𝗙𝗢𝗥 𝗠𝗘?

O1O

—¿Me vas a explicar quien mierda te vino a dejar a casa? —Rodrigo grito y se dio la vuelta en la puerta de su casa, viendo a Germán -su mejor amigo y compañero de piso- parado en la puerta de la cocina con sus brazos cruzados.

—Dios mio Ger, no vuelvas a hacer eso —Rodrigo le miro mal, llevandose una mano al pecho.—No eres mi mamá, no debo explicarte nada —le dijo, sacandole la lengua al de lentes, quien arqueo una ceja antes de que Rodrigo recogiera sus cosas.

—Es el chico que está de pareja con Camila, ¿No?

—¿Y tu co...? —Rodrigo se detuvo, mordiéndose el labio y sujetándose el puente de la nariz—Fue Tomas —

—Se vendió por un disco de Drake —Germán rio, antes de darse la vuelta y comenzo a caminar hacia el sillón de dos cuerpos que había en la pequeña y acogedora salita de estar. El de lentes se tiro en el sofá a cuerpo muerto, pata luego palmear a su costado un minúsculo espacio para que Rodrigo se sentara, e invitándole indirectamente a contarle todo sobre Ivan -ahora con el avance de que se comieron la boca hace 15 minutos atrás-

Después iba a matar a Tomas, por contarle al chismoso de Germán su extraña relación con un hombre emparejado.

Dios, eso de verdad sonaba mal.

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En los siguientes tres días, Rodrigo no supo nada de Ivan, porque, aparte de tener pena para escribirle un mensaje luego de todo lo ocurrido dos noches atrás, y de que Ivan tampoco le escribía, el pelinegro no había hecho un acto de aparición en la cafetería, ni si quiera para buscar a Camila, quien seguía con esa actitud hostil que a Rodrigo le daba algo de miedo.

Pero al menos, durante estos dos días, Sebastian había ido a alegrarle las aburridas tardes contándole sobre su vida diaria y haciendole reír con cualquier insignificante coqueteo amistoso. El chico ahora mismo le contaba la vez que intento hacer uno de los tantos bubble tea que Rodrigo hacía y la tapioca había explotado de alguna forma.

A veces pasaban motocicletas fuera de la cafetería, y Rodrigo inconscientemente veía por los ventanales si en alguno de esos casos era Ivan el que estacionaba su motocicleta y se quitaba el casco, como siempre lo vino haciendo desde hace semanas atrás. Pero Rodrigo siempre formaba una mueca de decepción al darse cuenta de que nadie estaba estacionado, nadie iba a entrar por la puerta y definitivamente Ivan tampoco vendría y no le escribiría hoy.

Despidio a Sebastian y viendo su chat  con Ivan, decidió dejar su vergüenza de lado y enviarle un simple "hola:)".

Y espero, pacientemente durante toda una hora, atendiendo a la gente y mirando a su celular al lado de la caja registradora por si brillaba a causa de una nueva notificación.
Y finalmente a las 7 de la tarde, con las manos picando, abrió el chat quedando con una sensación completamente amarga al darse cuenta de que Ivan si había visto visto mensaje, pero no le había respondido.

Sintió sus ojos lagrimear un poco, con una decente tan grande que se le cerro la garganta a tal punto de no poder hablar, ¿por qué le sucedía esto?¿qué tan grande era la presencia de Ivan en su vida para querer llorar como un nene simplemente por no responderle un mensaje? Rodrigo sintió algo parecido al miedo en su pecho  claramente le quedaban 2 días aun para lo que sea que Ivan necesitara explicarle, ¿y que si Ivan le decía que el beso fue un error?¿y si Camila volvía a refregarle inconscientemente su relación en la cara con el hombre que le tenía enamorado?

¿Estaba enamorado? su labio temblo de solamente pensarlo, de solo pensar que aquello era real, y de que tenía tan pocas y casi ninguna probabilidad de que todo lo que estaba ocurriendo fuese a salir bien. ¿Que mierda estaba haciendo?

—Hey, Rodri, ¿estas bien? —Se sobresalto al sentir unas manos sujetarle los hombros, y giro su cabeza, encontrándose con el rostro preocupado de Camila a un costado suyo.—¿Que pasa? —pregunto de nuevo, y Rodrigo no fue capaz de responderle por el fuerte nudo en su garganta que no le dejaba ni respirar bien.

¿Como le explicaba a Camila que estaba enamorado de su novio, que había besado a su novio?

Rodrigo aún creía que la palabra enamorado era demasiado fuerte, pero el jamás había sentido tantas cosas por una persona, el jamás había sentido tanta euforia y emoción al recibir un beso. Porque Rodrigo conocía los sentimientos de gustarle una persona, pero estos sentimientos que tenía con Ivan no se comparan para nada con los otros, activaban todos sus sentidos, presionaban todos sus botones correctos.

—¿Por qué no vas a despejarte un poco afuera? Yo me quedó en la caja, ¿si? Ve a calmarte Rodri —le susurro Camila de nuevo, sobando sus hombros tratando de reconfortarle de alguna manera.

Rodrigo sorbió su nariz, controlando todavía sus ojos nublados con lágrimas y enderezandose en el asiento. Le dio a Camila una mirada de agradecimiento, cosa que la chica entendió y con una sonrisita le empujaba fuera del asiento. El castaño intento ocultar su rostro sonrojado y sus ojos llenos de lágrimas antes de salir lo más desapercibido posible  hacia la sala de empleados para calmarse.

Solamente le quedaban dos días  para saber lo que sea que le diría Ivan, y tenía miedo de que aquello afectara a su pobre corazón.