada — él se acercó por lo que ella se levantó de la cama alejándose, no podía caer así de fácil, la había lastimado y mucho.

— Ellie...porfavor —

— ¿Porfavor?, Takeru me llamaste inmadura, si soy tan inmadura ¿Porque mejor no te largas con todas las tipas que metes a tu habitación y te alejas de esta niña?, ¡Si solo buscas acostarte conmigo se claro de una buena vez pero no vengas y me digas que me amas porque no puedo tolerarlo! —

Ignorando la distancia que ella mantenía el siguió acercándose buscando las palabras para conseguir que se calmara aunque eso no estaba sucediendo.

— ¡No Ellie!, Nunca te e mentido sobre lo que siento, lo sabes, solo lo dices porque estás enojada...y te comprendo — La tomó de los hombros intentando calmarla pero ella sin dudarlo lo apartó empujándolo.

— ¡No me toques!, ¡No me comprendes en absoluto Takeru! — Entonces las lágrimas estallaron de nuevo corriendo por su mejilla sin parar, pero el ignorando la forma desesperada en la que la menor lo apartaba seguía acercándose hasta que por fin la tomó de las mejillas con fuerza, pero claro sin lastimarla.

— Porfavor cálmate...sabes que te amo, Ellie eres la única mujer a la que amo y amaré hasta el día de mi muerte — Dijo mirándola directamente a la cara para demostrarle que no mentía y ella se quedó totalmente atónita.

Se miraron por algunos segundos antes de que ambos casi al mismo tiempo se apegaran a el cuerpo de el otro cortando cualquier distancia y comenzando un beso que estaba muy cerca de rozar la barrera sobre lo violento.

No era realmente un beso de reconciliación pero ambos parecían pensar en la mismo ignorando también el echo de que probablemente se harían daño en cualquier momento de su ferviente beso, y esto claro que sucedió, mientras se robaban el aliento y dejaban cualquier conflicto solucionarse entre sus labios, la pelea por ver quién podía devorar los labios ajenos más rápido acabó con este par algo lastimados.

Tras separarse intentando retomar el aliento Takeru se percató que como resultado tenía un evidente labio inferior sangrante y miró a la menor mientras se limpiaba.

— De verdad estabas enojada...—

— No hables en tiempo pasado...yo no e dicho nada — Era evidente que ya había olvidado por completo el conflicto, solo quería molestarlo y él lo sabía.

— Mhm...pues espero que entonces me perdones en nuestra cena hoy, no sabes lo difícil que fué conseguir flores que no estuvieran marchitas —

Fué como si toda la luz que siempre la rodeaba volviera de golpe y una sonrisa enorme de marcó en sus labios hinchados y enrojecidos al escuchar aquel comentario, pero rápidamente intentó esconder aquella emoción que la llenaba.

— ¿Cena?, Ambos nos equivocamos, así que...espera la disculpa de mi parte —

Al igual que el quería dejar todo por la paz...y el amor que ambos sentían, así que planeaba encargarse de el postre de la cena y solucionar todo en un bonito momento juntos, luego de esa agresiva reconciliación.

Tras depositar un diminuto beso en la mejilla de el contrario salió de la habitación esta vez siendo notorio que volvía a sentirse bien, su típica aura de brillo la acompañaba a todas partes y estaba de vuelta lo cual era, un alivio para muchos.

— Vaya, vaya...¿De verdad unas palabras bonitas te hicieron cambiar de parecer?...sabes que yo nunca te haría sentir así, mi bella señorita — Un conocido ya había aparecido en escena al notar su buena actitud y ella que no era la primera vez que recibía esos comentarios de su parte se cruzó de brazos mirándolo.

— Lo siento Takatora...siendo sincera, me atrae el cabello largo — Soltó algunas risitas tras decir aquello y él la miró mal pero no se rindió, y cuando esta siguió su camino él continuo unos pasos detrás.

— ¿De que sirve el físico si te hace sufrir?...deberías pensarlo —

— Si Takeru y yo terminamos, te daré una oportunidad, ¿Que te parece? — Estaba bastante alegre pensando en lo dulce que era su pareja como para enojarse por aquello, y le siguió el juego entre risas.

— Consideraré eso, un avance — fué lo último que dijo este antes de detener sus pasos dejándola continuar su camino sola y tranquila.

Pocos minutos después había llegado a la cocina de La Playa, que evidentemente era enorme, eso era obvio desde sus puertas, ella sin muchos rodeos abrió las puertas y entró sin tomar en cuenta antes que seguro habían personas allí, probablemente las mismas a las que Takeru les daba "privilegios" a cambio de que lo complacieran a el y a ella con sus comidas.

Un pie adentro fué suficiente no solo para que se le llenaran las fosas nasales de diferentes olores, todos fabulosos, sinó también para que toda su ilusión se fuera de inmediato.

Había algo que le llamó la atención, un sonido, ese sonido...lo conocía, comenzó a encontrarse mal, y cuando se giró presenció a una de las personas allí presentes friendo lo que probablemente era carne, pero ese no era el problema.

El sonido parecía cada vez hacerse más fuerte y comenzó a atormentarla, todo comenzó a nublarse y llegó a un punto en el que no podía mantenerse de pie por su cuenta, sudaba a gotas, temblaba y el pánico se apoderó de ella...estaba pasando, otra vez.

|| 𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗡𝗶𝗿𝗮𝗴𝗶 || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora