Capitulo 4

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—La siguiente misión es recolectar información de uno de los Jinchurikis en un.. ¿¡Restaurante?!— volteó atrás —Uchiha, ¿estás seguro que no te confundiste cuando Pain te dió la lista de misiones?— preguntó mientras volaban por lo alto con una de sus grandes aves, girando un poco su cabeza para encontrar los ojos contrarios.

—Estoy seguro, ¿En qué aldea es?

—Aldea de la arena.

Recibió un asentimiento de parte del Uchiha, no cruzaban muchas palabras, pero por lo menos en los pocos días que llevaban fuera de Akatsuki, podían mantener una conversación estable por unos segundos. Lo cuál era un gran logro, pues ambos jamás se hablaban y si lo hacían eran para discutir.

Siguieron su camino hasta llegar a las puertas de tal aldea, sabían que el Kase-kage era una persona poderosa, tenían que tener cuidado al entrar. Antes de bajar se quitaron las capaz dejándolas en el ave, ya que ambos llevaban ropa para confundirse con personas de la aldea, se dispusieron a bajar de un salto.

Se adentraron en el gran pasillo alto y oscuro hasta llegar, encontrándose entonces ya dentro de la aldea. Comenzaron a caminar sigilosamente cubriendo sus rostros con el kasa sobre sus cabezas.

—Deidara, la dirección del restaurante— murmuró apegándose al rubio, que ante la cercanía sintió a sus mejillas amenazar con tomar un tono ligeramente carmesí. De su bolsillo trasero saco el pequeño papelito.

—Es de aquí, a la izquierda, giramos a la derecha y al frente debería de estar el restaurante.— indicó haciendo algunas señas con sus manos.

El Uchiha al oírlo se alejó para seguir su camino hasta el dicho restaurante.

Un rato respues ambos se encontraban ya fuera del restaurante, que más que restaurante parecía un bar en dónde los borrachos abundaban en cantidad. Ingresaron yendo directamente hasta el lugar en dónde se suponía debería estar la persona que atendía.

Solo bastó que ambos se pararán frente a él y sus ojos se abrieron con sorpresa para luego sonreír. —¿Ustedes son los de la reservación?

Deidara e Itachi se mostraron confundidos, haciendo que el recepcionista notará sus expresiones y se corrigiera.

—Quiero decir, la reservación que apartaron hace unos dias— explicó abriendo uno de los cuadernos a su lado, en dónde se apuntaban todas las reservaciones, señaló con su dedo una de las páginas —aquí está, no nos dieron nombres. Solo dijeron que era un joven alto de pelo largo y negro, y una chica rubia con ojos azules— hizo una pausa para levantar su vista para verlos —¿Son ustedes verdad?”

—¡Q-qué!— chilló Deidara al escuchar su descripción con un pequeño sonrojo de vergüenza —¡No soy una mujer, hum!— cruzó sus brazos enfadado.

—Sí, somos ellos.— afirmó Itachi sin prestar atención al rubio a su lado, el cuál lo miró con los ojos exageradamente abiertos.

—¿Qué dices Uchiha?— susurró acercándose al oído del pelinegro.

—Díganos cuál es nuestra mesa porfavor.—  le ignoró.

El hombre sonrió de nuevo y les indicó una de las mesas en lo más al fondo del restaurante.

—¿Pero que te pasa? Itachi idiota, ¿Y la información?— reclamó frunciendo el ceño, pero sus palabras fueron cortadas cuando el contrario lo tomó de la mano llevándoselo hasta la mesa que les habían asignado.

—Cállate Deidara, solo sígueme.— miró a penas de reojo al rubio, que en su rostro conservaba la mirada de confusión mientras era llevado.

Se sentaron juntos en la pequeña mesa sin decir nada ninguno de los dos. Itachi creía que si Pain había reservado mesa para ellos, tenía algo que ver con la misión.

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