Sesshomaru.
Jaken me llamo avisando que Rin y mis hijas ya venían en camino. Se que la estoy perdiendo definitivamente, aunque nuestra comunicación es "buena", sé que ella no me ha perdonado del todo y la entiendo sé que no hay excusas ni explicaciones por por mi error.
Mi plan era convencerla para que se quedarán aquí…conmigo para siempre, pero ahora con el problema del hijo no sé si sea posible. Si ese niño o niña es mío obviamente le daré mi apellido, pero no mi cariño eso solo será para Towa y Setsuna, ese niño es un error y Abby no tuvo por que tenerlo.
Estos días contrate a alguien que le siguiera los pasos a Abby y lo único que me ha dicho es que nunca la ha visto salir de su casa con un infante.
—Sesshomaru — escuche la voz femenina detrás de mi, supe quién era.
—Kagura— La mire de arriba hacia abajo.
—¿Pará qué querías verme? — me pregunto sería, mientras se sentaba a mi lado.
—En unas horas Rin y mis hijas llegan a Japón — sus ojos brillaron, sabía que ella la quería mucho — pero no te llamé para que la fueras a recibir —.
—¡¿Qué dices!? —me dijo enojada —¿¡entonces para qué me llamaste!?
Le explique mis razones y le ordene que se hiciera amiga de Abby para saber su plan, obviamente le pagaría, no muy convencida acepto.
—Prometeme que me avisaras cuando Rin y las niñas regresen — su pedido sonó como súplica.
—Te lo prometo—.
Sonrió como muy pocas veces lo hace y nos despedimos de un beso.
Tome caminó hacía mi casa, cuando llegue fui recibido por Ah y Uh, estos perros han sido mi única compañía desde que ella se marchó, estoy seguro que cuando la vean se pondrán felices. Termine de darles unos arreglos a sus habitaciones.
Horas después Jaken me llamo diciéndome que ya casi llegaban, me bañe y tenía las intenciones de ir por ellas al aeropuerto y de repente sono el timbre. Cuando abrí la puerta me di cuenta que era Abby.
—¿Qué haces aquí? — pregunte molesto.
—Pues cómo no me llamabas… — hablaba mientras se metía a mi casa — decidí venír a verte y pláticar acerca de nuestro hijo.
—Mientras no lo conozca y no tenga una prueba de ADN no aceptaré a ese niño — dije—. Y ahorita no tengo tiempo, saldré—. Dije abriendo la puerta para que se largará.
—¿Irás a traer a Rin y a tus hijos? — preguntó con tono burlesco —. Quiero que conozcas a nuestro hijo ahora, por que estoy segura que cuando tus mocosas estén aquí, te olvidarás que tienes otro hijo—. Ordenó molesta.
—A mis hijas les hablas con respeto y respeto a tu hijo quiero que sepas que si es mío solo le daré mi apellido, por que mi cariño solo lo tendran MIS HIJAS.
Su rostro mostró señales de que estaba molesta.
—Mi amor, si hice que Rin te dejará y se fuera con tus hijas, por cierto gracias por decirme que son niñas; te aseguró que cuando se enteré que tienes un hijo con la mujer que la engañaste te aseguro que ella se irá y no volverás a ver a tus hijas y a ella—. Me dijo muy confiada.
—Tú no le dirás nada Abby, seré yo quién lo haga.
Se paro del sofá—¡ Ja! Mucha suerte con ello, dale mi saludos cuando llegue — se acercó a mí y me dio un beso en los labios— Por cierto tu hijo es un varón, un varón como el que perdió Rin.
Lo último me dejo sorprendido, ella no sabía del bebé que Rin perdió. Estaba enojado, esa estúpida me tenía harto, solo espero que Kagura se asegure de cumplir su trabajo.
Mi teléfono vibró y era Jaken avisándome que ya habían llegado, le di la orden de llevarlas a dónde ellas quisiera y que las regresará en la noche a la casa.
No podía recibirlas enojado.