Sucesos acá y allá

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Narrador

La noche en las afueras de Bangkok eran tan tenebrosas y oscuras como en una película de terror, a lo lejos en los campos se escuchaban los zumbidos de vientos, lechuzas y el sonido de pequeñas maderas sobre el suelo crujir como si alguien las pisara. Ésto les conducía a cruzar un gran bosque donde allí mismo podrías perder la vida si te encontrabas con osos hambrientos listos para llevar el alimentos a sus cachorros y/o listos para defenderse si se sentían en peligro. Todo el peligro era necesario solo para llegar a una pequeña cabaña dónde nuestra víctima, más bien el provocador de problemas nos había guiado

El cuerpo del joven estaba intacto y en las mejores condiciones. El trato de por medio era más bien una amenaza constante de revelaciones y relaciones que podrían salir a la luz en las universidades de todo Tailandia, medios de comunicación y hasta los rincones más precarios de todo el país. Si bien Porchay no tenía gran poder como sus hermanos mayores, pero con el solo hecho de mencionar su apellido, particularmente el de la primera família era tratado como un rey a quién debían concedirle hasta lo máximo que pidiera y no era de los jóvenes que alardeaba de su posición al contrario mientras menos sabían de él más seguro estaba consigo mismo. Su misma tranquilidad consistía en no involucrarse con el exterior (cosas innecesarias); las personas que le daban mala espina y que pusieran en riesgo su mínimo auntocontrol.  Y como se sabía, sus entrenamientos eran intensivos y algo que atesoraba mucho, no podía permitir que Khun lo sacará de las horas en las que se sentía satisfecho en el sentido de apoderarse de la seguridad que le daba saber defenderse. Y es que justamente ésto era muy necesario para sus tantas salidas en solitario cuando necesitaba llenar el vacio que sentía en el pecho

No hubo explicaciones, los sentimientos lo atravesaban lado a lado. No le dió poder, ni permiso a su mente de jugarle en contra con el pensamiento de gritarle a sus corazón que Khun lo había abandonado y no solo eso también no le había permitido a su hermano y guardaespaldas personal que lo ayudarán

Para Kinn, Porsche y Kim el responsable de resolver dicho problema había desaparecido por arte de magia. Para los dos primeros mencionados esto no le sorprendía para nada, ya que Chay no era el de antes. El desaparecia sin dar explicaciones, sin embargo para Kim fue algo tan desesperante que intentó por todos los medios contactarlo

Las primeras dos horas Chay se movía por toda la casa como flash que buscaba lo necesario que le permitiera sobrevivir fuera de casa por dos días. Era como si fuera ir a acampar. Lo primero que preparo fue su arma, sus municiones y un reloj sencillo sobre sus muñeca izquierda, comunicadores desechables, sogas, navaja, abrigos y comida digna de un propio soldado. Particularmente cuando Chay se iba de está manera se vestia totalmente de negro como si fuera a convertirse en alguien muy distinto.

Kim después de esas dos horas cuando no lo vio bajar más de su habitación lo busco, pero no lo encontró. Bajo tranquilo, aguantando la ansiedad que le provocaba que Chay se manejara a su manera y solo. Tal como él

_ Desapareció._ dijo frustrado, Porsche se detuvo con su café sobre el lumbral de la puerta,  miró a Kinn y Khun que lo observaban sin expresión alguna

_ Acostúmbrate. Después de los seis meses de entrenamiento Chay comenzó a hacerlo

_ ¿Nunca lo detuviste?

_¿Porque habría de hacerlo?._ levantó una ceja despreocupado._ Chay solo iba al bar de Yok. Así fue durante esos meses, hasta que se atrevió a dar un salto por él tapial de atrás

Kimchay: ¿ Cuando me volví tan insensible?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora