• Happy family ²/²

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- ¿Traes todo, mí vida? - preguntó la mujer, girándose en el asiento del copiloto.

- Si, má. Igual la mamá de Chloe me puede dar lo que falte. Te amo, ma. Te amo, pa. - se despidió, dándole un beso a cada uno.

- Saluda a Soap. - aviso Simon y su hija asintió antes de cerrar la puerta.

La única que quedó fue Amelia, ya que Rose y Ruby habían ido directamente después de la escuela a la pijamada.
La adolescente estaba evitando a toda costa alejar la mirada de la ventana.

- Bueno, vamos... - murmuró la mujer, mientras Simon comenzaba a acelerar.

- Reglas. No quiero oler ni una gota de alcohol en ti. Segundo, que ni se te ocurra besar a ningún muchacho o muchacha.

- ¡¿Por qué Abby si puede y yo no?!

- Es distinto, ellas se conocen desde que son bebés y es la hija de mí mejor amigo. - murmuró enojado. - Tercera regla, no aceptes bebidas de nadie y siempre permnece atenta a tu vaso o botella.

- Si, pá. Lo sé...

- Cuarta. - dijo duro, mirándola por el espejo retrovisor. - Llama ante el menor problema.

- Si.

- Quinta. - dijo la mujer. - Cuida mí falda.

- ¡Mamá! - rió divertida.

- Te ves preciosa, mí niña. Disfruta la noche, pero respeta las reglas de tu papá.

- Si, má. Los quiero.

Simon se detuvo frente a aquella casa, viendo gran cantidad de adolescentes en la puerta. Ella se bajó rápido, sin querer que se den cuenta de que sus padres la habían traído.

Simon iba a abrir la ventanilla para molestarla cuando la mano de su mujer se coló en su entrepierna.

- Conduce a casa, me estoy muriendo de ganas.

→ 🔞 ←

Él aceleró. También extrañaba follarla.

Odiaba su trabajo por alejarlo tanto de su familia.

En cuestión de minutos ya estaban en la casa.

Ambos se bajaron rapidamente y entraron.
Apenas la puerta se cerró Simon la tomó de la cintura y la arrinconó contra la puerta, tomando el borde de su camisón para quitarselo.

Observó la prenda de lencería cubrirla. Sus pezones se transparentan por el delicado encaje y las bragas eran tan diminutas que parecía un simple hilo.

- Mierda... - gruñó, metiendo su mano entre sus piernas para adentrar dos de sus dedos en la vagina de la mujer. Comenzó a jugar en su interior y ella gimió encantada, aferrándose a los hombros de su esposo. - Tan mojada para mí...

- Quítate los pantalones, no quiero tus dedos, te quiero a tí... - dijo desesperada, pero Simon no obedeció, en cambio se puso de rodillas y levantó una de sus piernas.

- Ábrete para mí.

La sostuvo con su mano, adentrando su cabeza en la entrepierna de la mujer.

Ella gimió escandalosamente, aferrándose con sus manos a los cabellos del hombre mientras sentía su lengua recorrerla en todas las direcciones.

- M-Mierda... - gimió. Él se separó, mirándola desde abajo.

- Estrañaba tanto comerte... Siempre tan deliciosa.

- S-Simon... - gimió encantada, delirando ante los estímulos que sentía. - Fóllame.

Él se levantó, quitandose los pantalones de pijama en un solo segundo, dejándolos tirados en el suelo.

with you | GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora