||𝐐𝐮𝐞𝐝𝐚𝐭𝐞||

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Al escucharlo llamarla así de nuevo una ira indescriptible le cubrió cada hueso, músculo y nervio del cuerpo a la menor que lo miraba con tanto odio que en cualquier momento de sus ojos saldrían llamas furiosas.

Niragi sin ninguna vergüenza le golpeó el brazo para que lo soltara y se puso de pie de golpe tomando firmemente su arma sobre su hombro, si lo que esperaba era intimidarla estaba muy equivocado, no le temería, no más.

- ¿Estás muy enojada pequeña Suguru?...¿No lo notas?...está en tu sangre, ese instinto agresivo, violento, grotesco...no soy tan malo como quieres hacerme ver - Él sonrió de forma ladina mientras se inclinaba hacia ella, esa sonrisa, le hizo hervir la sangre a Ellie que sin pensarlo dos veces lo propinó una cachetada.

Él aunque quería hacerlo enfurecer, es una persona con muy poca paciencia, eso siempre lo fué, pero ahora no la tenía ni siquiera con su adorada hermana y tampoco lo pensó dos veces cuando levantó su arma poniéndola justo en la frente de la mas joven, pero ella no retrocedió, no lloro, ni se quebró.

- ¡Niragi ya basta! - Exclamó Takeru mientras se levantaba golpeando la mesa, evidentemente defendería a Ellie...pero ella no le prestó atención, tenía su mirada fija en los ojos de Niragi que ahora le parecían desagradables y repulsivos.

Niragi entonces suspiró con frustración y bajó el arma arrojándola con fuerza al suelo y se llevó una mano a el cuello dónde colgaba, lindo he igual de brillante que el día que lo compró, aquel collar.

- Acabemos con esto de una buena vez...- Dijo arrancandose el collar del cuello para acelerar el paso saliendo de aquel lugar empujando a Tatta quien estaba parado atonito en la entrada de la sala y Ellie rápidamente corrió yendo detrás de él.

Pocos minutos después ya estaban en la planta baja de La Playa, Niragi salió de esta yendo a la parte de los muros no muy altos que daban a una playa abierta, y Ellie llegó pocos segundos después corriendo.

- ¿Que tontería vas a hacer? - en su tono había un poco de enojo, pero ya comenzaba a quebrarse y a transmitir ese dolor que era tan difícil de ocultar.

- A partir de ahora, no te conozco y no me conoces... dejarás de ser mi hermana, mi responsabilidad, mi sangre y cualquiera de esas ridiculeces que algún día dije - Y sin más arrojó el collar con todas sus fuerzas a la playa, ella solo pudo ver cómo caía al agua salpicando apenas unas horas y Niragi sin una pizca de empatía entonces se giró y se marchó.

Ella se quedó perpleja unos segundos y entonces reaccionó, corrió a la playa saltando el muro bajo que la separaba de el edificio donde residían todos y sin pensarlo corrió dentro de agua comenzando a arrastrarse y a derramar lágrimas...se desmoronó.

Esto era demasiado para ella, y terminó derramando lágrimas pesadas y saladas que se unían a el mar en el que se arrastraba en busca de aquel pequeño collar que tanto adoraba, aún después de todo.

- ¡Ellie!, Dios niña, sal de ahí ¡Ahora mismo! - La voz conocida de un hombre se hizo presente en la distancia, le gritaba con enojo aunque intentara disfrazarlo de preocupación y se acercó hasta el muro a unos metros de ella.

- Ya se perdió, te vas a enfermar, sal de ahí ahora Ellie - Habló con tono autoritario pero ella lo ignoró mientras lloraba y soltaba chillidos en voz alta y se arrastraba de un lado a otro cada vez sintiendo más desesperación.

- ¡Si no vas a ayudarme lárgate! - Exclamó entonces frustrada, pues él no ayudaba con sus palabras, ya estaba lo suficientemente estresada no necesitaba más.

Entonces un tercero se hizo presente, un chico, un dulce chico, que sin pensarlo dos veces apareció corriendo y saltó el muro también entrando a aquella agua helada empezando a buscar, ni siquiera sabía con certeza que...pero lo hacía por ella.

- Genial, no necesito que la incites más en esta tontería -

- Ella tiene razón...si no vas a ayudar deberías irte - Dijo Tatta con cierto enojo mientras buscaba, lo que suponía era el collar, lo vió antes así que ya sabía cuál era.

Los minutos pasaban, el frío el llegaba a los huesos a la chica, lloraba sin parar y sus ojos se hincharon, Takeru cómo siempre se molestó y se fué dejándola allí, pero Tatta seguía buscando, ignoraba el frío y ahí estaba apoyándola.

- ¡Ellie, no encontré! - Aquellas palabras la hicieron levantarse de golpe y mirarlo a unos pasos de ella en el agua, estaba de pie y agitando el collar en su mano, ella se acercó rápidamente y lo tomó.

Al revisar que estuviera bien sintió aún alivio recorrer todo su cuerpo y abrazó a aquel chico con todas sus fuerzas estallando en llanto de nuevo.

- Ya no llores...aquí está...lo conseguimos - Decía el correspondiendo a su abrazo para dejar palmaditas en su espalda intentando reconfortarla pero ella seguía llorando a chillidos en voz alta, necesitaba ese abrazo y desahogarse, lo necesitaba tanto.

...

- ¿Te sientes mejor? - Preguntó el chico sentando sobre el borde de la cama de esta, justo a su lado, cómo lo a estado desde que apareció en su vida.

- Si...muchas gracias Tatta...de verdad, muchas gracias - Se sentía algo avergonzada, lloró como una bebé en sus brazos por tanto tiempo que seguro el no sabía que hacer, pero ahora sé sentía mucho mejor, incluso olvidó que tenía a un Takeru muy enojado.

Ya tenía ropa seca y había respirado un poco así que hablaba con calma y lo miraba con total agradecimiento, él se sentía como alguien en quien podía confiar y apenas lo conocía así que le tenía mucho miedo a ese sentimiento tan repentino.

- Yo...debería irme, tienes que descansar - Él se puso de pie y entonces ella dudó un poco antes de rápidamente tomarlo de el brazo evitando que se alejara.

- Porfavor quédate...-

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Perdonen la tardanza, tal vez actualice menos seguido porque estoy muy ocupada con mis estudios :(

|| 𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗡𝗶𝗿𝗮𝗴𝗶 || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora