XXXVI: FINAL.

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Eren.
Prepare la casa para traer a Mikasa en la noche. No sé de qué manera se lo tomará, pero mi intención es hablar.

Le pedí algo de comida a Historia. Confío en que cuando regrese de recoger a Mikasa ya esté aquí.

Estuve algo nervioso durante la tarde. Me arregle y salí de casa con dirección a la de Mikasa, mi antiguo hogar.

Decidí no caminar demaciado rápido y disfrutar la tranquilidad del bosque y las estrellas que empezaban a brotar en el gran cielo despejado.

Recordé todo el camino que se recorrió para llegar a este momento.

Tantas muertes.

Tantas tristezas y enojos.

El dejar encerradas mis emociones y decidir salvar la vida de mis amigos por encima de muchas otras.

Todo para algo que parecía un simple sueño desde el principio.

Vivir una vida normal.

El daño mental que me dejó es irreparable. Será mi mayor castigo por haber acabado con tantas vidas que no tenían nada que ver. Vidas que también nos arrebataron a nosotros los eldianos.

Siempre que duerma escucharé sus gritos y desesperación. Recordaré la cara de Hange al morir. De Sasha y todos los demás compañeros que se sacrificaron por el bien de su pueblo.

Después de todo en una guerra no hay soldados malos.... Solo personas protegiendo o vengando a su gente. Estoy cansado.

Todo eso termino por fin.

Ahora, estoy en camino a recoger a una de las causantes de mis decisiones.
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Mikasa.
Me arregle lo mejor que pude. Los días que no estuvo pensé a todas horas en el.

Pero también se que no puedo dejar salir tanto celo por el. No es un niño que no sepa lo que quiere.

Después de todo hizo tanto por mi...... Ni debería de desconfiar de alguien que asesino por mi.

Si el me acepta....... Cambiare lo suficiente para pasar todo lo que me queda de vida con el. Dejaré cada sentimiento malo de mi corazón y me enfocaré en los mejores. El amor y la confianza.

Debo madurar..... El tubo que hacerlo desde hace mucho tiempo.

Espere por unos minutos.

Escuche tocar la puerta unos minutos antes de la hora provista.

De igual forma, procedí a abrir la puerta.

Eren.
Mikasa abrió la puerta unos segundos después de tocar.

Salió y ambos nos miramos de pies a cabeza.

Ciertamente se veía muy bella.

Extendí mi mano como señal de que podía tomarla.

- ¿Nos vamos?

Ella accedió y tomo mi mano.

Empezamos a caminar rumbo a la cabaña. Ambos mirando hasia el cielo sin siquiera hablar.

Mikasa.
Decidí preguntar.

- ¿A qué lugar vamos?

Tenía curiosidad. Estábamos a punto de adentrarnos al bosque.

Eren.
- A mi cabaña. Cenaremos y platicaremos la decisión.

Mikasa.
- Está bien.

Deje de lado los pensamientos impuros y me enfoque en lo más importante. El me hablaría de su decisión final.

Vida de demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora