Gavin despertó a eso de las diez de la mañana, parecía costarle abrir los ojos y avanzaba por el lugar arrastrando sus pies pero se detuvo un momento bajando la mirada, levantó un pie y volvió a reposarle en el suelo moviendo los dedos.
-El piso es cálido.
-Sí, aunque actualmente estos departamentos son ocupados por androides, fueron construidos para humanos y constan de alta tecnología. Prendí la calefacción interna para mantener el lugar caliente y así no se congele -Explicó tomando la cafetera para dejarla sobre la mesa en donde había pan, jamón, queso, un vaso de agua y una píldora blanca- Asiento.
-Llevó más de un mes despertándome en medio de la noche con los pies congelados y levantándome a las cinco de la mañana en el cambio de turno, necesitaba dormir -Sonrió y avanzó para sentarse en el puesto indicado viendo la píldora al instante- ¿Y eso?
-Tengo guardado sus caramelos y le daré de esas píldoras cada seis horas, cuando termine el fin de semana le devolveré sus dulces -Informó y sirvió un poco de café en una taza.
-Gracias...
-No son placebos así que no lo mire así -Interrumpió apuntando a la píldora- Bloquea los efectos de los opioides pero sólo pude conseguir esos, si está interesado en seguir el tratamiento deberá acudir a un centro especializado.
Gavin no respondió, hizo una mueca tomando la píldora, la vio por un momento como si dudara en tomarla.
-No pretendo drogarlo -Bromeó Nines viendo como el detective dejaba escapar una carcajada amarga.
-¿Intentarás curarme? -Preguntó en un susurro manteniendo una mueca que se volvía desagradable.
-No intento nada, sólo quiero que estés sobrio en mi casa -Se sentó en un puesto vacío manteniendo la mirada en Gavin, quien metió la píldora a su boca y la tragó con un poco de agua.
Se hizo un silencio incomodo, Gavin mantuvo la mirada en la taza sin moverse por lo que Nines empujó suavemente un pequeño frasco de vidrio con azúcar.
-No es un café de alta calidad, es lo que pude encontrar...
-Está bien, Gracias -Interrumpió él levantando la mirada hacia el androide para sonreír con tristeza.
El detective comenzó a comer, era lento y pausado, como si le costara tragar o masticar incluso, ambos guardaron silencio y aunque el ambiente se sentía cálido, Gavin poco a poco se encorvaba, como si se encogiera del frío o como si se agazapara frente al poco de comida que le ofrecían.
-¿Está bien? -Preguntó Nines al ver al detective fruncir el ceño repentinamente, ya conocía el comportamiento errático de Gavin y no quería que repentinamente estallara en gritos y maldiciones por un poco de RedIce.
-Estoy bien -Susurró con una expresión tensa entrecerrando un poco los ojos.
Nines acercó su mano para tocar el rostro del humano sintiendo su piel cálida, demasiado para ser normal, aun así él temblaba.
-Creo que ha pescado gripe, las temperaturas han sido muy bajas últimamente y las instalaciones no son un lugar para un optimo descanso.
-Estoy bien...
-No lo está -Interrumpió y se levantó ayudando al detective a levantarse- Se quedará en cama, terminará su desayuno ahí.
-De verdad...
-Obedezca de una vez, por favor -Regañó fastidiado viendo como Gavin sólo sonreía y terminaba por caminar a su lado.
Aunque no usaba mucho la televisión y no estaba de acuerdo con instalarla en su cuarto, decidió hacerlo para entretener a Gavin, quien aunque se veía muy decaído, comió con animo y terminó recostándose para jugar en su celular.
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En mis manos
Fiksi PenggemarTras encontrarse a Gavin en un bar, rodeado de gente que no pertenece a su "estatus social" Nines se propone investigar al detective y no lo dejará en paz hasta saber qué es lo que se trae entre manos. Historia en desarrollo.