Capitulo 8

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Bajamos del ave no sin antes tomar las ramas que habíamos recolectado. La pregunta planteada anteriormente seguía aún en mi mente dando vueltas, la duda me consumía. El único concepto de amor que conocía era el de la familia, pero ese amor en mi vida termino mal ¿El amor era malo? Alrededor de mi vida en Akatsuki había tenido experiencias con parejas que juraban amarse, pero siempre sufrían.

"¿El amor es sufrimiento?" Formulé desde mis adentros mientras caminaba llegando a la cueva, nos introducimos dejando las ramas a un lado. Hidan y Kakuzu estan sentados a un lado conversando de cosas que sinceramente no me interesaban, tomé un poco de lo recolectado haciéndole una forma de pirámide, para que seguidamente Itachi hiciera el Jutsu de fuego y prenderlo, me senté alrededor al otro extremo de mis demás compañeros y el Uchiha a mi lado. -Cuánto tardaremos en volver a la cueva de Akatsuki?- miré a mi lado encontrando a un Itachi curioso cuestionándole a Kakuzu. Arrugué mi entrecejo con duda ¿Volver a la cueva de Akatsuki?

-¿Que quieres decir con volver?- pregunté, pero fue otro quien respondió.

-Entonces Itachi aún no te lo dijo- lo miré confundido -El líder nos envió para que vuelvan, al parecer necesita la información de la misión ocho que realizaron, y también a ustedes- explicó calmado, el asombró no tardó en llegar a mi rostro suavizando mi expresión, eso quería decir que ya no conviviria más con el Uchiha.

Mi sonrisa de "felicidad" llegaría en cualquier momento, estaba seguro.

Pero con el pasar de los segundos no llegó.

Pasé saliva sin saber que decir, la atenta mirada de Itachi seguía cada uno de mis movimientos como si esperase una respuesta, asentí en ella para tranquilizarlos. Me sentía abrumado sin saber la razón, tal vez, solo tal vez; muy en el fondo, tal vez me había acostumbrado a los días a su lado.

-Bien, apróximadamente tardaremos una semana, estamos muy lejos aún- reanudó volviendo a tocar el tema inicial.

Hidan estiró sus brazos por encima de su cabeza dejándolos tras su nuca y habló -Será divertido ver cuánto han mejorado como compañeritos- chistó ladino recibiendo una mirada de desaprobación de Kakuzu, parecía su mamá -¿Qué? Solo digo la verdad- aregó cerrando los ojos con molestia.

Kakuzu suspiró resignado, supuse que él también debió haberse acostumbrado a la personalidad tan cavernícola de su compañero -¿Aún tienen misiones pendientes?- interrogó retomando la plática.

-De hecho, nos dirigíamos a la aldea de la Nube, tenemos que robar los pergaminos secretos de un Jutsu prohibido- informó Itachi.

-Ya veo- asintió -, entonces los acompañaremos.

-¡Espera Kakuzu! ¡¿Quién dijo que yo quería acompañarlos?!- exclamó el molesto de Hidan a penas Kakuzu terminó de hablar. Si no quería venir que no viniese, sería una molestia de todas maneras.

-Si tú no quieres ir, no lo hagas- la mirada de Kakuzu volvío a Hidan nuevamente como si lo estuviera regañando, reí por lo bajo al pensarlo.

-Parece que el ateo tiene mami- musité con burla.

-¡Rubia, tú no te metas!

-¡Cállate canoso!- la cólera se me empezó a subir a la cabeza, quería comenzar una nueva pelea cómo ya era costumbre entre nosotros dos.

-Ya, dejen de discutir- tachi nos interrumpió con su voz, volteó a vernos demandantemente cómo si también quisiera darnos una paliza. Paré en seco, su mirada desafiante me asustó.

Note por el rabillo del ojo la sonrisa de Hidan agrandarse maliciosamente -¿Qué? ¿Tambien te da miedo tu compañerito?- vaciló tomándome desprevenido ¿Me daba miedo? Probablemente sí, pero jamás lo aceptaría abiertamente.

Rain Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora