Mi ángel (Itanaru)

Capítulo 5

El rubio observaba el lugar con cuidado, bajó entre piedras siendo cauto hasta llegar a la cabeza del cuarto, se abrazó a uno de sus picos para sostenerse, se acostó viendo la aldea en ese lugar, su mirada era melancólica, aún recordaba esa escena de hace unos días, era incómodo tenerla en su mente, le causaba gran molestia, pero no era nadie, ni siquiera eran amigos como para preguntar, extrañamente su guardia no estaba cuidándolo, había sido cauto de avanzar sin ser seguido, había ido con el viejo por algunas clases para leer, el parque estaba vacío, todos habían ingresado a clases, era el único idiota que apenas estaba comenzando a leer, respiró con cansancio sintiéndose nuevamente solo, se aferraba a la cabeza de su padre queriendo sentirse un poco cerca de él, levantó el rostro sintiendo una presencia.

-¿Cómo te encuentras pequeño? -el rubio apretó el ceño, levantó sus hombros restando importancia -bien creo -Itachi se sentó a su lado con duda, no era el chico de siempre -Inu-senpai ¿cómo te trata? -el pequeño giró su mirada con cuidado -es amable, me llevó a un parque nuevo, me mostró dónde podía comprar sin que me corran -el Uchiha sonrió más tranquilo -¿creí que entrarías a la academia? -el rubio negó con molestia -el viejo me está enseñando a leer en sus momentos libres, supongo me retrasaré -el azabache mordió su mejilla con curiosidad -podrías prácticar en la biblioteca, dile a senpai que te lleve -el menor levantó sus gemas para ver sus onix, sonrió ligero -supongo no queda más-

Itachi sacó de su equipo de herramientas un paquete de dangos -¿quieres que te comparta? -el rubio asintió con una sonrisa, se sentó a su lado de mejor humor, al final era un niño pequeño, el Uchiha lo vio de lado comer con cuidado, suponía que para que le durara más el dulce, sonrió divertido, levantó su mano, le regaló un poke, el rubio se sonrojó nuevamente sintiendo especial esa muestra de cariño -Itachi por fin te encuentro -Naruto levantó el rostro, apretó el ceño ignorando al chico, el heredero levantó una ceja con sorpresa ante la actitud del pequeño, apretó el ceño con duda -¿qué sucede Shisui? -el mayor cruzó sus brazos -ya lo habíamos platicado, te meterás en problemas-

Naruto bajó el rostro entendiendo, se levantó dejando el resto del palito en el plato, comenzó a subir hacia la cima -bastardo idiota -Shisui abrió sus ojos con sorpresa, el pequeño tomó vuelo, regresó lanzándose del monte, Itachi y Shisui abrieron sus ojos con terror, el azabache menor comenzó a bajar con velocidad, al llegar abajo el pequeño se sostenía de un árbol, dio un pequeño brinquito, el Uchiha lo abrazó con fuerza sorprendiendo al rubio -demonios Naruto, me asustaste -el rubio se hizo bolita en su pecho, absorbió su delicioso aroma a bosque.

Shisui llegó un poco incómodo -oye niño, eso fue peligroso -el Uzumaki lo ignoró abrazando con fuerza al Uchiha, este sonrió divertido, el pequeño se dio la vuelta, salió del lugar con velocidad -¿por qué le hablas así?, sólo es una travesura -Shisui negó con fastidio -no te quiero cerca de él Itachi, me pone nervioso que tú padre te descubra, demonios, tenemos muchos problemas como para todavía adjudicarnos más -el heredero apretó el ceño con molestia, el mayor se acercó a él, lo abrazó con cariño, Itachi sonrió al sentirlo preocupado por él, se dejó hacer.

….

Naruto caminaba hacia su departamento, estaba por atardecer, lo ponía nervioso la oscuridad al recordar cómo lo secuestraron, cuando subía vio a Shisui en la entrada de su departamento, el rubio apretó el ceño, lo ignoró pasando de lado, el mayor sostuvo su hombro -¿podemos hablar? -el menor asintió con duda -no te quiero cerca de Itachi, aléjate de él o lo meterás en problemas -el Uzumaki bajó su rostro con tristeza -no tengo nada en contra tuya, pero si su padre se entera le importará poco que sea su hijo, ¿entiendes? -el rubio levantó sus enormes gemas, asintió levemente, se metió en su departamento dejando al chico afuera -maldito idiota -él no le iba prohibir acercarse a Itachi, había pocas personas cerca de él y ese Uchiha era lo más importante que tenía.

…..

Naruto remarcaba con insistencia las letras una y otra vez, no se quería quedar atrás, quería que Itachi estuviera orgulloso de él, escribía con insistencia, ya se había acabado el cuaderno de trazos, en unas hojas copiaba palabras lo mejor que podía, había aprendido a leer en muy poco tiempo, levantó el rostro, corrió a la puerta de la terraza, la abrió con velocidad, Itachi giró su rostro con duda, negó dejando pasar el hecho de que lo sintió llegar, tal vez hizo ruido -hola pequeño, nuevamente tardé mucho en visitarte -el pequeño negó -pasa, gracias por venir -un pequeño sonrojo creció en el rubio, el Uchiha acarició su cabeza suavemente -me preguntaba, le compré un traje shinobi a mi hermanito, le quedó pequeño, así que -el Uzumaki giró su rostro.

Itachi levantó la bolsa, el pequeño abrió sus ojos demasiado -¿en serio es para mí? puedes cambiarlo de talla y dárselo -el Uchiha negó -creo que te quedará mejor a ti -de hecho el traje se lo había comprado directamente para el rubio, sólo le avergonzaba un poco decirlo, el pequeño corrió al baño, de inmediato se cambió su ropa con una enorme sonrisa, era una chamarra negra y un pantalón tipo anbu negro, con una playera blanca con un remolino en la espalda… -es genial Itachi, muchas gracias ttebayo-

El pequeño corrió a enseñárselo, el heredero sonrió al verlo tan feliz -¿ya comiste? -el Uzumaki rascó su nuca, negó ligero -lo había olvidado, estaba repasando un poco -el Uchiha vio la mesa llena de hojas con palabras copiadas del cuaderno de trazos, sonrió -veo que ya sabes escribir, entonces ¿ya sabes leer? -Naruto asintió levemente, corrió a su cajón, sacó algo de ahí, le entregó un papelito con algunas palabras al mayor, estaba algo avergonzado, rascaba su brazo y movía su piecito con pena.

Itachi sonrió por su actitud, abrió el papelito, se sonrojó bastante "gracias por ser mi ángel", el Uchiha tomó su cabello azabache, comenzó a jugarlo entre sus dedos con vergüenza -no, no soy un ángel, no soy tan bueno como crees -el rubio negó -no me importa quién seas o lo que hagas, me importa cuánto me has ayudado, gracias -Itachi sonrió con cariño, se agachó a su altura en cuclillas, con dos dedos golpeó su frente regalándole una sonrisa de dientes al pequeño, el rubio sentía que el aire le faltaba, suspiró viéndolo algo perdido, el Uchiha sonrió por su mirada y ese suspiro, tomó su mano, jaló de él a la sala -cuéntame, ¿qué has hecho? -el pequeño se pegó más al Uchiha, comenzó a contarle todo lo que había hecho, Itachi guardó la nota en su equipo de herramientas, siendo especial para él.