Están aquí

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Nines debía aclarar su cabeza, se detuvo en el patio trasero de aquel lugar y miró las mesas en donde familias comían cuando los días estaban buenos. Avanzó hacia un lugar vacío y se sentó ahí sintiendo la lluvia mojar su cabello y el viento calar su esqueleto metálico.

Tras un suspiro pasó las manos por su rostro dejando escapar un gemido doloroso, pero antes de seguir lamentandose por lo que había pasado, decidió mandar un mensaje a su hermano para informarle que no estaría en casa. Hablar con Connor siempre lo ponía de buen humor, pero esta vez su hermano no respondió, quizás estaba ocupado, ya respondería luego.

Se levantó del lugar a regañadientes y volvió a entrar a la pequeña habitación viendo a Gavin sentado sobre su cama aun con la mano en su mejilla.

-Lo siento -Susurró Nines- Perdí la cabeza, no debía haberlo golpeado. No tengo justificación para mis actos y estoy muy arrepentido -Se disculpó viendo cómo el detective subía la mirad hacia él con los ojos vidriosos y asustados- Lo siento.

-Lo siento -Repitió Gavin- Soy una mierda de persona, con una mierda de actitud y ni siquiera pudo cuidar de mi mismo ¿Cómo podría cuidar a mi familia?

Hubo un silencio incomodo, Nines se acercó al detective sentándose a un lado sin llegar a tocarlo, juntó sus manos sobre sus piernas y se encogió de hombros.

-Lamento haberlo asustado -Esta vez Nines volteó hacia Gavin viendo que bajaba su mano para dejar al descubierto su mejilla roja y la mano del androide marcada en ella- uy... Lo siento.

Gavin rió levemente.

-Pegas duro.

Nines volvió a mirar al frente, respiró profundo y apretó una de sus manos esperando un momento.

-Tengo miedo Nines -Habló por fin con un tono suave y relajado- Tengo miedo de estar sobrio y ser consciente de lo que pasa, temo recibir la noticia de que Oliver ya no está con vida, temo que Elijah me culpe por todo porque yo debía ir a buscarlo y no quise ir, preferí drogarme en un bar nocturno y le mande dinero.

Esta vez Nines volteó hacia Gavin para verlo.

-No es su culpa...

-Debí ir a buscarlo, si no fuera tan irresponsable nada de esto estaría pasando -Cerró sus ojos y suspiró- Me culpo a diario por lo que pasó y siempre que soy consciente de ello prefiero drogarme y perder la cabeza un poco.

-Lo encontraremos y cuando lo hagamos, se disculpará con él -Agregó y acercó su mano para tomar la del detective, quien abrió sus ojos y lo miró un momento- Por ahora lo necesito sobrio, usted es el único que conoce la red interna de esta gente.

Gavin sólo asintió con la cabeza, se veía pequeño y asustado, demasiado desprotegido como para parecer un adulto, soltó la mano del androide y juntó sus propias manos volviendo la mirada al frente.

-Tengo miedo -Insistió y apretó sus labios- Sólo quiero que esta pesadilla termine.

-Terminará pronto.

Esta vez el detective sonrió, miró sólo un momento a Nines volviendo la mirada al frente nuevamente.

Quizás eso era lo que necesitaba Gavin, un golpe de realidad y tras ello cenó en el cuarto, tomó una larga ducha y terminó por dormirse temprano, lo necesitaba, de echo cayó rendido como un bebé, acurrucándose entre mantas que lo acogieron esa fría noche.

Nines salió del cuarto, para él aún era temprano y de echo lo era, apenas eran las ocho y aún había mucho movimiento. No esperaba hacer una investigación sin Gavin, pero quería conocer el lugar.

En mis manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora