Capitulo 6

288 24 0
                                    

Narrador O.

Un bostezo escapó de su boca con la palma de la mano frente a ella, suspiró cansado —Oye, tengo sueño hay que descansar.

—No porque tengas sueño tenemos que descansar ¿Sabes?— contestó sin mirarlo, siguiendo con su camino.

Ya habían pasado tres meses desde que habían dejado la cueva de Akatsuki para ir en la búsqueda de la "Buena convivencia", realmente sonaba como una norma de colegio. Podría decirse que su relación había mejorado en todos esos días. Pues desde el incidente de aquella noche se enfocaron más en no prestarle atención a lo que estaban sintiendo y seguir juntos como compañeros, pero.. ¿Qué estaban sintiendo? Ni siquiera ellos lo sabían.

—Para tu información, fuiste ¡Tú! Quién me dijo que deberíamos caminar ¡Llevamos tres días así Uchiha, por kami!— exclamó señalando al ojinegro.

—De todas maneras, no hay posadas cerca Deidara— volteó para verlo directamente.

El más pequeño hizo una mueca, estaba agotado y completamente seguro que si por él fuera se tiraría ahí mismo, en el pasto. Entonces así lo hizo.

Bufó —¿Quién quiere posada si tenemos pasto? No aguanto más, descansaré aquí.— no esperó respuesta y se sentó en el pasto sintiendo sus piernas por fin relajarse y destentarse, después de tantos días caminando casi sin descanso.

—En serio no tienes modales.— diciendo ésto, se sentó a su lado.

—Ajá sí— habló sarcástico con su codo apoyado en la rodilla y con la palma de su mano en su mejilla mirandolo.

—¿Piensas quedarte a dormir aquí?

—Supongo.. ¿Tú no?— estiró ambos brazos sobre su cabeza y se dejó caer en el césped.

Suspiró fastidiado al ver el comportamiento tan infantil de su compañero, aún que de cierto modo ya se estaba acostumbrado a su manera de ser, y en cierto punto, ya no le molestaba tanto como antes.

—No tengo opción— admitió y se recostó en el césped junto al rubio, quedando frente a frente con la noche. La luna y las estrellas la adornaban dando un excelente paisaje a quién lo viera. El viento fresco que corría al ritmo de su respiración, hicieron que se relajase cerrando los ojos semidespierto intentando consiliar el sueño.

Pero sus intenciones fueron cortadas cuando sintió la presencia de alguien observándolos. Abrió los ojos con rapidez sentandose en el césped mientras buscaba con la mirada el provenir de aquel Chakra.

—¿También lo notaste?— habló Deidara aún con los ojos cerrados sin moverse de su sitio —¡Hidan y Kakuzu, salgan de ahí malditos chismosos!

Uchiha enarcó una ceja.

—¡Aquí nadie es chismoso rubia teñida!— la voz de un peliblanco se escuchó desde los arbustos.

De un saltó salieron, Kakuzu e Hidan ambos con expresiones diferentes —¿Qué hacían eh?— preguntó caminando hasta ellos con una sonrisa ladina.

—Queriendo dormir ¿Qué no ves?— Deidara por fin abrió los ojos para encontrar a dos de sus colegas de organización.

—Si veo, y por lo menos yo no uso tintes que me dañan los ojos— se burló cruzandose de brazos.

—¡Que no uso tintes idiota creyente de un Dios inexistente!— gruñö poniéndose en pie.

—¡Con Jashin no te metas explosiva!— hizo un puño con su mano y ambos comenzaron una pelea de palabras e insultos que parecía interminable, hasta que los interrumpieron.

Rain Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora