Ash llegó a Los Ojos de Nerea prácticamente siendo arrastrada por Iris, tanto porque no aguantaba el dolor de sus piernas como porque no quería ir allí. Estaba tan desesperada que estaba a punto de tirarse al piso para evitar que la siguieran empujando hacia el barco.
-¡Ash, deja de ser tan imbécil y usa tus malditas piernas! -le gritaba Iris, casi arrancándole el brazo de tanto jalarla.
-¡Tenemos...que ir...a mi barco! -bufaba Ash, intentando resistirse, pero el dolor de sus heridas y la pérdida de sangre la tenían debilitada. En una situación normal hubiera sido capaz de cargar a Iris como si se tratara de una pluma, debido a que la chica era mucho más bajita que ella. Pero...bueno, la condenada estaba sacando provecho. -¡No puedo...dejar...que lo destrocen! ¡¡Es...el barco...de Rhysand!!
-¡¡Ya veremos cómo lo resolvemos, pero camina!! -insistía la castaña, lanzándole una mirada a Lily para que la ayudara. Ahí sí no pudo evitarlo más. Con la fuerza de ambas chicas cedió totalmente. La estaban arrastrando como si de un saco se tratara.
-¡¡Si nos quedamos aquí, nos van a atrapar, si es que ya no nos están siguiendo!! -chilló Lily, arrástrandola al barco.
-¡Pero...no puedo dejar que destrocen el barco! ¡No...puedo! -rezongaba Ash, encolerizada, aguantándose gemidos de dolor.
A pesar de ser conscientes de su desesperación, ninguna de las dos chicas se compadecía de ella, y la siguieron arrastrando hasta llegar al barco, y de la misma forma la subieron por la plataforma de ascenso, impactando de inmediato a todos los presentes.
-Al parecer la encontraste. -añadió Killari, la cartógrafa, echándole un ojo a Ash, que aún se retorcía, intentando zafarse del agarre de las chicas.
-¡Wow, wow, wow! -exclamó Jason, el contramaestre de Iris, acercándose -¿Qué demonios está pasando aquí?
-No hay tiempo para explicar. -repuso Iris con firmeza, soltando por fin a Ash -Manzanita, tripulación, necesito que empaquen tres alforjas de viaje con dagas, navajas, comida para unos tres días, suplementos médicos, ropa, capas y botellas con agua. No volveré en unos días. -agregó, caminando con rapidez a su camarote.
Ash la empezó a seguir, cojeando y enfurecida.
-¡¿Y tú a dónde demonios crees que te vas?! -exclamó, entrando al camarote junto con la muchacha.
-Las tres nos vamos al pueblo vecino. -corrigió Iris, cerrando la puerta -Necesitamos sacarte de aquí.
-¡¿Disculpa?! -rezongó Ash -¡Ni tú ni Lily van a ninguna parte conmigo! ¡No quiero que se metan en problemas! ¡Creí que ya te lo había dejado claro!
-¡Y yo creí que ya te había dejado claro que no te voy a dejar sola en esto! -repuso Iris de vuelta, empujándola, logrando que chocara con la pared. -¡Lily y yo vamos a ir contigo!
-¡Que no pueden ir conmigo! ¡Simplemente no! -le gritó Ash , imponiéndosele. -¡No lo voy a permitir, y si me toca escaparme a escondidas para que no me sigan, oh, créeme que lo haré, Nerea!
-¡Atrévete, Wildforce, y te juro que te voy a matar con mis propias manos! -la amenazó Iris, acorralándola contra la pared.
-¡Me importa un bledo lo que me digas, pero no voy a dejar que salgas de este barco! ¡No conmigo! -bufó, empujando a Iris -¡Tú y Lily se van a quedar aquí, y yo me voy a ir SOLA! ¡Y si me siguen te juro que las noqueo y las traigo de vuelta!
Iris inspiró hondo, como si se estuviera concentrando en aguantarse sus ganas de asesinarla en ese mismo instante.
-Te lo digo por última vez, Wildforce, y no lo voy a repetir más -rezongó Iris empujándola de vuelta -¡Vamos a ir contigo, te guste o no! ¡Así no te de la puta gana, vamos a ir contigo!

ESTÁS LEYENDO
𝑳𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝑨𝒕𝒍𝒂𝒏𝒕𝒊𝒔
FantastikAsh Wildforce, una humana hija de sirenas, espera con ansias el momento en que su padre Tritón, el rey de Atlantis, le entregue su trono. Pero todo sale mal. Debido a su gran odio hacia ella, su padre se niega a dárselo, y Ash se decide a recuperarl...