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Me acerqué más sin que él lo supiera y encontré una basura donde podía esconderme.
"Ugh, me arrepentiré de esto toda mi vida"
Abrí la tapa y estaba llena de comida, envases y también había excrementos.
"Dios, esto no es normal."
Me metí sigilosamente y podía notar lo caliente que estaban los excrementos y cada envase que tocaba mi piel. "Perfecto día para llevar pantalones cortos." Cerré un poco la tapa para que no me viera, y por el espacio sin tapar miraba todo el espectáculo; Connor estaba vendiendo Marihuana a unos hombres. ¿Desde cuándo él vende Marihuana? ¿Sus padres lo saben? ¿Él fumará? Espero que no. Tengo que averiguar el por qué. Me levanté lentamente intentando no hacer ruido, y cuando ya tenía una pierna a fuera; aparece un perro furioso. Parecía tener la rabia, y con lo miedosa que soy, empecé a temblar y me caí junto a toda la basura haciendo el mayor ruido que pudiera escuchar. Todos se giraron a verme, y yo siendo tan astuta empecé a correr lo más rápido posible. El viento acariciaba mi rostro y mis piernas parecían agotarse cada vez más. Mi corazón iba a mil por segundo, creo que en cualquier momento me dará un ataque en el corazón y caeré rendida. Para asegurarme si estaban detrás mío giré la cabeza mientras mis pies seguían moviéndose y sí; a unos metros de mí se encontraban siguiéndome Connor y los hombres que le compraban la Marihuana.
Unos segundos más corriendo, empezaba a sudar y notaba como mi respiración no era la de antes; ahora era forzada y irregular, y según mi profesor de educación física esto no era bueno, tenía que descansar cuando pasaba esto. Me volví a girar para ver si estaban detrás y sí, aún estaban. Seguía corriendo cuando oí la voz de Connor a lo lejos:
-¡Detente! ¡No podrás huir!
"Este era mi fin"
Pero estaba equivocada, de repente me di cuenta que me faltaban unos segundos más para llegar a casa de Jennifer. Busqué su casa y la encontré, cuando ya estaba cerca me tiré como hace un portero cuando la pelota está en el otro lado. Me escondí detrás de los arbustos y observé como se alejaban cada vez más.
"Me salvé, uf."
Empecé a oler algo asqueroso, y me di cuenta que era yo. Necesitaba una ducha, así que decidí llamar a Jennifer para que me abra la puerta. A lo mejor os preguntaréis, ¿No era qué no tenías móvil? Ajá, no se equivocan, tengo uno de esos móviles de botones que solo sirven para llamar; me lo dieron por si acaso.
Agarré mi móvil y vi que estaba intacto, lo desbloqueé y marqué el número de mi amiga.
-¿Diga?- Preguntó con voz ronca, seguramente estaba durmiendo.
-Jennifer, necesito que me habrás la puerta de tu casa ya, por favor.
-Vale, voy.- Accedió de buena gana, que raro.
Me dirigí a la puerta, que ella se fue abriendo lentamente para encontrarme la cara adormilada de mi amiga. Me hizo una seña de que hiciera silencio, así que asentí y entré. Nos dirigimos a su habitación, ella cerró la puerta y notó mi peste.
-Dios Madison,¿qué narices te ha pasado?- Preguntó tapándose la nariz haciendo una mueca de asco.
- Bueno siéntate que será algo largo de explicar.- Me hizo caso y se sentó en la cama.-Estaba con Luke en un banco del parque comiendo un helado y de golpe apareció Connor de la nada, y cuando me vio se fue, así que lo seguí sin hacer ruido, hasta que vi que estaba en un callejón vendiendo...
-¿¡Vendiendo qué Madison!?- Me interrumpe Jennifer algo agitada.
-Vendiendo Marihuana a unos hombres. Intenté esconderme en una basura y funcionó, por eso huelo así; pero luego apareció un perro furioso y empecé a temblar y me caí haciendo el mayor ruido que pudieras escuchar. Entonces ellos me descubrieron y me puse a correr lo más rápido hasta que me escondí en tu jardín, detrás de los arbustos. Aún sigo sin creérmelo, y lo que me da más miedo es que Connor sepa que e sido yo, por favor, ¿Puedo quedarme hoy aquí? Ya sabes, duermo con él...- Expliqué con algunas lágrimas en mis ojos.
-Madison,tú tranquila no pasará nada, solo ten fe en que no te haya visto, pero es raro que venda marihuana, según dicen el no fuma ni es drogadicta.- Comentó mientras se dirigía al armario.- Toma, vístete con esto, ahora llamaré a tu madre para decirle que te quedarás, ve a darte un baño.
Cogí la ropa y le di las gracias. Me dirigí al baño, ya que ella no tenía baño en su habitación y antes de entrar escuché como alguien me saludaba por detrás.
-Oh, hola Eric..- Dije algo desanimada, no quería verlo la verdad.
-¿Te quedarás a dormir aquí?- Preguntó lo cual yo asentí.- A bueno, si necesitas algo ya sabes, estoy en la habitación.- Dijo guiñándome el ojo.
Cretino.
Ignoré su comentario y entré en el baño y antes de empezar con mi ducha me acordé de una cosa o mejor dicho de Luke. Mierda lo dejé plantado, y aún peor con lo de su madre, le tendré que dar una explicación. Así que decidí llamarlo cuando acabase con mi ducha. Me desnudé y empecé a sentir el agua caliente pasar por mi piel sucia, se sentía tan bien. Las gotas que caían por mi frente hacia mi nariz, luego a mi boca y así sucesivamente; eran relajantes. Mientras me relajaba me acordé de lo que me dijo Connor mientras huía; "¡Detente! ¡No podrás huir!" ¿Será verdad que no podré huir? ¿Me habrá reconocido? ¿Qué me está ocultando? ¿Su familia lo sabrá? Todas estás preguntas se acumulaban en mi mente, y a este paso me dará un colapso mental.
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La Vida De Una Nerd. ©
Teen FictionMadison Smith; la supuesta friqui del instituto. Hay muchas personas que se preguntan el por qué de ese mote, ya que ella no es fea; sino lo contrario. Se podría decir que es una de las chicas más guapas del centro y, ¿Por qué le llaman friqui? Pues...