Tres semanas después.
Después de regresar a Japón Sesshomaru no había regresado a Londres, no por que no haya querido si no por que cerró un contrato sumamente importante.
En esas semanas había tenido comunicación con sus hijas, disfrutaba de las noches pues era cuando hablaba con ellas, las niñas le contaban sobre su día a día, diciendo que ya no querían ir al preescolar, por que según ellas era muy difícil, apesar de ir en segundo grado.
—¿Cómo está mamá? — preguntó Sesshomaru.
—Bien— respondió Setsuna—, aunque últimamente ha vomitado, incluso ayer se desmayo papá Kohaku la llevó al hospital— terminó de decir.
—De hecho mamá come más que otras veces, también escuchamos cuando le dijo a papá Kohaku que tenía un retraso — confesó Towa inocentemente.
Un presentimiento se clavo en el pecho de Sesshomaru, le pidió a sus hijas que lo comunicaran con su madre, quería que ella le confirmara sus sospechas.
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En su habitación, Rin terminaba de leer los resultado y aún no podía creer lo que decía: “positivo", ella estaba embarazada; inconscientemente su pequeña mano se posó en su pequeño vientre y lo acarició amorosamente, una sonrisa adorno sus labios. Escucho unos pequeños golpecitos, al abrir se dio cuenta que era Towa, está le dijo que Sesshomaru quería hablar con ella, cosa que le sorprendió.
—¿Bueno? —Dijo Rin.
—¿Cómo te sientes? — preguntó—, las niñas me dijeron que te has sentido mal— se escucha preocupado.
—Bien… — dijo a medias— estamos bien—inconscientemente le dijo que su bebé y ella estaban bien.
Sesshomaru quería confirmar sus sospechas, pero no lo hizo, algo en él no quería saberlo.
—Me alegro— suspiró—. ¿Sabes? tus papás saben que te encontré y quieren que pronto los vengan a visitar, están muy emocionados —dijo.
Hubo un corto silencio, hasta que habló.
—Pronto iré a Japón, las niñas salen de vacaciones esta semana — dijo feliz, vería a sus padres después de 3 años.
Sesshomaru sintió que esa era su oportunidad para recuperarla, tuvo que insistirle mucho para que Jaken fuera por ellas.
Conversaron un rato más, Sesshomaru le informó que los trámites de divorcio ya estaban en proceso, ambos se sentían felices. Rin por saber que sería madre por tercera vez, y también por poder platicar con su amado peli plata, y Sesshomaru se sentía bien cuando escuchar la voz de ellas, hacían que él estuviera tranquilo. Ambos se amaban y tenían una esperanza de que algún día volverían a estar juntos.
Al día siguiente, antes de que las niñas fueran llevadas a la escuela, la castaña les confesó que pronto iban a tener un nuevo hermanito, pero las hizo prometer que lo mantuvieran en secreto, pues quería darle la sorpresa a Kohaku.
—Lo prometemos mami —respondieron entusiasmadas las pequeñas al mismo tiempo.
—Gracias, esto se los compesare, en una semana iremos a Japón— les dijo emocionada —.
Las niñas se alegraron aún más, pues volverían a ver a su padre y no sólo eso, sino que también conocerían a sus abuelos, a sus tíos y a Moroha.
—¿Y nos quedaríamos a vivir allá con nuestro papá? —preguntó la menor de las gemelas.
—No cariño —le contestó mientras acariciaba su mejilla —, nosotras ya tenemos una vida aquí y quiero que su hermanito nazca aquí—. Las niñas se sentían tristes, pues ellas se querían quedar en Japón, pero tenían que obedecer a mamá, después de desayunar se lavaron los dientes y fueron llevadas al colegio.
Quedó de verse con Kohaku para la comida, así que fue al supermercado para comprar lo necesario, no se preocupaba pues apenas iba a cumplir su primer mes de embarazo y podía moverse con normalidad. Pero desechó esa idea, pues apenas entró al super y los olores llegaron a sus fosas nasales provocando una mueca de asco, rápidamente salió del super para irse a casa, llegando tomó el teléfono, preferiría pagar; después de pedir la cena se fue a recostar un ratito pues el cansancio llegó a ella.
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En Japón
Los padres de Rin estaban felices, pues Sesshomaru los fue a visitar para decirles que Rin pronto irá a visitarlos.
—¿Cómo son mis nietas? — preguntó su ex suegra con la mirada llena de ilusión.
Sesshomaru les enseñó una foto de ellas tres. —La castaña se llama Setsuna y la peli plata se llama Towa— les dijo.
—Son hermosas — contesto sollozando —Towa se parece a ella cuando era pequeña— le dijo a su esposo.
—Es lo único que has echo bien Sesshomaru — le dijo el padre de Rin, en el fondo lo sigue odiando.
Sesshomaru no dijo nada, lo entendía, más ahora que tenía a sus pequeñas con él.
Decidió que ya era hora de irse, se despidio con la promesa de mantenerlos al pendiente de cualquier cosa.
Todo el camino tuvo una sonrisa tonta, hasta que llegó a la empresa y se dio cuenta de la mujer que lo estaba esperando.
—Sesshomaru… — dijo la mujer.
—Abby—. Esta le sonrió, por lo menos se acordaba de su nombre.
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Capítulo corto antes de la tormenta.
