Una nueva generación llega y con ella los misterios de la luna empiezan a revelarse entre los huecos de su historia, nuestro protagonista buscará la verdad de las herencias, en su camino tendrá pequeñas pistas y su sangre será una de ellas.
-Prohibi...
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Las clases continuaron después del almuerzo, consistiendo mayormente en teoría y exámenes de diagnóstico. Nuestras calificaciones se reflejarán en las tablas que nos asignan las habitaciones, y el bloque 1 sabrá quiénes son los mejores y los peores. Yo solo quiero tener prácticas de combate, ¿es mucho pedir?
Lamentablemente, no soy bueno en muchas materias. Pasaba el tiempo escapando de las clases en el clan, trepando árboles o entrenando con Warren.
Son las 21:34 y sigo aquí, leyendo sobre el Señor de la Luna.
—Jasy Jateré, cuyo nombre traducido es "fragmento de luna" —leo en mi mente—. En la mitología guaraní se dice que es un pequeño duende de cabello ondulado y rubio, ojos azules y le gusta pasear por los maizales semidesnudo.
¿Y este es nuestro señor? No. Ahora que repaso esto, me recuerda al señor de la tienda de antigüedades, será que esta conectado con el director de alguna forma.
—Su descripción no está lejos de la realidad. Sin embargo, después de escapar, creció, y siendo adulto, se alejó de su deber como alimentador para su hermano Ao Ao...
Escucho un ruido entre los estantes. Ahora no hay nadie en la biblioteca, a excepción del bibliotecario, que duerme tranquilamente en su escritorio. No fue nada.
—Escapó de sus deberes y tomó su bastón maldito. En su camino por las tierras de los mortales encontró un pueblo peculiar —me detengo al escuchar otro sonido—. En ti confío, mi señor Jasy Jateré.
Una risa se oye detrás de los estantes. Seguidamente, mi acosador se muestra, sus ojos marrones se encuentran con los míos, causando una extraña sensación en mi nuca.
—No pensé que fueras tan devoto al señor —se burla mientras se acerca.
—Te lanzaría el libro —amenazo, sosteniéndolo en posición—, pero no quiero ir a mi habitación y no poder salir —bajo mi arma con cautela.
—Ya sabes que con el pase de Fidelino no caes bajo la ilusión —muevo la cabeza afirmativamente—. ¿Te interesa saber de Jasy Jateré?
Se sienta frente a mí. El olor a tierra mojada llega a mí y de alguna forma se me hace familiar.
—Mañana tengo examen de conocimiento básico —respondo y dejo el libro para mirarlo—. ¿Prefieres ser un Marcado o un guardia?
—No tener la maldición de Luisón —contesta, y lo miro extrañado—. No somos hombres lobo como algunos dicen. Es verdad que existen, sin embargo, no aquí.
Apoya su rostro en su mano y mira la ventana. El perfil de Ariel bajo la luz de la noche se ve increíble. Algunos mechones de su cabello están esparcidos por su frente, pero no es un flequillo como el de Edén.
—Una historia graciosa, un niño fue con su padre a visitar a su familia. De pronto, un monstruo apareció en la carretera y su padre detuvo el automóvil —Me mira y simula garras con sus manos cuando dice monstruo—. El padre fue asesinado y el niño maldecido con esto.
