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El rubio había hablado con Párkinson.

Esta mañana le había contado cómo ella y Hermione se veían todas las tardes sin falta para poder hablar sobre arte o libros que la castaña Gryffindor le recomendaba, estaba feliz por su amiga, se estaba acercando a la chica que le gustaba y veía que la Gryffindor también tenía interés por la castaña Slytherin.

Pansy le había recomendado que avanzara más con Harry y que, aparte de darle detalles, hiciera algún movimiento.

El rubio no quería insinuársele al castaño, él no era así, pero Pansy le había convencido de que no era insinuación, sino solo un sutil coqueteo. No era tan malo si solo era coqueteo, no... por una vez quería que Potter lo mirara...

Llevo a cabo su plan ese mismo día, estaba en la sala de menesteres con el castaño, era su pequeño descanso que se tomaban para conversar y no volver tan pesadas las clases.

Estaban conversando tranquilamente, hasta que al rubio se le vino una idea a la cabeza.

—¿Resolviste los ejercicios que te pedí que resolvieras?—preguntó el rubio.

— No todavía, no, me resultaron difíciles y no los entiendo, dijo mirándolo el castaño.

El rubio se acercó al castaño poniéndose detrás de él para agarrar el lápiz de Harry y enseñarle pasó a paso cómo resolverlos, mientras hacía esto el rubio aprovechó para acariciarle la mano al castaño.

Este, ni se inmutó, estaba concentrado en la explicación. El rubio siguió con lo que estaba haciendo, acercándose mucho más, acercando sus labios al oído del castaño. Este se estremeció al sentir la voz del rubio cerca de su oído, pero no se alejó.

El rubio, al ver esto, pensó que daba luz verde para lo que tenía en mente, se alejó un poco y puso sus manos a cada lado de los hombros del castaño.

El castaño se alarmó por esto tratando de preguntar qué pasaba.

— Tranquilo, solo que vi que estabas estresado y quise darte unos masajes, dijo dulcemente Malfoy.

El castaño solo asintió, no muy convencido.

El rubio empezó a hacerle masajes al castaño, haciendo que Harry se relaje completamente a tal punto que cierre los ojos por la relajación.

El rubio provecho esto y sin dejar de hacer los masajes, empezó a acercar su rostro al cuello del castaño.

Al ver que estaba tan relajado, empezó a dejar pequeños besos en el cuello de Harry, haciendo que el castaño se estremezca y suelte pequeños suspiros de satisfacción.

El castaño no lo apartó, sino que se dejó hacer y el rubio siguió dejando besos por el cuello del castaño, dejando los masajes de lado, parando un momento de darlos, se alejó del castaño haciendo que esté abra los ojos desconcertados por el motivo por el cual el rubio dejó de hacer lo que estaba haciendo.

El rubio se acercó y se sentó en el regazo del castaño, haciendo que este se sobresalte.

— Malfoy ¿qué crees que estás? — siendo interrumpido por el rubio, quien no lo dejó terminar al juntar sus labios con los del castaño en un beso.

El castaño, sorprendido por eso, trató de alejar al rubio, pero el rubio se lo impidió acercándose más al castaño, moviendo las caderas en círculos sobre el regazo del castaño.

Harry soltó un suspiro por la sensación que, en ese movimiento que hizo el rubio, sentía el calor en su sistema, pero sabía que esto estaba mal. Él tenía novia, amaba a Ginny no podía hacerle esto, pero el rubio se movía tan bien encima de él que le era imposible tratar de alejarlo.

Más cuando el extraño sentimiento que últimamente lo aquejaba estaba volviendo, pero esta vez con un deje de satisfacción.

Cuando el castaño estaba por ceder ante el rubio, se oyó la puerta de la sala de menesteres ser abierta, escuchando un leve grito.

— ¡¡Harry amor!! ¿Estás aquí? Quiero darte algo— dijo mientras ingresaba la pelirroja.

El rubio, al escuchar esto, el rubio dejó de besar al castaño, se separó de él, dejando un último beso y un último movimiento de cadera, haciendo suspirar una vez más al castaño.

Terminó dándole una pequeña sonrisa coqueta y vanidosa. El castaño estaba desconcertado del porqué los movimientos y el beso del rubio se detuvieron reaccionando al escuchar el llamado de su novia.

El rubio se levantó del regazo de castaño, soltando una pequeña risa, traviesa, acomodándose bien la ropa y tratando de tranquilizar su respiración. Cada quien fue a su sitio, uno tratando de tranquilizarse y el otro con una sonrisa en sus labios por haber logrado su cometido.

La pelirroja ingresó a la sala corriendo a abrazar al castaño.

— Amor, al fin te encuentro, quería darte este pequeño detalle. Me olvide de dártelo ayer, así que vine a dártelo ahora — dijo mientras se acercaba para darle un beso.

La pelirroja besó al castaño mientras el rubio miraba la escena, no muy agradable para él, dándole otra pequeña punzada a su pobre corazón.

Le daba más rabia porque, a pesar de que Weasley engañara a Harry con otro, tenía la osadía de besarlo como si nada y más en su delante.

Harry le devolvió el beso, cerrando los ojos aún un poco aturdidos por la situación. Mientras besaba a la pelirroja, aún podía sentir el dulce sabor de los labios de Malfoy y esto, por alguna extraña razón, le encantaba.

Al rubio le dolía ver esa escena hace tan solo unos minutos, él y Harry pudieron compartir su primer beso, siendo borrada esa sensación por los labios de la castaña.

Lo que no sabía el rubio era que esa sensación no se borraría de los labios del castaño, por más que la pelirroja lo besara. Él seguiría sintiendo esa sensación y deseo de volver a besarlo y eso lo atormentaría por un buen tiempo.

Draco miró tristemente a la rosa que estaba en la mesa desde que el castaño se la dio. Junto con la carta que tenía al lado de esta, la llevaba a todas partes con él. Cuando guardaba sus cosas, se veía que la pareja no notaba su presencia y no planeaban separarse.

Salió de la sala con la rosa en mano, al menos tenía un pequeño detalle de Harry.

Espero que les haya gustado. No se olviden de votar en la estrellita, nos vemos en la próxima actualización.

Atte.:Moarmy512.

Querida Ginny Weasley tu novio será mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora