Capítulo 19 - Rumpelstiltskin

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"La reina estaba aterrada y le ofreció al hombrecito todas las riquezas del reino, sí solo dejaba en paz al recién nacido."

- Rumpelstiltskin

Al día siguiente, Stiles se presentó en la tienda de Henri y esperó que el cliente que atendía se fuera. Lo que menos necesitaba es que los Hundjäger tomaran represalias contra él. Cuando el hombre se fue, Stiles giró el cartel y se acercó al mostrador, dejando la ballesta ahí, junto a las flechas llenas de sangre. El grimm las miró sorprendido levantando la mirada hacia Stiles que lucía muy satisfecho.

- ¿Lo has hecho?- Preguntó totalmente asombrado, Stiles llevó su mano a la cadena que había debajo de su suéter y la sacó, dejando a la vista el anillo que había colgado. Henri lo tomó con delicadeza y lo examinó sorprendido, dándose cuenta de que realmente era el anillo del monarca.- Tienes mis respetos muchacho.- Dijo este soltándolo y guardando la ballesta en la trastienda.

- No deberían relacionarse contigo, pero tampoco descarto que los de la Verrat vengan aquí.- Dijo Stiles con un tono más alto para que este pudiera escucharlo.

- ¿No mataste a los Hundjäger?- Stiles hizo una mueca mirándolo a la cara cuando volvió a entrar a la tienda.

- No, deje inconsciente a uno, los otros no estaban haciendo su trabajo. Así que ninguno fue una molestia real.- Dijo Stiles apoyado en el mostrador antes de suspirar.- Muchas gracias por tu ayuda, puedes contar conmigo para lo que necesites.- Dijo Stiles dejando una tarjeta en la mesa con su nombre y su número de teléfono.

El Grimm norteamericano le sonrió antes de salir hacia el taxi que los esperaba para volver al aeropuerto de Lyon y subir al avión. Próxima parada Rusia.

**

El aterrizaje en Adler fue tranquilo, Jackson aún seguía enfadado por lo que Stiles le hizo durante la misión contra el rey. Pero tenía claro que en esta Stiles no podría hacer nada para evitar que participara. Ahí no tuvieron mayor problema para comunicarse que la pronunciación tan cerrada de los rusos al hablar inglés. Así que cuando estuvieron en el hotel, el grimm simplemente dejó su mochila y salió hacia dónde sabía que el Grimm de esa ciudad estaba.

No habló con Jackson en ningún momento, ni siquiera para avisarle que se iba, solo caminó hasta la taberna de ese pueblo. Sus investigaciones lo habían llevado allí, le parecía un sitio raro para ocultarse, pero contando que él ahora dirigía una discoteca, tampoco había tanta diferencia.

Al entrar recibió varias miradas, mantuvo la mirada baja al notar los primeros wages, caminó hacia la barra sin hacer caso a los gruñidos que ahí se escuchaban. El camarero lo miró fijamente antes de sonreír ladinamente y girar levemente para mandar a callar a todos.

- Supongo que serás el chaval que me ha mencionado Henri.- Dijo consiguiendo que Stiles lo mirara sorprendido.- ¿Qué? Entre nosotros nos comunicamos, sobre todo los que tenemos a los monarcas a un tiro de piedra de casa.- Dijo antes de que el camarero wogeara, mostrando un Hundjäger. Stiles se apartó de la barra, boqueando totalmente sorprendido.

- ¿Cómo puedes ser un wesen?- El camarero se rio antes de quitar su Woge.

- Yo no soy el grimm chico, solo su perro guardián.- Dijo este divertido antes de hacerle una señal para que lo siguiera. Stiles lo hizo sorprendiendo al tener que bajar a un subterráneo.- Conocí hace muchos años a Kozar, él me ayudó sin importar que en su momento trabajara para la Verrat, así que le prometí que le seguiría hasta la muerte de uno de los dos.- Dijo este cerrando la trampilla y abriendo una puerta de madera, ahí había una especie de despacho lleno de libros y armas. En el centro había un hombre leyendo con una velocidad inhumana un libro.- Kozar, el niño.- Dijo ganándose una mirada indignada de Stiles, cada vez lo hacían más pequeño y ya llevaba siete muertes a su espalda.

Grimm (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora