Querida Ginny Weasley tu novio será mío

12

Había pasado una semana de lo sucedido. Harry no llegó más a sus clases después del beso que se dieron aquella tarde en la sala de menesteres y eso preocupaba al rubio. El castaño lo evitaba cada vez que se veían y encontraban y él no quería eso.

Lo que no sabía el rubio era que el castaño lo evitaba porque no podía con el recuerdo de aquel beso que se dieron.

No podía con el deseo de volver a tener los labios del castaño sobre los suyos, pero él tenía novia y amaba a Ginny o eso creía, estaba en un debate mental gracias a ese maldito pero magnífico beso.

Llámenlo, cobarde, pero si iba a la sala de menesteres y veía al rubio, no dudaría en lanzarse al rubio y eso no estaba bien.

Era de tarde, y el rubio estaba en la sala de menesteres esperando a Harry de nuevo. Sabía que el castaño probablemente no llegaría, pero quería creer que sí lo haría.

Espero un largo rato, hasta que escucho la puerta de la sala abriéndose, pensando que era el castaño.

Pero no espero ver a la pelirroja en lugar del castaño.

El rubio miró a la pelirroja seriamente, cómo odiaba a esa Weasley.

—¿Qué haces aquí?—preguntó mirándola con el ceño fruncido.

— Quiero hablar contigo, Malfoy, dejar en claro unas cuantas cosas — dijo mirándolo con soberbia.

— No tenemos nada de que hablar - dijo tratando de evitarla.

La pelirroja se acercó encarando al rubio.

— Crees que soy estúpida, Malfoy, sé cómo miras a mi novio, sé las intenciones que tienes con él - dijo sería.

— Haber, Weasley yo no tengo ningunas intenciones con tu novio y así las tuviera, sabes perfectamente que no tienes derecho a reclamar nada a demás, seamos honestos, yo soy mil veces mejor que tú - dijo mirándola con superioridad.

— Ay, cariño, eso crees, yo soy mil veces mejor que tú, mírame, soy bonita, tengo buen cuerpo, un lindo rostro y vuelvo loco a Harry - dijo con soberbia.

El rubio río en serio que no tiene vergüenza ponerse así, todavía sabiendo que ella engaña a Harry con cualquier estúpido que se le cruza.

— Tú y yo no somos iguales y sabes perfectamente que podría hacer que Harry caiga a mis pies si me lo propongo. Yo siempre consigo lo que quiero, Weasley —dijo mirándola con arrogancia.

— Malfoy deja de engañarte, hay algo que tú nunca podrás tener y eso es el corazón de Harry. Yo tengo su amor, su corazón, su cariño, su atención, su tiempo, yo tengo todo lo que tú has tratado de conseguir en años y eso es algo que nunca podrás tener —dijo mirándolo con engreimiento.

— Sabes perfectamente que yo podría ser tu mejor novio que tu Maldita Weasley— dijo con rencor, pero sin borrar su sonrisa.

— Pero nunca tendrás el corazón de Harry, él me ama a mí y es algo que nunca tendrás. Podrás tener todo el dinero y el poder del mundo, pero nunca tendrás la atención de Harry y eso te lástima, ríndete Malfoy él siempre será mío —dijo con una sonrisa triunfadora.

La pelirroja se sentía orgullosa de lo que había logrado hacer, había callado al rubio dejándolo con un aura de tristeza, sabiendo que sus palabras eran ciertas.

Con ese sentimiento dejó la sala y en esta se encontraba un rubio tratando de retener las lágrimas que ya iban cayendo de sus ojos.

Sabía que la estúpida de Weasley tenía razón, podría tener todo en el mundo, pero nunca obtendría el amor de Harry, aquel corazón que tanto deseaba y aquellos ojos que anhelaba que solo lo vieran a él.

Se tragó las lágrimas, esto no se iba a quedar así, no se iba a dejar humillar por Weasley.

Salió campante de la sala de menesteres, nunca de los nunca. Draco Malfoy se dejará ganar por alguien tan inferior como lo era Weasley, y le quitaría a Harry cueste lo que cueste.

Porque esto ya se había vuelto personal, nadie se metía con Draco Malfoy y salía invicto. Le demostraría a Harry que todo lo que necesitaba era el que él era mil veces mejor que ella.

— Prepárate, Weasley, guerra quieres, pues guerra tendrás — dijo con una sonrisa retadora.

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Atte.:Moarmy512.