Mi escritorio estaba repleto de trabajo con mi taza de té aún caliente yo estoy mirando mi laptop con los últimos detalles de mis diseños para ir a presentarlos frente al equipo de trabajo, Naty y Brian aún estaban de luna de miel en nuestra casa de playa y nosotros preparando el desfile. Me dirijo a la reunión hasta que Asli me intercepta.
Asli: Todos aquí llenos de trabajo y Naty y Brian disfrutando.- se queja como niña chiquita.
Clara: Ya llegará nuestro momento, tranquila.-Me interrumpe Marcos.
Marcos: Clara... ¿la reunión es en el salón grande?.
Clara:Tengo entendido que...
No me dejó terminar el sonido de mi teléfono, el cual tenía más de cinco llamadas perdidas de Thiago.
-Hola Thiago, que sucede- le respondí.
-Hola pérdida, al fin doy contigo.- toma una pausa para luego seguir hablando- Como va a ser la primera de muchas colecciones decidí presentarla todos juntos.
Era una gran idea, colgué el teléfono luego de quedar de vernos en el salón.
Luego de un rato con mis colegas y que la mayoría aceptara mi colección termine con la reunión, no sé cómo describirlo presentar mi primera colección fue mucho mejor de lo que imaginaba y más si estaba acompañada de mis amigos, interrumpió mis pensamientos el sonido de mi celular.
Clara: Hola pérdida.
Naty: Hola Carii...- tuve que apartar el teléfono de mi oído, su grito me dejó sin tímpanos- Te tengo que contar muchas cositas, pero eso será esta noche, nos vemos pronto chao...
Y así como llamó de repente, colgó. Algo loco, no dejó ni que hablara, pero bueno ya regresan los recién casados.
Clara, pareces en las nubes- di un respingo cuando de repente se apareció Marcos a mi lado.
Si es que ya regresan los tortolitos esta noche.- le dije al chico que casi me causa un infarto del susto.
Ya casi era mediodía cuando bajé a verificar a los chicos de marketing ya que la jefa no estaba andaba por todas las oficinas de nuestra empresa ayudando a todos o como diría Asli cargándome más de trabajo. Cuando salí de la oficina sentí que alguien me tomó de la cintura y me pegó a su espalda, ese perfume lo reconocería en cualquier lugar.
Vamos a almorzar juntos y no acepto un no como respuesta- me dijo Thiago mientras me volteaba frente a él.
Es que yo... Si haces eso no te diré que no, tramposo.
Lo regañaba porque me puso esa cara de cachorrito irresistible que me volvia loca. Y pues terminó ganando él y lo acompañe a almorzar, sacó mi silla y me acomodó como todo un caballero a la mesa que había reservado.
Thiago: Ya me encargué de pedir, será la especialidad de la casa.
A Thiago siempre le encantan los detalles y eso me encanta.
Qué este acompañado de un vino blanco- le sugerí.
Quizás, pero... Te tengo algo.- me dijo para meter la mano en su bolsillo. Era un día común de trabajo el cual Thiago convirtió en una cita, de su bolsillo sacó una pequeña cajita, los ojos me brillaron, me encantan los simples detalles y más si sé que Thiago los elije pensando en mí.
Un regalo para la mujer más hermosa- dijo mientras de la cajita sacaba una cadena sencilla para luego colocarla alrededor de mi cuello.
Es hermosa, gracias -le dije mientras le besaba, el se quedó observándome en silencio mientras yo contemplaba su nuevo regalo, es una cadenita plateada con una flor del mismo color.
Clara: ¿Qué me miras?- pregunté sonriendo.
Thiago: Eres como esa flor, llena de alegría.
Clara: y tu eres como el sol y el agua que la cuida para que no pierda su esplendor.- le respondí.
Terminamos con la cena y luego regresamos al trabajo, yo solo miraba el dije que colgaba de mi cuello. Al rato acercándose la hora de irnos levanté la mirada y vi a Thiago conversando con una de las trabajadoras Cotillas de la oficina, se cruzó con mi mirada y me hizo señas para que lo ayudará, a lo que lo llame a su móvil y vi como se excusaba para luego venir a mi oficina.
Thiago: Amor, gracias por sacarme de esta, ¿nos vamos?.
Ya casi termino- le dije.
Pero no mi novio es de idea fija, empezó a recoger mi reguero y ordenar mi oficina para irnos.
Es hora de irnos- soy alguien obsesionada con el trabajo, pero era cierto son más de las cinco de la tarde. Terminamos de recoger y subimos a su auto para luego ir al centro comercial a comprar algunas cosas para recibir a los recién casados. De venganza le hice cargar con las bolsas. Luego del fallido intento de que Thiago cantara una de las canciones de la radio llegamos a casa.
Clara: Hola familia.-grité a todo pulmón.
Asli: Que bueno que llegan trajiste lo que te pedí.
Thiago: Claro, ¿que no ves que me hizo cargar con todo?- dijo mostrando las bolsas que se encontraban aún en sus manos.
Clara: No te quejes tu eres el que andaba apurándome en el trabajo, te tocó ayudarme.
Marcos: Basta de cháchara y pongámonos manos a la obra.
Organizamos la sala con globos y mientras los chicos culminaban los detalles de la decoración, Asli y yo estábamos en la cocina preparando el banquete, era una fiesta simple, solo entre nosotros. Asli andaba con un vestido simple de color rojo con escote de corazón y yo andaba con un vestido negro que dejaba al descubierto la espalda. Marcos tenía un jeans gris y un pullover azul y Thiago un pantalón negro con un pullover blanco. Nos sentamos a esperarlos hasta que sentimos estacionar el auto afuera. A Marcos se le ocurrió esperarlos con las luces apagadas y escondernos por lo que Thiago termino tropezándoce y cayendo en el suelo justo detrás del sofá, el cual terminó siendo su escondite. Al entrar la cara de Naty y Brian fue todo un poema, digno de enmarcar al vernos salir de la nada gritando "Sorpresa". Luego del recibimiento entre risas y abrazos pusimos música y nos sentamos a comer. Naty contaba toda su estadía y nosotros reíamos de sus ocurrencias.
Naty: Lo más divertido fue cuando Brian se puso a cantar borracho dedicándome una canción en la playa, a lo que terminó bailando con una anciana pensando que era yo.
Las chicas me alagaron mi nueva cadena y de ahí lo último que recuerdo fue como cantábamos todos borrachos acostados a la orilla de la piscina mirando las estrellas y Naty desafinando, par de veces la mandamos a callar, lo bueno es que al día siguiente no teníamos trabajo...
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*El destino que nos unió*
عاطفيةAmalia y Pedro son una pareja de casados que no ha podido tener hijos. Su sueño se rompió el día en que el doctor de Amalia le dió la peor noticia que una mujer podía recibir, no podía ser mamá. Al pasar los años decidieron que concebir un bebé no e...