Rin.
Sesshomaru y yo estábamos en el comedor cenando, las niñas se encontraban haciendo una pijamada con Moroha en la casa de Kagome e Inuyasha, por lo cuál nos encontramos solos.
-¿Y qué te dijo la doctora? -preguntó, sabía que se refería al embarazo psicológico.
Suspiré:-Me dijo que esto puede durar los nueve meses de gestación-mire con pena mi plato, en realidad no tenía ganas de tocar ese tema -. Bueno por lo menos esta vez si veras mis cambios... -calle cuando me di cuenta lo que dije.
Sesshomaru no dijo nada, solo me miraba con pena, pedí disculpas y él cambió el tema diciendome que en los próximos días me acompañará a buscar una excelente escuela para nuestras hijas.
Conversamos de otras cosas hasta que el sonido del teléfono de Sesshomaru nos saco de nuestros pensamientos cuando quise preguntar quién era, él se levantó de su silla y se fue hacía su despacho para contestar, me molesto muchísimo que no atendiera la llamada frente a mí, quería reclamar pero recordé que él y yo ya no éramos esposos.
No sabía si tardaría en su llamada, así que me apure a comer y me fui a mi habitación, no sabía por qué pero me sentía triste, tal vez él ya comenzó una nueva relación y por ello se fue a su desapacho. Me acosté tantito en la cama y mis perros se acostaron a mi lado.
[...]
Narradora.
Cuando el celular de Sesshomaru sonó y se dio cuenta que era Kagura se disculpo con Rin sin mirarla.
-¿Sesshomaru? -se escucho del otro lado del teléfono -, mañana me van a dar los resultados de ADN- informó.
-OK, ¿A qué hora te entregan los resultados? Quiero estar presente-.
A las 10:39 am-hubo un corto silencio-. Sesshomaru no es por espantarte, pero yo creo que ese niño si es tuyo, se parece a ti, tiene el mismo color de cabello y en sus ojos se ve la misma frialdad qué tú -.
-Hmp, no saques conclusiones - ordenó - además, me dijiste que ella te dijo que era infertil-. Recordó.
-Ella me lo dijo cuando aún íbamos en la universidad, me dijo que antes de cumplir los 18 años tuvo un accidente con sus papás y en el hospital le dijeron que por la fuerza del golpe su útero quedó destrozado... - nuevamente silencio -. Investigue un poco y encontré que con el tiempo el útero puede volverse a regenerar - suspiró -.
Sesshomaru cerró los ojos con fuerza y suspiro, le pidió que le diera la dirección de la casa de Abby, necesitaba ver aquel niño para ver si era o no su hijo, Kagura termino la llamada en cuanto le dio la dirección y le dijo que lo vería mañana para ver los resultados de ADN.
[...]
SESSHOMARU.
Estoy molesto y decepcionado de mi mismo, si el hijo de Abby resulta ser mío estoy seguro de que perderé a Rin para siempre.
No era muy tarde así que decido ver con mis propios ojos aquel niño, fui hasta la habitación de Rin y le dije que saldría un momento, ella me miró.
-¿Pasa algo? - preguntó confundida -Ya es algo tarde para que salgas -.
-Solo saldre una hora, tengo algo importante que hacer, prometo que no tardaré --dije.
No esperé a que me dijera algo más, me acerque a ella y le di un beso en su frente, vi sus hermosos ojos por última vez y salí de su habitación, fui hacía la mía, tome una chamarra y las llaves del carro.
Veinte minutos después ya estaba frente a su casa, suspiré tratando de tranquilizar los nervios que tenia, salí del carro y cuando estaba frente a su puerta toque el timbré, dos minutos después salió ella.
-¿Sesshomaru? -preguntó sorprendida -¿Qué haces aquí? -
-¿Dónde está? - fui al grano, no quería estar mucho tiempo en aquella casa.
-Hmp, hasta ahora te acuerdas que tienes otro hijo - dijo enojada-, el niño está cenando, ¿Quieres pasar?
No contesté simplemente entre y me guió hacía la cocina, y fue cuando vi una pequeña cabeza plateada, el color era el mismo que el de mi Towa.
-Kiyoshi, cariño hay alguien que te quiere conocer - habló su madre.
El niño levanto la mirada, sus ojos eran negros como los ojos de su madre.
-¿Quién es él mami? - preguntó en voz baja mientras me miraba.
Me quedó mirando unos segundos hasta que vi que abrió más sus pequeños ojos.
-Mami- hablo sorprendido - ¿él... él es mi papá? -preguntó nervioso.
Ahora fui yo el sorprendido, nunca imagine que Abby tuviera el descaro de hablarle de mi. Mi cuerpo actuó por si sólo y me puse a su altura, no le dije nada, las palabras no salían de mi boca, cuando sentí que su pequeño cuerpo chocaba con el mío, me estaba abrazando.
-Tenía muchas ganas de conocerte -susurro y me abrazo con más fuerza.
Con mi mano solo le toque la cabeza.
