O14

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Rodrigo soltó una risa forzada, entrecerrando los ojos y esperando a que Ivan le dijese que aquello que había dicho era una mentira.

Pero no pasó, Ivan mantuvo ese semblante relajado, con una sonrisa floja estirada en sus labios y aquellos ojos cautivadores fijos de Rodrigo.

—Es... una broma, ¿no? —Rodrigo ladeo la cabeza, viéndose nervioso y sin saber el por qué de pronto, posó una de sus manos en su rodilla y la otra fue directo a su boca, donde comenzó a mordisquearse el pulgar como un nene. No podían culparlo, tenía una fijación oral bastante fuerte, todo aquello que tuviese en la mano y entrase en su boca, terminaba siendo mordisqueado por sus dientes.

—No Rodrigo, no es una broma —Ivan suspiro, enderezandose en la manta y guardando los recipientes y envases vacíos en el boslo donde los había traído, para luego gatear la pequeña distancia que lo separaba del castaño y acomodarse cerca suyo, sonriendo tontamente al ver a Rodrigo bajar la vista y pellizcar con sus dientes furiosamente su dedo pulgar—Camila nunca fue mi novia —Ivan se rasco la nuca, viéndose algo apenado ante lo que acabo de decir.—Tengo que explicarte todo para que lo entiendas, a si que prestame atención. —con su mano derecha, extendió el brazo y sujeto el mentón de Rodrigo para elevarlo con un pequeño empujoncito hacia arriba, y lograr que el bajito le mirase de nuevo.

—Te dije que estudiaba música, ¿cierto? —Rodrigo asintió—Bueno, mi mejor amigo que estudia en la misma universidad que yo, pero en cambio, el estudia pedagogía en biología, lo mismo que Camila. Un día me encontré con ellos dos a la salida de la universidad, ya que Ale estaba en un pequeño informe junto a Camila, y es allí donde la conocí —

Ivan no había quitado su mano del mentón de Rodrigo, dándole pequeñas caricias mientras el menor asentía, escuchando atentamente al azabache.

—Yo noté enseguida que Camila quedó enganchada conmigo, ya que al siguiente día, ella ya tenía mi número de teléfono —Ivan rio—Hablé con ella alrededor de dos semanas, más que nada, ella me preguntaba cosas y yo le respondía, no soy bueno siguiendo conversaciones y Camila en ese momento no era la persona más interesante del mundo —

Rodrigo sonrió, negando con la cabeza. Ivan era alguien de muy pocas palabras a través de mensajes. El tenía algo de suerte al ver el interes de parte de Ivan por sus temas de conversación, pero al comienzo, fue bastante incómodo al no saber que escribirle.

—Ella un día, me dijo que tenía algo que decime, y me cito en el centro comercial para almorzar, hace más o menos un mes —Ivan río, confundiendo aún más a Rodrigo.—Ella... ella me confesó sus sentimientos y parecía que sabía que yo la iba a rechazar, por lo que antes de que respondiera, ella me pidió que le diera 30 días para intentar enamorarme —

—¿Eh...? —Rodrigo soltó, frunciendo el ceño y dejando la boca abierta a pesar de no hablar.—¿Te pidió un mes completo como novio? —

Ivan nego—No no, ella me pidió un mes completo para intentar enamorarme. Y yo, que no estaba interesado en nadie, me dije '¿por qué no? Es bonita y agradable' y bueno, acepte —Ivan se encogió de hombros con una sonrisa—Pero bueno, digamos que fue un mes perdido para ella, porque ya el primer día intentado enamorarme, apareciste vos y... —Ivan apreto los labios y aparto la mirada de Rodrigo, algo avergonzado—Apareciste y no pude evitar pensar que eras el hombre más precioso que pude haber visto. —

Rodrigo pestañeo, enmudecido y cerrando la boca, comenzando a sentir sus mejillas calientes e inconscientemente apretando la tela de su remera entre sus dedos.

¿Ivan no se había enamorado de Camila, por el?

—Y si te fijaste en mi... ¿por que no se lo dijiste?¿No pensaste que la ibas a ilusionar?

Ivan volvió a mirarle.

—No soy tan malo como para que al primer día le dijese que ya no quería, al menos debía intentarlo. Y le dejé muy en claro que no se ilusionarse, que yo no la trataría como mi novia y que si no me enamoraba al final de los 30 días, no íbamos a intentar nada —aclaró Ivan—Esos 30 días terminaron hace dos, el día que te enfermaste, y le dije a Camila que no había funcionado. Ella me rogó, claro que lo hizo, pero no puedo estar con ella cuando en mi mente solo estás vos. —

Rodrigo se llevó un dedo a la boca en nerviosismo, comenzando a mordisquearlo  y con la mirada fija en el suelo.

—Y... ¿por qué me ignoraste? —Rodrigo no le iba a decir a Ivan lo mal que se sintió, no sin antes escuchar la razón del pelinegro.

Escucho un suspiro—Quería asegurarme de que no sentía nada por Camila, y que vos me gustabas, entonces ¿Qué mejor que, ver si necesitaba y extrañaba, e intentando actuar como un novio para Camila y confirmar mis sospechas? —Rodrigo ladeo la cabeza, con una mueca y dejando caer su dedo de la boca.—Perdóname si te hice sentir mal, pero necesitaba saber si de verdad estabas tan metido en la cabeza para intentarlo con vos. Porque no pienso dar menos que mi 100% si se trata de vos. Y dios.. —Ivan exclamó, sacudiendo la cabeza y blanqueado los ojos de forma graciosa—Te extrañé, muchísimo —

Ivan se atrevió a tomar la mano de Rodrigo, y el bajito se derritió porque, la mano de Ivan era tan cálida, tan perfecta. El pelinegro entrelazo sus dedos y dio un pequeño apretón a la mano de Rodrigo, logrando que soltase una risita risueña y una sonrisa, porque sus manos enredadas constrastaban tan bien, se acoplaban cómo piezas de rompecabezas y aquel apretón Rodrigo noto que estaba lleno de cariño tan diferente al cual estaba acostumbrado.

—Aparte, lo bueno de no hacer cortado esos 30 días, es que podía ir a la cafetería con la excusa de verla a ella, para verte a vos

Rodrigo lo miro incrédulo, y le dio un pequeño empujoncito con su mano libre.

—Sos re malo.

—Claro que no lo soy, a Camila se le olvido un detalle importante al pedirme 30 días para enamorarme

—¿Cuál?

—Que soy completamente gay, y no me van las mujeres —Ivan volvió a reír, y Rodrigo sintió un par de vibraciones en su estómago y espalda ante ese sonido. La risa de Ivan era tan preciosa, tierna, como su nariz se arrugada al hacerlo y sus dientes se mostraban en una sonrisa que endulzaba la vida de Rodrigo.

Rodrigo volvió a sonreír, y se acomodó al lado del alto para apoyar su cabeza en el hombro de este y acurrucarse a su costado, sin soltar su mano y sintiéndose tan bien, tan afortunado, que todo su dolor físico desapareció, todas las dudas que tuvo durante esos días se esfumaron de su cabeza al sentir el pequeño besito que Ivan dejó en sus rulitos.

—Entonces... luego de que te contará todo esto y te dijera que llevo colado por vos desde la primera vez que te vi... supongo que me queres, ¿no? —pregunto temeroso Ivan.

Rodrigo se quedo en silencio, simulando estarlo pensando y rodando los ojos hacia arriba solo para molestar y desesperar a Ivan al no decirle nada. ¿Que si lo quería? Mucho, tal vez demasiado para lo poco que se llevaban conociendo, pero a Rodrigo no le importaba en lo más mínimo, era la primera vez en sus 19 años que sentía algo así por alguien, y no iba a dejarlo pasar como cualquier otra. Vio de reojo Ivan lo quedo mirando con una cara de terror que le dio risa, descolocando al pelinegro que solo pudo atemorizarse más.

Rodrigo se separó un poco de Ivan para mirarle con una sonrisa abierta, y asintio lentamente, viendo como el rostro de Ivan pasaba de tener una mueca de terror a una de alivio en milésimas de segundos.

—Si, puede ser —susurró Rodri.

𝗙𝗢𝗥 𝗠𝗘?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora