Sesshomaru.
Cuando Rin con mis hijas entraron a la casa de los Ito, encendí el motor y me fui hasta el hospital donde Kagura me esperaba, cuando llegué ya me estaba esperando con un sobre en sus manos.
-Llegaste - La escuche suspirar y me entregó el sobre -, te estaba separando para darte los resultados, todavía no lo abro-.
Le pedí que lo abriera pero antes de hacerlo me miró a los ojos.
-¿Y qué harás si el niño es tuyo? -preguntó.
-Le daré mi apellido - conteste.
-¿Y tu cariño y atención también? -.
Negué. Conteste que le daría mi apellido y que ha Abby le daría dinero para él.
Me estudió unos momentos y suspiro con más fuerza, procedió abrir el sobre y lo comenzó a leer, segundos después alzó su mirada, sus ojos rojizos se conectaron con los míos.
-Lo lamento - susurró -. Aquí dice que hay un 99.99% de compatibilidad, ese pequeño si es tu hijo, Sesshomaru.
Lo sabia, desde que lo vi supe que era mi hijo, no sabía que decir las palabras no salían de mi boca.
-Sesshomaru ten cuidado con Abby- advirtió-, quiere que tú y Rin sufran, además de que ella te quiere sacar dinero, además... -dudo.
-¿Además? -.
-Quiere irse y dejarte al niño- confesó-.
Sabía que esa arpía tenía un plan en mente, le pedí a Kagura que no le dijera nada a Rin, esta noche yo le diría todo. Me despedí y salí del hospital, tenía que poner mis ideas en orden.
[...]
Narradora.
Mientras Sesshomaru estaba procesando todo, Rin estaba con sus padres viendo a las niñas jugar.
-Hija, no estoy muy de acuerdo de que vivas con Sesshomaru, él y tú ya no son esposos - comentó Hana.
-Estoy de acuerdo con tu madre, ya no existe un lazo entre él y tú -.
Rin suspiro: -Se equivocan si existe un lazo, esas niñas que están jugando son la razón que me atan a él -miró a sus pequeñas-. Independientemente de nuestros problemas, tenemos que estar bien por Towa y Setsuna - dijo-.
Hubo un corto silencio.
-Además quiero volver con él, quiero que mis hijas tengan la familia que se les negó desde bebés - dijo tomanos sus manos y viendo sus pies -.
Ambos oadres suspiraron, si eso quería su hija ellos iba a estar para ella, no obstante a él no le volverían a entrar su confianza nunca más, lo odiaban por causarle tanto daño a su única hija.
Platicaron de algunas cosas, como el embarazo psicológico.
-¿No es malo? -preguntó su padre.
-Si no voy a terapias si papá. Me explicó la doctora que si no tomo terapias puede que me de depresión -contestó.
-Tu amiga Kagura es doctora, ella puede ayudarte - dijo su madre.
Rin asintió, no quería hablar de ese tema, su madre se dio cuenta y mejor hablaron del empleo que Rin busco cerca de la casa de sus padres.
-La paga es buena, y estoy segura de que seras un gran maestra- dijo su madre aplaudiendo.
Rin se especializo en maestra de primaria, había dejado su trabajo cuando Sesshomaru y ella se casaron.
En ese momento su celular vibró anunciando que tenia un mensaje, lo ignoro y años pocos minutos volvió a llegar otro, cuando encendió su celular se dio cuenta de que era un número desconocido, con desconfianza abrió el mensaje.Desconocido.
"Me enteré que se te ocurrió regresar a Japón con tus mocosas, son lindas no lo niego, pero por culpa de esas niñas, Sesshomaru no puede prestarle atención a su otro hijo. Así es querida, el hombre que tanto amas tuvo un hijo con la mujer que te engaño y sabes algo, fue un precioso niño, un varón como el que tu perdiste hace años..."
[...]
Rin
¡¿Hijo?! Eso no era verdad, simplemente me negaba a creer que Sesshomaru haya tenido un hijo con Abby, estoy segura de que ella está mintiendo. Fue un golpe bajo que se burlara de mi perdida, mi bebé no merece que nadie le falte el respeto a su memoria
Y como si ella supiese que yo estaba en negación envío otro mensaje.
"Cómo siempre fuiste tan ingenua estoy segura de que piensas que estoy mintiendo pero esta vez no es así. Ayer por la noche el mismísimo Sesshomaru vino a mi hogar para convivir con nuestro hijo, se miraban tiernos abrazados, aquí te dejo una foto querida. Por cierto te ordenó que por lo menos no seas egoísta y permitas que mi hijo conviva con su padre, tus mocosas no son las únicas que necesitarán de él.
Besos, Abby".
Observe la foto que me mandó y era una foto de Sesshomaru y el hijo; el niño lo estaba abrazando y el tocaba su pequeña cabeza.
Pará este punto mis lágrimas ya estaban brotando de mis ojos, esa foto era de anoche, lo supe por la ropa que Sesshomaru tenía. ¡Otravez! ¡Otravez volvió a engañarme!
Fue aquí donde comprendí que entre él y yo ya no habría solución para nuestra relación, y no, no era por el niño, ese pequeño no tiene la culpa de nada.
Necesitaba confrontar a Sesshomaru.