Cuando le dijeron que había perdido a su bebé no podía creerlo, se sentía destruida.
Su instinto materno seguía a flor de piel, por eso cuando un hombre se acercó a ella con una bebé diciendo que no sabía que le sucedía no había dudado ni un segund...
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Simon... Me preocupas...
Enviado a las 22:45
— Duerme, nena... — suspiró, acostándose en la cama del hombre mientras acariciaba la espalda de la niña. — Es tarde, vamos...
La niña se removió, abrazando el osito que le había regalado su Tío Price mientras miraba la puerta con sus ojitos llorosos.
— Papá...
— Sí, bebé, papá ya vendrá.
La mujer pegó su nariz a la almohada de Simon, sintiendo su masculino perfume impregnado en la tela. Lo extrañaba, ya casi era un mes desde que se había ido y la preocupación crecía en su pecho.
¿Siempre sería así? Sentía pena por Ammy, tener a su papá lejos tanto tiempo y tan seguido sería difícil para su crecimiento.
No sabía cuánto tiempo había estado dando vueltas en la cama pero estaba cansada y sus ojos pesados, pero sus latidos pegaban contra su pecho.
Sintió la vibración de su teléfono y lo tomó al instante, suspirando alivia cuando vio que era un mensaje de Simon.
Hola... ¿Estás despierta?
SIMON, SI, ESTOY DESPIERTA ¿CÓMO ESTÁS?
No soy Simon, soy el Capitan Price...
Oh, hola... ¿Pasó algo?
Le dispararon, tomé su celular para avisarte...
Que...
Dios...
¿En dónde?
No preocupes, está fuera de peligro. Fue en el pecho.
¿En el pecho? Dios, Dios, Dios...
Tranquila, está estable ahora.
Teníamos planeado volver mañana.
No te lo contó porque me dijo que quería que fuera una sorpresa, pero bueno... Por así decirlo, nos traicionaron. Y Simon recibió el disparo.
Dios, Price... Por dios, informarme que va a pasar.
¿Lo van a trasladar aquí?
Tal vez, no lo sé todavía.
Ve a dormir, allí son las tres de la madrugada.
No voy a poder. Es imposible.
Por favor. Simon querría que durmieras.
Me voy, te paso mí contacto para contactarte por ahí.
Simon ha enviado un contacto: Capi.
Cuando bloqueó el celular se dio cuenta de que estaba llorando. Miró a la niña, mordiendo sus labios nerviosa.
Su pecho latía acelerado.
Sabía que algo había pasado, que algo estaba mal.
Sentía lástima por la niña, por la vida peligrosa de Simon por su trabajo.
Amelia pareció notar la inquietud de la mujer y se removió inquieta, girándose hacía ella.
— Mamá... — dijo adormilada, arrastrándose hacia ella.
______ la atrajo a su pecho, abrazandola con cariño.
— Duerme, mí niña, duerme... ¿Quieres que te cante algo? — murmuró con su voz algo quebrada, tosiendo mientras comenzaba a cantar para ella.
Solo le pedía a todos los santos y a Elizabeth que cuidaran de Simon, que todo estuviera bien y que pudiera volver para ver a su pequeña hija.
BUENOS DIAS que tal les va
No tengo nada que añadir más que un "que tengan un lindo día!"
Me gustan mucho sus comentarios ajajja, me hacen reír mucho
