||𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨||

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La mirada nublada, el sudor corriendo por su frente a gotas, el terror de los recuerdos que comenzaba a recorrer cada parte de su cuerpo no eran algo nuevo para ella, pensó que talvez en este lugar no sería una debilucha, pero eso no había cambiado.

— ¿Estás bien? — Una voz femenina con tono de preocupación se hizo presente en dirección de la chica que aunque apenas podía reconocer los rostros levantó la mirada en su dirección y sintió dolor en el pecho al verla a la cara, era ella...no tenía sentido, la hubiera visto antes si estuviera cerca, ¿Cómo era posible que estuviera allí como si nada?

Las piernas se le debilitaron por completo y luego de dar un par de pasos hacia atrás para salir de aquella enorme cocina intentando huir y calmar todo lo que la atormentaba de repente sus piernas no respondieron más y cayó al suelo sentada comenzando a retroceder cuando las demás personas dentro de aquella cocina comenzaron a salir para ver qué sucedía.

— ¡De verdad no sé que le pasó! —

— ¿Quien es? —

— ¿¡Y preguntan?!, ¡Es la chica del sombrero por Dios! —

Comenzaron a murmurar y terminaron alzándose la voz sin saber que hacer mientras Ellie retrocedía apenas como podía hasta que su espalda pegó contra una esquina de la habitación y de allí ya no podría salir, no sola; nada de esto parecía sesar sinó empeorar, sudaba, temblaba, le dolía el pecho de una forma impresionante, escuchaba a las personas allí presentes lejos o como si estuvieran debajo de el agua y no podía enfocar su mirada, y probablemente lo que era peor...ahí estaba, frente a ella actuando como si no la conociera, era el rostro de la chica que tanto la acosó.

— ¿Que demonios sucedió aquí? — Una voz un poco más conocida se hizo escuchar desde la puerta de aquel salón conectado a la cocina donde todo sucedía y claro, era Kuina que apenas entraba se encontraba con aquella escena...no era amiga de Ellie ni nada cercano pero igual que los demás sabía que el estado de esa menor no estaba cerca de ser calmado por ninguno de ellos y salió de la habitación a toda prisa para avisar a Aguni, sin darse cuenta de que tropezó ligeramente con alguien en la entrada.

La puerta entonces se abrió despacio y las personas allí no parecieron prestar atención puesto que Kuina acababa de salir y eso significaba que era imposible que se tratara de Aguni o El Sombrerero.

— ¿Ella...está bien? — Esta vez era una voz masculina, que sonaba bastante dulce para serlo, o esa fué la primera impresión que tuvo Ellie aún en ese momento.

— ¡Si fantásticamente bien solo mírala! —

— No levanten la voz, ya está suficientemente aturdida...— Respondió ante aquel comentario desagradable y se acercó pero a una distancia razonable se detuvo para no ponerla más nerviosa.

— Está bien...se que parece que el mundo se va a acabar o que estás muriendo pero no es así, nadie aquí quiere hacerte daño — Dijo de forma comprensiva esperando unos segundos entre cada oración y así se acercaba poco a poco sin ser intrusivo.

— También se lo que se siente...los ataques de pánico aún más cuando son de repente y sin aviso alguno pueden sentirse como el fin del mundo, pero estarás bien porque para nuestra suerte, no lo son — Ella entonces se dignó a sacar la cabeza de entre sus brazos para levantar la mirada y aunque no podía enfocarlo o reconocer su rostro si que pudo visualizar su sonrisa, era bonita.

— No quiero lastimarte...solo voy a...— Al ver que ella no ponía resistencia o se alteraba más terminó de acercarse a una distancia correcta y se agachó a su altura para tomarla de las manos, aunque estaba sudando tenía las manos totalmente heladas y temblorosas.

|| 𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗡𝗶𝗿𝗮𝗴𝗶 || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora