Habla Thiago:
Iba camino al aereopuerto y me entró una llamada del cliente, intenté contestar en el manos libres y para cuando dirigí la mirada a la carretera una luz me cegó y solo sentí el impacto contra mi. Todo me daba vueltas y yo solo podía pensar en ella, en la chica que aceptó casarse conmigo anoche, que aceptó pasar el resto de su vida a mi lado y tal vez no pueda volver a ver. Solo pensaba en ella, en Clara.
Recuerdo unas cálidas manos que me acariciaban, una dulce voz conocida que me hablaba. Solo quería abrir mis ojos y verla, pero algo me lo impedía. Hasta este día, donde por fin pude despertar de mi largo sueño, abrí los ojos y la ví, no era la misma Clara que conocía, su rostro Lucía cansado, tenía notables ojeras en sus ojos, su cabello más largo de cómo lo recordaba. Estaba más delgada, demacrada y todo eso era por mi causa.
Habla Clara:
Estaba junto a la enfermera parada frente aquella puerta de tan conocida habitación. Un año había pasado, tantas cosas habían cambiado. Temía ser olvidada y rechazada. Temía que aquello que teníamos no vuelva a ser lo mismo. Temía tantas cosas que no me atrevía a mover el picaporte de la puerta.
Tomé una breve inhalación y abrí. Adentro se encontraba un delgado y agotado Thiago con la mirada perdida en algún lugar de la habitación. Al sentir mi presencia dirigió sus ojos a los míos y me sonrió. Esa sonrisa suya que tanto extrañé en este último año era todo lo que necesitaba.
-Clara- murmuró causando que mi respiración se detenga.
-Amor...-digo entre lágrimas sin saber cuándo comencé a llorar-Ho...hola amor.-me aventé a esos brazos que tanto añoraba cuidando de no lastimarle.
-Princesa yo... perdoname mi amor, no quería hacerte pasar por todo esto, yo...-le interrumpí con un suave beso en esos labios que tanta falta me hicieron.
-No pasa nada mi amor, lo importante es que ya regresaste conmigo- le susurro mientras acaricio sus delicadas mejillas para luego besar su frente- Porfavor no me dejes de nuevo. No puedo imaginarme una vida sin tí.
-No lo hagas cariño, no pienso irme nunca de tu lado.-me sonríe de ese modo tan especial logrando que todo pensamiento negativo se esfume de mi mente.
-Nunca sueltes mi mano -hablé con cierta tristeza en mi corazón.
-Jamás lo haré -respondió -Me debes una boda sabes.
-Por mi mañana mismo nos casamos- nos reímos -Pero debes recuperarte primero.
-Ya se amor... Estás más delgada- dijo mirándome con dulzura.
-Fue muy díficil para todos estar sin tí- sollocé
-Perdoname princesa- respondió sollozando también.
-Ya no quiero llorar- dije para limpiar las lágrimas en mis mejillas y hacer lo mismo con las suyas. -te has perdido de mucho amor. -le hice un breve resumen de todo este año.
-Entonces soy tío...- asentí- y de trillizos- volví a asentir - Baya, ya quiero conocerles. Y los chicos están aquí. -los había olvidado por completo.
-Están afuera, quería hablar yo primero contigo, por eso los hice esperar.- dije mientras salía de la habitación para hacer señas a Asli y Marcos que estaban hablando con nuestros padres. Enseguida entraron al cuarto donde los esperaba un ansioso Thiago.
-Hijo mío...-dijo mamá aguantandoce las ganas de llorar al verle, acompañada de papá. Al verle los dos corrieron a envolver a Thiago en un cálido abrazo.
-Mamá, papá gracias por estar aquí conmigo.-les devolvió el abrazo tan fuerte como sus débiles brazos le permitían.
-Nosotros también estamos aquí- dijo Asli haciendoce la enojada.
-Si perdón, venid aquí- Mamá y papá se hicieron a un lado dejando que Thiago recibiera a los chicos en un abrazo. Sin duda todos lo necesitábamos.
Tiempo después:
Semanas han pasado desde el nacimiento de los bebés y desde que Thiago despertó. Thiago ya salió del hospital pero aún necesita reabilitación para recuperarse por completo. Estas semanas han sido difíciles y dolorosas para el
-Lo estás haciendo muy bien Thiago, si sigues así pronto volverás a caminar sin necesidad de muletas.- le dice el doctor mientras hacen los ejercicios que tocaban hoy.
Horas después ya estamos camino a casa, voy conduciendo despacio mientras Thiago se aferra con fuerza a mi mano, aún tiene pánico por su accidente. Llegamos a la casa donde nos esperan los chicos para cenar.
-Como les fue, que dijo el doctor- pregunta Naty cuando ya estamos sentados todos en la mesa.
-Muy bien, a dicho que dentro de poco podré caminar sin necesidad de muletas- dice Thiago con una sonrisita en los labios.
-Eso es bueno, brindemos por eso- dice Brian emocionado para Luego alzar su copa de resfresco. Casi al instante alzamos también nuestras copas.
Luego de varias películas y juegos me encargué de ayudar a Naty y Brian a dormir los bebés, para luego subir a la habitación donde ya Thiago se encontraba recostado en su lado. Me acerqué tratando de no despertarle y me recosté abrazándole por la espalda. Se removió casi al instante y se volteó frente a mi. Podía apreciar sus hermosos ojos, su nariz casi rozandoce con la mía, su suave respiración sobre mis labios. Sus brazos que me envolvían en un caluroso y acogedor abrazo. Solo nos mirábamos en silencio, como alegando todo el tiempo perdido.
-Sabes...- digo para romper el silencio que teníamos creado -en todo este tiempo no hubo un solo día donde no dejara de pensar en tí, no hubo noche donde no soñace con volverte a ver, volverte a tener entre mis brazos. La falta que me hizo tu presencia, tu apoyo incondicional. Tu eres mi razón para despertar cada mañana. Necesitaba tanto tus abrazos, tus besos, tus mimos, tus regaños, tus te amo, a tí, todo eso lo extrañé mucho Thiago. Y cuando todos se adaptaron a la idea de que tal ves tú no volvieras a abrir tus ojos. Mi amor, nunca dejé de creer en tí, en que volverías conmigo, mi corazón nunca perdió la esperanza de tenerte de regreso. Cada minuto, hora, día que no te veía extrañarte se me hacía más fácil y esperarte más desesperante. pero no me cansaré nunca de esperarte. Mi amor por tí nunca será vencido.-le sentí sollozar en silencio mientras se apretaba con fuerza a mi cuerpo, como si no quisiera perderme-Estuve cada día a tu lado, porque sin tí mi vida no sería la misma, tú eres mi vida, mis iluciones, el protagonista de todos mis sueños, mi amor...nunca te dejaré ir- Con su voz débil por las lágrimas, dijo con palabras que afirmaban una vez más sus sentimientos hacia mí, esa frase que tanto extrañé y escuchaba en mis sueños.- te amo Clara- Levanté mi mirada y besé sus labios con añoranza, ardor y pasión.
ESTÁS LEYENDO
*El destino que nos unió*
RomantikAmalia y Pedro son una pareja de casados que no ha podido tener hijos. Su sueño se rompió el día en que el doctor de Amalia le dió la peor noticia que una mujer podía recibir, no podía ser mamá. Al pasar los años decidieron que concebir un bebé no e...