||𝐄𝐥 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐟𝐢𝐧||

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Esa noche transcurrió con normalidad, bueno claro que con la característica de que Ellie apenas pudo dormir cuando el sol se asomaba pasando las cortinas delgadas de el balcón de su habitación.

No podía cerrar los ojos sin que aquella escena se le viniera a la mente, y pocos segundos después comenzaba a sentir el tacto de aquel hombre como si continuara allí pero claro para cuando abría sus ojos la sensación de iba porque estaba totalmente sola.

Era confuso, no sabía si todo esto era bueno o malo, pero se sentía cómoda con él, aún después de eso...así que debía ser algo bueno, ¿No?

Para cuándo se dió cuenta ya había amanecido de nuevo, pero se quedó en la cama pues no planeaba salir de aquel lugar sola y tener que toparse con Niragi en algún lugar de La Playa, era molesto que tuviera que ser ella quien huyera y se escondiera cuando el culpable y abusador era el...pero no podía hacer mucho más que ser sumisa y saber quedarse dónde le conviene.

La puerta de repente se abrió y aunque estaba medio dormida y de espaldas a esta se giró velozmente para mirar hacia la puerta apretando entre sus puños las sábanas, no podía ser él de nuevo, talvez ahora no tendría la misma suerte, seguro estaba aún más enojado.

— Ah...debí haber tocado — La voz de un hombre la sacó de su pequeño colapso de miedo y se dió cuenta de que no era Niragi, no era su hermano, por lo que liberó los puños dejando caer las sábanas y visualizó mejor a aquel hombre robusto de poco cabello, lo había visto cerca de el sombrerero varias veces en este corto tiempo que tenía allí.

— Yo...bueno, Takeru...el sombrerero, el sombrerero, quiere que vayas a desayunar con el —

Hablaba apresurado pero con un tono de voz calmado y sereno, al escucharlo Ellie se sorprendió mirándolo para ladear su cabeza ligeramente hacia la derecha.

— ¿Que?, ¿Enserio? — No sabía que pretendía el sombrerero con ella pero después de como huyó la noche anterior le sorprendía esto.

— Si...así que date prisa — Sin decir más salió de la habitación dejando a la chica algo sorprendida con esto.

Aunque no estaba en sus planes al final si tuvo que levantarse de la cama y soltar las sábanas, se dirigió a él baño de la habitación encargándose de su mal aliento y su terrible aspecto, solo fué algo rápido ya que aquel hombre no parecía la personas más paciente y dulce se el lugar.

Volvió a cubrirse con la bata que le quitó al sombrerero la noche anterior y salió de la habitación notando que el hombre seguía en la puerta.

— Oh... sé dónde queda la...— no terminó la oración cuando ya había sido interrumpida.

— Estaré contigo mas seguido...acostumbrate —

Aquello la confundió bastante pero el parecía enojado así que mejor no dijo más y solo se quedó callada el trayecto a el lugar donde comería con el sombrerero, al llegar este hombre le abrió la puerta dejandola pasar y entonces esta pudo ver a el sombrerero sentado en una mesa con un desayuno realmente mágico sobre ella, no tenía esperanza de comer algo caliente o bien preparado en mucho tiempo pero eso se veía increíble.

— Bueno días dulzura — Al percatarse de la llegada de la joven, el sombrerero la miró con una sonrisa de oreja a oreja invitándola a sentarse.

Ellie se acercó cuidadosamente para sentarse en la silla frente a el del otro lado de la no muy amplia mesa con una pequeña sonrisa algo tímida, no podía dejar de pensar en lo que pasó la noche anterior y lo...extraño que fué.

— No sabía que podría gustarte así que...—

— ¡Ah...no,no!, Ni siquiera creía que comería algo caliente en mucho tiempo así que esto es, bueno — Sonrió para mirarlo nuevamente y él soltó unas risitas.

— Pues no estará caliente si hablamos mucho, así que adelante — La chica llevó su mirada a el plato un momento y entonces asintió ligeramente.

— Si...gracias por la comida — No era creyente así que nunca fué de agradecer por el alimento pero esta vez iba para él, y no solo debía agradecer la comida sinó todo lo que había echo por ella desde que llegó, es un hombre muy amable y simpático.

Por fin levantó sus palillos con sumo cuidado para dar una pequeña probada de el contenido de su plato, no quería verse como una grosera así que mantenía su postura y educación aunque quisiera comerse hasta el plato que tenía sobre la mesa, talvez era el hambre o lo terrible que estaba siendo todo desde que esto empezó pero esa comida la hizo sentir en paz por un momento, era un desayuno casero y nadamás.

— A partir de ahora Aguni te acompañará diariamente —

Al escuchar eso Ellie se ahogó con la comida y estuvo a poco de que se le saliera por la nariz, no parecía la gran cosa pero para ella sí, no podía tener a un hombre como ese simplemente allí parado para su protección o algo así.

— ¿Que? — Lo miró sorprendida mientras controlaba las tos que obtuvo por la forma en la que se ahogó con la comida.

— ¿Porqué es tan sorprendente?, Creeme quisiera hacerlo yo personalmente pero no tengo la oportunidad de estar todo el día protegiendote, no te preocupes Aguni es la persona en la que más confío y se que cumplirá bien su misión —

Ella miró entonces a él hombre llamado aparentemente Aguni quien permanecía sereno y callado de pie a unos metros recostado a la pared y luego volvió su mirada a el sombrerero.

— No es necesario, de verdad, él también debe tener muchas responsabilidades como militar de la playa...no creo que deba usar así su tiempo —  intentó cambiar la idea tan extremista de él, pero este se mantuvo.

— No te molestará, simplemente no quiero que tengas otra mala experiencia aquí, lo hago porque me preocupo por ti —

Era la primera vez que oía eso en mucho tiempo y consiguió que ella se quedara callada y entonces sonrió ligeramente.

— Bien...creo que no te haré cambiar de opinión, aunque Aguni no se ve tan contento con la idea—

— Estará bien, pasar todo el día contigo suena como un premio no como un castigo —

...

El desayuno acabó sin ninguna otra novedad y luego de un par de charlas Ellie salió de el lugar en campañía de ahora su fiel protector, quién estaba tan callado que parecía no estar allí.

— ¿siempre es así de extremista? — preguntó la chica entonces rompiendo el hielo mientras volteaba a mirar a el hombre.

— No...el realmente está muy interesado en ti —

|| 𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗡𝗶𝗿𝗮𝗴𝗶 || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora