O21

1.8K 210 48
                                    






──Camila, ya no quiero seguir ocultando lo que siento por Rodrigo solo para evitar exactamente esto ──suspiró Ivan cansado──De verdad lo intenté, pero simplemente lo "nuestro" no funcionó ──hizo comillas con los dedos antes de mirar por sobre su hombro y ver a su Rodri mirándole estupefacto──Rodrigo es mi novio, y no tenes ningún derecho de venir a recriminarle cosas que él no hizo solamente porque vos nunca me gustaste.

──P-pero... Ivan... ──Camila balbuceo, con la vista nublada y labios temblorosos.

──Camila, deja de humillarte, ¿si? ──Ivan sacudió la cabeza mientras se cruzaba de brazos──Pasaste todo este tiempo preguntándome con quién salía para intentar demostrarme que eras mejor, ¿qué sacabas con eso? te estabas obligando a no ser vos para complacerme a mi.

──V-vos de verdad me-me gustás... ──Rodrigo hizo una mueca al escuchar la temblorosa voz de la castaña, incapaz de alzar la mirada para encontrarse con ella.

──¡Ya sé! ──exclamó el azabache, exasperado y agitando los brazos cerca de su cabeza──Pero vos a mi no. Jamás te pertenecí Camila, ese algo que tuvimos no significó nada porque no paso nada ──Rodrigo pudo notar como Ivan estaba estresado y cansado de la situación, y que con eso podía ser tan mordaz como para no medir sus palabras──Así que te pido con la mejor que te vayas de acá y dejes a mi novio ──recalcó las últimas dos palabras mientras le apuntaba el pecho──la persona que amo, en paz, y de paso a mi también.

Rodrigo no vio lo que sucedió después, pero por simplemente escuchar unos pasos y la puerta de la cafetería siendo abierta junto con el tintineo de la campana, pudo deducir que Camila se había ido de allí. Luego de aquello, escuchó un suspiro, y como Germán desenvolvía los brazos de el cuerpo del bajito y se alejaba, Rodrigo miro hacia atrás como un nene chiquito perdido gracias al termino el contacto, pero se topó con la angustiada mueca de Ivan y como este lo apegó fuertemente en un abrazo contra su pecho mientras se arrodillaba a su lado. Rodrigo emitió un pequeño sonidito de su garganta, cerrando los ojos y aspirando aire, se reconfortó del familiar aroma varonil de Ivan y de la sensación de esos fuertes brazos sosteniéndole como si fuese un muñeco de porcelana fina.

──Perdóname ──se lamentó Ivan en un susurro mientras apoyaba su barbilla en aquellas hebras castañas──Llegué tarde, perdón, tuve que haber llegado antes, o avisarte de lo que pasaba, de verdad lo siento mucho ──Ivan dejó varios besos en la cabeza de Rodrigo mientras susurraba.

Rodrigo apretó entre sus dedos la campera que llevaba el azabache ese día y se separó lo suficiente como para verle el rostro, tenía una mueca triste y sus ojos estaban entrecerrados mientras le miraba.

──Ivan ──habló por primera vez desde que sucedió todo──Está bien, ¿si? llegaste, aunque haya sido tarde o no, si llegaste y eso es lo que más me importa ahora ──Rodrigo siseó ante el leve ardor de sus muñecas, pero aún así elevo sus manos hasta las mejillas de Ivan y acunó su rostro, acercándolo al suyo y juntando sus frentes cariñosamente──No te culpes de nada, yo sabía que esto iba a pasar y de alguna forma me siento liberado.

Y era verdad, ya procesando todo lo que pasó, el pequeño peso que Rodrigo sentía en los hombros desde que comenzó a salir con Ivan ya no estaba, la incertidumbre de que Camila sospechara de ellos o el hecho de tener que verse a horas determinadas para evitar choques ya no estaban, habían desaparecido de su mente. Se sentía tan liviano y suave que lo único que quería ahora era demostrarle a todo el mundo lo mucho que amaba a Ivan Buhajeruk.

──Bueno, yo también ──balbuceo Ivan, formando una débil sonrisa y un suspiro que Rodrigo pudo identificar como de alivio y nerviosismo──Creo que ahora si puedo hacer las cosas bien...

Rodrigo frunció el ceño, sin entender mucho y con un próximo dolor de cabeza asentándose en su frente, al menos ya estaban por cerrar y podía irse a casa a dormir por dos días ya que la situación le había agotado de sobremanera.

──¿Hacer bien qué? ──preguntó, y Ivan solo negó con la cabeza para besarle la frente con cariño y acariciar suavemente sus muñecas con las yemas de sus pulgares de forma circular.

──Nada Ro, todavía nada. ──murmuró sobre su frente, antes de separarse al sentir a Germán detrás suyo carraspear algo incómodo por interrumpir el momento.

Rodrigo se giró, lo suficiente como para mirar a Germán por sobre su hombro y levantar las cejas en su dirección. Usinger se pasó una mano por la frente, mirando la cafetería vacía y enfocándose en la pequeña camarita oculta en una de las esquinas de esta misma.

──Sabes que le voy a avisar al jefe de esto, ¿no? ──Rodrigo enseguida negó, no quería más problemas con Camila, y estaba seguro de que si esto llegaba a situaciones de su jefe la castaña se iba a ir despedida sin si quiera dar explicaciones, Germán le miró con una mueca, mientras se cruzaba de brazos──Si Ro, lo voy a hacer.

──Por favor, de verdad no quiero más problemas, no lo hagas ──rogó Rodrigo, llevándose enseguida una mala mirada de Germán, de Ivan, y hasta del chico que no recordaba el nombre.

──Nada más lo quiero hacer por tu bien, ¿si?

En ese momento Rodrigo solo pudo asentir mientras volvía a ser abrazado por Ivan, ya que sabía de sobra que cuando Germán se colocaba serio, no había forma de detenerlo.

. . .

𝗙𝗢𝗥 𝗠𝗘?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora