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Ivan le había agarrado la mano,
Ivan-le-habia-agarrado-la-puta-mano.

Rodrigo casi se descompone y casi entra en proceso de mitosis al sentir la grande mano envolver la suya, que era pequeñita. Siempre odio sus manos pequeñitas, y sus dedos largos y algo rechoncho. Pero ahora mismo, con el peso de las manos de Ivan, la calidez de esta que calentaba su fría mano, la textura suave. La diferencia de tamaño era bastante pero para el perfecta, ahora mismo se sentía tan bien, tan contento, tan suyo.

Rodrigo definitivamente no quería soltar su mano. Y con un resbalo torpe y un balbuceo, se levantó y reafirmo su agarre contra la mano de Ivan, evitando por todos los medios de que se resbalaba de las suyas y colocando como excusa el guiarlo a la sala de empleados.

Al entrar a esta, dejo caer aquella pesada y perfecta mano con amargura para ir a colocarse su abrigo y colgar su bolso con sus pertenencias, se quito el mandil suavemente y en silencio, sintiendo a Ivan detrás suyo contemplarle en la misma condición, guardo aquella bonita tela dentro de su bolso al igual que su teléfono y se coloco la ancha chaqueta de mezclilla.
Cuando estaba por tomar su bolso, sintió aquellas manos asentarse en la curva de su cintura y caderas, temblando al sentir un apretón de parte de estas con algo que pudo notar como posesividad.

—¿I-Ivan? —pregunto en un susurro, el chico detrás emitió una especie de risita grave que erizo completamente la piel de Rodrigo.

Ivan le giro con lentitud, Rodrigo dejándose hacer como una mesita de pan sin cocer y conectando sus ojos con el más alto. La brecha entre ellos no sobrepasa cinco milímetros al tocarse las puntas de sus narices. Y Rodrigo prontamente se vio fundido y embelesado por aquellas cuencas negras que le miraba los labios. Rodrigo le dio una pequeña caricias en la nariz de Ivan, entrecerrando los ojos y posando sus manos de los hombros del otro para apretar la tela de su bomber Jacket, el sentía ese momento tan íntimo, las manos de Ivan tan calientes incluso por encima de su ropa que llegaba a quemarle satisfactoriamente.
Ivan tenía tanto poder sobre el que entraba en un estado de satisfacción, tensión y embriaguez al sostenerlo de esa forma.

Entrecerro sus ojos perezosamente y arqueo su espalda al sentir los dedos de Ivan cosquillear y serpentear por el centro de su espalda baja, erizandole la piel y soltando un pequeño suspiro tembloroso.

Escucho a Ivan balbucear algo que no se tomó el tiempo de procesar, antes de que esos pequeños besos esquimales llevaran paso a los labios de Ivan se aventuren a encontrarse con los de Rodrigo.

Rodrigo cerró los ojos, envolviendo sus brazos por detrás de la cabeza de Ivan y ladeando la suya propia, buscando un mayor contacto. Jadeo suavemente cuando sus labios se acoplaron con los del azabache con suavidad pero aún así, con hambre. Sus belfos chasquearon al separarse un segundo, antes de volver a besarse un poco más duro y fuerte que la primera vez. Los brazos de Ivan descansaron en los huesos de la cadera de Rodrigo, mientras lo acercaba a su cuerpo al máximo posible, con el mayor contacto de piel que se le permitiera.

El más alto delineo el belfo inferior del castaño con su lengua, logrando hacerse paso entre esos jugosos labios mordisqueados y chocar su lengua con la de un abonado y derretido Rodrigo. Cuando logró centrarse un poco -lo suficiente para no distraerse con aquella lengua recorriendo su boca como un manjar-, enterró sus dedos entre las hebras negras de Ivan y empujó hacia su mismo y abajo, endureciendo el beso y desordenadolo completamente, inhalo por la nariz que estaba de puntitas, comiéndose la boca de Ivan con toda esa hambre que guardo desde la primera vez que lo vio hace tres semanas.

Rodrigo se estaba quedando sin aire en ese momento, Ivan le agarraba firmemente y movía sus labios entre los suyos de una forma tan brusca y deliciosa que no le dejaba descansar. Arrugó la frente y jadeo por última vez antes de separarse un poco para respirar, dándose cuenta de que Ivan igualmente lo necesitaba.

Rodrigo se sentía tan satisfecho y contento. Sentía una euforia recorrerle el cuerpo y no queria soltar a Ivan en ese momento que era suyo.

Pero su rostro se desfiguro al darse cuenta.

Camila.

—Dios, yo... tú... nosotros —susurró, separándose del agarre de Ivan quien lo miro extrañado, ladeando la cabeza—Camila.. tu-tú... —

Rodrigo se mordió el labio y se pasó una mano por su frente, ¿como mierda se le había ocurrido hacer algo así? Se sentía pésimo. Sin demora, sus ojos se llenaron de lágrimas y aparto la mirada hacia sus cosas. Las tomó con la mayor rapidez posible e intento correr hacia la puerta de salida sin importarle que Ivan se quedase allí, y que el tuviese que cerrar.

—Espera, Rodri —todos sus planes se fueron a la mierda cuando Ivan le detuvo cuando ni siquiera pudo alcanzar la manija. Le giro de un tirón, y Rodrigo solamente bajo la cabeza y sujeto con más firmeza su bolso en su hombro, apretando los labios para no ponerse a llorar por la importancia que sentía en ese momento.—Porfavor no te vayas, solo dame... solo dame 5 días más, porfavor. Solo te pido 5 días más —Ivan le había tomado de las manos y su tono de suplica hizo que Rodrigo levantara un poco la vista, pero encontrándose con los anhelante ojos de Ivan con una mueca.

—¿5 días para qué? ¿Para utilizarme? —Ivan enseguida cambio su expresión a una de horror, negando completamente y preparándose para hablar de nuevo—¿O para dejar a Camila, tu novia? —.

—No la llames mi- nada —se interrumpió—Dios esto es mas difícil de explicar —Ivan se Cubrió los ojos con una de sus manos y exhalo, pareciendo cansado.—Camila no.. mi.. ella no- dios. —Ivan sacudió la cabeza y rodo los ojos, dándose por vencido, volvió a jalar a Rodrigo más cerca de el, acariciando su tersa mejilla—Solo esperame 5 días más, y te explicare todo, ¿si? —

—¿Explicarme que? —Rodrigo enarco una ceja, comenzando a molestarse porque no entendia nada de lo que Ivan decía.

Lo besó.

Ivan lo acababa de besar, de nuevo.

Abrió los ojos con sorpresa, el pequeño choque de labios le había cerrado la garganta y dejado un pequeño shock.

—Por favor, solo 5 días —rogó Ivan, susurrando en el pequeño espacio de tensión que nuevamente se había formado. Rodrigo sentía la calmada respiración caliente de Ivan, y el fuerte perfume masculino, Rodrigo de pronto vio envuelto en el deseo de querer enterrar su rostro en el cuello de Ivan, aspirar su aroma y mordisquear la tersa piel, esto a causa de su fetiche del perfume masculino.

Rodrigo conecto miradas con Ivan, viendo aquellos ojos honestos que no miraban. Y de unos segundos de pensarlo, finalmente se resigno y acepto. Sin si quiera saber si es que Ivan terminaría con Camila, si correspondería sus sentimientos -que aun se estaban desarrollando- o si lo rechazaría.

Rodrigo no pudo seguir pensando con claridad al sentir el cálido calor corporal del gran cuerpo de Ivan, quien lo apretaba delicadamente entre sus brazos contra su pecho y enterraba su nariz en sus cabellos castaños.

Sin duda, ese se podría convertir en el lugar favorito de Rodrigo.

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Diows, alguno de los dos ve esto y me cancelan en Twitter😭

𝗙𝗢𝗥 𝗠𝗘?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora