— ¡Basta, Déjenme! — Gritó Ellie, una chica bastante débil y asustadiza, mientras sus compañeras de secundaria o mejor dicho acosadoras, la llevaban a empujones y jalones de cabello al un baño público.
Acababa de salir de la secundaria y no se percató de que este grupo de chicas la había seguido, de verdad creyó que este día la dejarían en paz, pero obviamente no fué así, la tomaron por la espalda y pese a que todos en las calles lo vieron nadie se acercó a detener a las acosadoras.
— ¡Debo ir a casa, ya basta chicas! — Ya que Ellie parecía estar resistiéndose sus acosadoras fueron a otro nivel golpeándole detrás de las rodillas para que no se defendiera, así la obligaron a entrar a los baños y dentro la metieron a un cubículo enterrandole la cabeza en el inodoro, la líder de estás 5 chicas apretó su agarre en el cabello de Ellie sin planes de soltarla y aunque la chica intentaba desesperadamente hacer que la soltaran no conseguía nada, luego de unos segundos las chicas que acompañaban en aquella agresión se percataron de que su líder iba a ahogar a Ellie y se escandalizaron.
— Oye ___ creo que es suficiente — Dijo su mano derecha acercándose a la chica que aún no soltaba a su víctima aunque ella ya estaba perdiendo todo el aire que sus pulmones tenían y el agua comenzó a entrarle por la nariz.
— ¡No me digas que hacer!, ¿¡nos estamos divirtiendo no?! — Exclamó y con una sonrisa malvada luego de unos segundos más por fin soltó a Ellie, la cual sacó inmediatamente la cabeza de el inodoro volviendo a tomar aire desesperadamente, tenía toda la cara, cabello y parte de su uniforme escolar llenos de agua obviamente sucia y las chicas no hicieron más que burlarse de ella cuando comenzó a llorar.
— ¡Ay pero miren quien va a llorar! — Ellie estaba cansada de esto y cuando se levantó para salir corriendo de allí la volvieron a empujar haciéndola caer sobre su trasero dentro de el cubículo, ella no podía hacer más que llorar y sentirse totalmente humillada, satisfaciendo la mente retorcida de sus acosadoras, que se enorgullecian de acosar a una chica.
— Tu te quedas aquí, esta vez no irás a llorar a las faldas de tu hermanito, porque sabes que te irá peor —Dijo la líder tomando de el cabello de la nuca a Ellie haciendo que la mirara a la cara.
— ¡No diré nada!, ¡ Lo juro, solo quiero irme a casa! — Lloró desesperada a la víctima de estas chicas mientras miraba a la chica que la obligaba a hacerlo, ella asintió dándole un poco de esperanzas a Ellie y luego soltó su cabello y salió de el cubículo.
— Te irás a cada...cuando alguien te saque de aquí — Dijo y sonrió cerrando la puerta de el cubículo y la bloqueó con algo, Ellie no sabía que era, pero sabía que era pesado, rápidamente se puso de pie intentando empujar la puerta para esta no se movía en absoluto.
— ¡ No me dejen aquí!, ¡Tengo miedo!, ¡ Porfavor! — Comenzó a golpear la puerta con sus manos débiles, que pocos golpes después ya estaban rojas, su llanto se intensificó y solo pido escuchar como las chicas se reían apagando la luz de el baño antes de salir, luego escuchó que cerraban la puerta de la entrada, y aunque ella no lo sabía, sus acosadoras no satisfechas con dejarla ahí, colgaron un cartel de "Fuera de servicio" en la entrada.
Ellas sabían que Ellie le tenía terror a la oscuridad por eso se aprovecharon de su miedo, el baño estaba oscuro y ella no podía salir de el cubículo, aunque amaba el poder que tenía su imaginación era también su peor enemiga y en esta ocasión lo era, podía sentir que había ojos en todas partes que la miraban intensamente, podía imaginar que cualquier tipo de monstruo deforme estaba cerca, podía sentir que alguien estaba allí, no alguien real, todas las historias de fantasmas en baños públicos vinieron a su cabeza y su ansiedad aumentó a tal punto de que comenzó a gritar, gritó y gritó hasta que sintió que si seguía le sangraría la garganta, pero nadie vino...nadie la ayudó.
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|| 𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗡𝗶𝗿𝗮𝗴𝗶 ||
AksiyonEllie no tenía la mejor vida, una chica sensible e ingenua, dentro de una familia disfuncional y llena de agresividad y abusos, no podía ser feliz, sumándole a esto que Ellie tenía años sin encontrar un sentido a su vida, sabía que sentía a menudo c...