Capítulo 6.

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Ambos padres miraban a sus hijas disfrutar del carrusel, ese día ambas niñas tenían un lindo brillo en sus ojos y eso tranquilizó a su madre.
Sesshomaru también estaba disfrutando ese día, disfrutaba de tener nuevamente a su mujer y ahora a sus hijas con él. Intentó hacer platica con Rin, pero ella le contestaba secamente, aunque ella en el fondo tenía una duda.

-¿Cómo están todos por allá? -preguntó.

-Ellos están bien, Kagome e Inuyasha tuvieron una hija, se llama Moroha-. Le dijo.

Rin se sorprendió, nunca pensó que ese par ya hayan formado su propia familia, pero se alegraba por ellos... aunque también sintió un poco de envidia, pues ellos dos sí pudieron criar a su hija juntos..

-Me alegro mucho por ellos, espero algún día conocer a Moroha- dijo con una sonrisa-. ¿Y mis padres como están?

Sesshomaru la miró de reojo.
-No los he visto desde hace 4 años, se enteraron de lo que pasó y me dijeron que no me querían ver nunca más, ellos sufrieron cuando te fuiste-.

Cuando Rin lo terminó de escuchar no pudo evitar sentir pena por sus padres «pobrecitos, ellos también pagaron los platos rotos», se prometió que pronto iría a visitarlos.

-Vamos con las niñas- dijo Rin, cuando se dio cuenta que el carrusel ya había parado.

-¡Papis! -dijeron ambas niñas.

El pecho del peli Plata se llenaba de orgullo cada vez que las miraba.

-¿Se divirtieron? -preguntó Sesshomaru.

Towa dijo que si, elevando sus bracitos, ella ya se había acostumbrado a la presencia de su padre. Setsuna estaba feliz, pero no sabía cómo acercarse a él.

-Setsuna, ¿te divertiste? -le pregunto su padre.

Tímidamente dijo que si. Towa le dijo que tenía sed, su padre fue a una tiendita cerca y compró un par de botellas para las 3 mujeres de su vida.

Las niñas se divirtieron el resto de la tarde, su padre las subió a todos los aparatos, ganó peluches para ellas, incluso ganó un pequeño conejo para Rin que quien sorprendida lo aceptó, su mente le jugó sucio y recordó que en su primera cita Sesshomaru ganó un peluche para ella.

Sesshomaru disfrutaba del día con sus hijas y en cualquier oportunidad que tenía se tomaba una foto con ellas e incluso se sacaron una foto juntos.

El día terminó y las niñas ibas agotadas que se quedaron dormidas profundamente. Cuando llegaron a la casa de Rin, le ayudo a cargar a las niñas.

—Se quedaron dormidas rápido — susurro Sesshomaru cuando las acomodaron en sus camas.

—Si, mis niñas se divirtieron mucho — dijo sonriendo.

—Son hermosas, se parecen a ti— confesó.

Rin no contestó y salió de la habitación de las mellizas.

—Ya es tarde para que te vallas, quedate a dormir en la casa de los invitados — lo invitó— descansa Sesshomaru.

Al día siguiente, los 4 desayunaron juntos, en el fondo Rin siempre iba a recordar ese momento y por un momento se imagino que eran una familia de verdad. Poco tiempo después Kohaku aprecio en la casa para llevar a las niñas al parque, pero se topo con la noticia de que su padre ya las había llevado.

— Lo siento— se disculpo Rin—, pero puedes llevarlas al cine.

—No importa, lo importante es que se divirtieron — dijo mientras veían a las niñas jugar con su padre.

Decidieron ir a la sala para platicar un rato, el día anterior perdieron la oportunidad de tener un momento de pareja.

Después de un par de besos, Kohaku le preguntó.
—¿Y no has pensado volver con él? —preguntó.

Rin se sorprendió por la pregunta.
—No, no hay nada que pensar, yo no regresaría con él— respondió desviando la mirada.

Kohaku le tomó las manos.
—¿Por qué no? Se ve arrepentido, dispuesto a recuperarlas. Además aún se nota que te ama.

—No importa eso, yo tenía la esperanza de que nunca me iba a fallar— sus ojos se estaban humedeciendo — nunca le podré perdonar su traición.

Kohaku la rodeo con sus brazos, él amaba a Rin, pero sabía que aunque lo logrará nunca lograría hacerla feliz del todo. Iba ayudar a Sesshomaru para recuperarla.

—Bésame — le susurro Rin. Él le hizo caso y poco a poco el beso fue ganando intensidad.

—Rin, las niñas podrán llegar en cualquier momento —decía Kohaku.

—No creo, están entretenidas con su papá —lo tomó de la mano y lo llevó a su habitación.

Ninguno de los dos se había dado cuenta que Sesshomaru los había escuchado y también vio cuando Rin se lo llevó a su habitación.
Su pecho se sentía oprimido, le dolía saber que su mujer ya tenía a alguien más, pero él se encargaría de recuperarla.  Sin más decidío regresar con sus hijas.

Ninguno de los dos sabía que una oportunidad se presentaría en unos días y Rin y las niñas tendrían que regresar a Japón.

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Holaa, ¿Cómo están? Después de casi 2 meses aquí está el nuevo capítulo. ❤️



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