Sesshomaru se quedó molesto en su casa.
—No, definitivamente no puedo permitir que ella se enteré — se decía.
Mientras Sesshomaru pasaba por aquel momento, Rin estaba en la casa de sus padres, estaba conversando con Kagome mientras veían a sus hijas jugando.
—Se adaptaron rápidamente — dijo Kagome sonriendo—. Todos te extrañamos todos estos años Rin.
—Me da gusto que se lleven bien nuestras hijas — ella también estaba sonriendo —. Me hicieron mucha falta estos años, aunque tuve el apoyo de Kohaku, siempre soñé que mi familia me ayudara.
—¿Kohaku? —preguntó curiosa.
—Es un chico que conocí cuando llegue a Londres, me ayudó con las niñas cuando nacieron y hace poco se convirtió en mi novio— dijo sonrojada, todavía no podía decir que era una mujer "soltera".
Kagome estaba sorprendida por lo que Rin le dijo, pensó que cuando regresará ella y su cuñando se reconciliarian pero esa ahora se veía imposible.
—Sesshomaru y yo nos vamos a divorciar— le hizo saber —, después de él quiero vivir mi vida a lado de mis hijas.
—Me da gustó que pienses en ti y en ellas, pero… —estaba dudando en pregúntarle — ¿no has pensando en perdonarlo y volver con él?
Rin se quedó pensativa. —Lo pensé por algunos días pero mi respuesta es un "no", ¿Sabes? Cuando me enteré de su traición y me fui estuve a punto de caer en depresión, no había día donde yo no llorara preguntandome qué había hecho mal para pagar eso. Después conocí a Kohaku y me dijo que tenía que pensar en las bebés y eso me hizo reaccionar, que les estaba habiendo mal a ellas. Me limpié mis lágrimas y levante el mentón y me dije: —Ya lloraste mucho, es momento de enfrentar las cosas, después de todo no fui y no seré la primera mujer que engañan—.
Kagome se sentía orgullosa de ella, supo salir adelante sola. Prefirió tambiar de tema y hacer que ella se sintiera cómoda con su regreso.
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Kagura acepto el trato por el cariño de que le tenía a Rin, pero también lo hacía por la ayuda que recibió de ella años atrás, cuando Naraku, su ex esposo la trataba mal y abusaba sexualmente de ella. Gracias a Rin y a Sesshomaru pudo divorciarse de él y mandarlo a la cárcel.
Llego a la dirección que Sesshomaru le había dado. Suspiró y toco el timbre, cuando abrieron la puerta se dio cuenta que había sido un niño de aproximadamente 3 años.
—Hola pequeño — saludo Kagura—.
Kagura lo miro de arriba abajo y se dio cuenta que era un niño de cabello plateado, ojos negros y piel blanca.
—Kiyoshi ¿Quién es? — se escucho una voz femenina— ¿Kagura? —
Abby se sorprendió al verla frente a su casa, Kagura apretaba con fuerza el folder que llevaba en las manos.
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Las horas pasaron y Jaken le dijo a Rin que ya tenían que volver a casa. Las tres se despidieron, pero los padres de Rin la detuvieron.
—Hija ¿Sabes? No queremos que vivas con él, te vas a divorciar y queremos que vivas aquí, con nosotros — le dijo Hana.
—Mamá, papá, les agradezco, pero las niñas necesitan recuperar el tiempo perdido con su padre—. Les hizo saber —. Mañana vendré a visitarlos.
Se despidió y se subió al coche para ir a su antiguo hogar. Cuando abrió la puerta Ah y Uh se le fueron encima, estaban felices de ver a su dueña, las niñas abrazaron a su papá, pero estaban tan agotadas que ambas se quedaron dormidas.
—Bienvenidas a casa— le dijo a Rin.
Estaba feliz de regresar a su casa, sin imaginar el caos que se armaría en unos días.
