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• fifth baby.

Especial: fifth baby(s)

En donde Simon y _______ por fin consiguen cuidar del primer varoncito en su familia, aunque es su pequeño nieto.

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— Tranquilo, amor... Tranquilo... — susurró divertida Amelia, abrazando a su esposo con fuerza mientras sentía sus nervios al esconderse en su cuello.

— Mí amor... Simon me va a matar. ¿Cómo puedo hacerle esto en su cumpleaños?

— Alan, relájate... Mi mamá está aquí, además es algo que nosotros estábamos buscando, ¿está bien? — murmuró amorosamente, sacando la cabeza de su esposo de su cuello para besarlo. — Llevamos nueve años en pareja. Ellos nisiquiera eran pareja cuando tuvieron a Abby, así que tranquilo.

— Lo sé... — murmuró nervioso, recibiendo besitos en su rostro por parte de la rubia.
Ella sonrió enormemente al ver su rostro nervioso.

— Eres tan tierno... Te amo mucho.

— Yo te amo más, Meli... — susurró, sonriendo por fin.

Ambos unieron sus labios. Vargas enredó sus brazos alrededor de la cintura de su mujer, apretandola más contra él mientras ella enredaba sus brazos alrededor de su cuello.

La puerta se abrió y ambos se separaron. Alan alejó sus manos de la cintura de su esposa, sintiendose más tranquilo cuando notó que no era Simon sino _______.

— ¡Hola, chicos! Me estaba preocupando porque no llegaban. — dijo la amorosa mujer de cincuenta y dos años, acercándose a abrazarlos a ambos.

— Hola má', ¿ya llegaron todos? — preguntó la muchacha, tomando la bolsa de regalo que había dejado en el suelo para abrazar a su esposo.

— Si, queridos. Pasen y vayan a saludar al cumpleañero.

Amelia asintió, tomando la mano de su esposo y caminando al patio de la casa.

— ¡Pa'! — chilló emocionada, viendo al hombre hablando con sus amigos. Él al instante se giró y abrió sus brazos con una sonrisa en sus labios, recibiendo a su hija entre ellos. — Feliz cumpleaños, papi.

— Muchas gracias, mí vida... — murmuró encantado, apretando a su hija entre sus brazos.

— Ya sesenta y un años, papi... — dijo melancólica. — Y te ves joven como si tuvieras cuarenta.

— Vaya... Muchas gracias por intentar subirle el autoestima a tu pobre padre, pequeña. — dijo divertido, dirigiendo la mirada hacia su yerno.

— Feliz cumpleaños, señor Simon... — murmuró tímido y el hombre lo miró serio. Lo agarró por los hombros y lo pegó a él, abrazandolo junto a su hija.

— Gracias, muchacho.

Los tres se separaron y Amelia le entregó el regalo a su padre. Él lo tomó y lo llevó hacia la mesa de regalos, mientras la pareja se tomaba de la mano e iba a saludar a todos.

Alejandro y Olivia fueron los primeros, abrazandolos con demasiada fuerza y cariño. Amaban demasiado a Amelia, la muchacha era muy dulce.

Rodolfo y su esposa estaban a su lado, también saludándolos con mucha vehemencia. Alan se quedó hablando con ellos mientras Amelia corría hacia su tío Price y lo envolvía en un fuerte abrazo.

— Hola, Ammy querida. — murmuró, sintiendo un beso de la muchacha en su mejilla.

— ¿Cómo estás, Jhonny? Te extrañé mucho, hace mucho que no te veo.