𝑼𝒏𝒕𝒊𝒆 𝒎𝒆 (𝒍𝒐𝒂𝒌 𝒙 𝒕𝒔𝒊𝒓𝒆𝒚𝒂)

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Neitiri miraba con un rostro neutral como en las costas del río que conectaba a su gente con el inmenso mar se podían divisar tres entidades, dos nadando con destreza montados en lo que ella reconoció como skimwing, y otro volando con el Ikran de su difunto hijo, intentando seguirles el ritmo a quienes venían desplazándose por agua.

_No puedo creer que esto esté pasando_la voz de su esposo la despertó de sus pensamientos, no se movió, nisiquiera fingió escucharlo, solo miraba el agua atraer a aquellos seres más y más serca de ella_¿Estaran de malas?_.

_Tu hijo se acostó con su hija, se vínculo con ella sin estar casados y sin siquiera pedirnos nuestra aprobación, engaño y humillo a una de nuestras mejores guerreras y a su hija menor...¿sigo?_Jake solo aclaro su garganta en un intento de digerir todo lo que acababa de decir su mujer.

_¿Cuál será entonces nuestro objetivo en esta reunión?_.

_Que tanto nuestro hijo como la niña puedan tomar su propia decisión...no se tu pero yo no voy a volverme una tirana en la vida de mi hijo solo porque no haga las cosas según reglas que yo tampoco seguí_.

Al líder le parecía absurdo lo que su esposa acababa de decir, parecía otra persona, no parecía quedar nada de aquella madre estricta que quería convertir no solo a uno de sus hijos, sino a todos en líderes intachables.

Iba a responderle cuando el sonido característico de piel chocando con el agua lo alertó, ambos líderes Metkayina ya estaban a menos de dos metros de donde ellos estaban, caminando entre la pesada arena mezclada con tierra que formaba el suelo marino.

Quien había optado por ir por aire, aterrizó de una manera brusca sobre la tierra frente a ellos, el enorme animal agitó con adrenalina sus alas, el haber vuelto tan rápido a su tierra lo tenía feliz, de su lomo bajo su ginete, hijo menor de ambos líderes, desvinculandose y saludando a los líderes Omaticaya colocando sus dedos en su frente y luego desplazandolos hacia ellos con un respetuoso "te veo".

Ya en la tierra seca, los líderes del arrecife miraron fijamente a sus viejos amigos, sin saber con exactitud cómo comenzar, solo se limitaron a saludarse sin hablar, caminaron por el bosque para llegar a su aldea, todo el un total, incomodo y absoluto silencio, todos parecían incómodos y molestos de forma similar, nunca se imaginaron estar en esa situación ellos cuatro, inclusive luego de haber pasado por la problemática relación de Aonung y Neteyam hacia unos años atrás creyeron que habías solucionado sus cuestiones de forma civilizada y tranquila, esperaban llegar a ese tipo de acuerdo el día vigente también.

Caminaron en silencio hasta la tienda personal de los líderes, era complicado no sentir incomodidad en momentos así, era bastante complejo no sentirse unos padres estúpidos, no solo un par de sus hijos se habían enamorado, sino que ahora otro par había repetido la historia pasando como un tornado por encima de quien fuera.

Ya estaban todos sentados en el suelo de la enorme tienda en círculo, sin emitir un sonido, mirándose entre sí, ¿como comenzar?, era bastante complicado como para solo hablar sin establecer situaciones y puntos clave.

_Bueno...quería comenzar con.._.

La líder Omatikaya no pudo continuar, unos extraños y algo molestos ruidos comenzaron a producirse fuera de su tienda, en lo bajo del árbol, miro por unos segundos las miradas confundidas de él resto de los miembros de la reunión, se levantó caminando a la entrada del lugar, corrió la tela y asomo su cabeza, miro hacia abajo y ni en sus peores pesadillas habría imaginado ver lo que vio.

_Ey Neytiri...creo que algo de lo que van a platicar nos concierne_.

Jake que aún permanecía dentro de la tienda llevo una de sus manos a su frente cuando aquella voz retumbó en sus oídos, maldijo en voz baja todos los factores que lo llevaron a acabar en esa situación.