En mis manos

Te tengo

Nines llevaba más de un año viviendo en Detroit como divergente, le gustaba su trabajo y pasar tiempo en casa, un pequeño departamento que arrendaba y que podía llamar "Su hogar" pero siempre había algo que no encajaba en su vida perfecta y eso era su personalidad antisocial, no le molestaba demasiado, pero le resultaba extrañamente difícil socializar incluso con sus compañeros de la oficina.

Una tarde mientras estaba en medio de una investigación sobre contrabando de androides, Nines entró un club nocturno de alta categoría, un lugar en donde sólo se podía ver a gente adinerada y en donde la gente normal sólo estaba ahí para servir.

El androide se movió entre las personas buscando y analizando, no buscaba nada en particular, sólo pistas de algún traficante que quizás podía moverse por ahí. Avanzó mientras las luces se movían y la música no permitía una conversación. Su mirada pasaba entre empresarios que gastaban su dinero en tragos exóticos con colores vibrantes.

-Me has dado las pistas equivocadas –Habló bajo pero dejando que su voz se escuchara y por Connor quien estaba escuchando todo desde el departamento de policías.

"Estoy seguro que nombraron ese lugar. Quizás no se presentan todos los días"

-Daré una vuelta más y me voy –Agregó Nines y reposó se espalda en la barra mientras miraba hacia una zona VIP, un lugar donde se codeaban funcionarios públicos y millonarios.

Entornó sus ojos mientras analizaba uno a uno viendo entre ellos al jefe de asuntos exteriores, Jareth Brown, un hombre joven que había llegado a un alto cargo con su gran inteligencia y carácter amable, siendo querido por casi todo Detroit. No se detuvo mucho en él, siguió con la persona a su lado alzando las cejas al ver a Gavin bebiendo una cerveza y riendo muy cerca de aquel hombre.

Gavin Reed era un humano odioso, no se llevaba bien con sus compañeros, era solitario y un busca pleitos, le gustaba trabajar solo y siempre llegaba con nuevas heridas provocadas por peleas callejeras. Él era alguien que Nines intentaba entender, pero por mucho que quisiera acercarse a él para pedir ayuda con alguna investigación, este se volvía cada vez más complejo, un laberinto sin salida o un rompecabezas a quien las piezas no le encajaban.

-¿Le sirvo algo?

Nines dio un leve sobresalto, volteó rápido y miró al barman un momento, negó rápido y volteó nuevamente hacia Gavin, apretó la mandíbula y avanzó entre la gente para salir de ahí.

No recordaba que Gavin estuviera en alguna misión importante ¿Debía informárselo a Connor?

Se detuvo un momento fuera del club, miró hacia adentro mientras fruncía la nariz como si hubiera olido algo muy desagradable.

-Necesito hacer el informe Nines –Reclamó Connor mientras el otro androide se encontraba sentado frente a su computadora. El androide más pequeño volteó su silla hacia Nines para observarlo y este como siempre, parecía ignorarlo- Nines.

-Borré toda la información, era innecesaria para nuestra investigación.

-Pero necesito hacer el reporte –Lo atajó Connor, casi interrumpiéndolo.

-Necesitas hechos, no basura –Gruñó y tocó la pantalla en busca de los casos en los que estaban sus compañeros- Pon que fue una investigación frustrada, no había nada que ver.

Connor volvió la mirada al frente para ver a Hank quien ni siquiera les prestaba atención, mantenía su mirada en su celular riendo de videos de las redes sociales.

-Hank –Llamó para que llamara la atención de Nines, pero el teniente ni siquiera le prestó atención- ¡Hank!

-Nines, por favor –Respondió el teniente- Has caso a Connor –Agregó y siguió con su mirada en su celular.