Una Relación Romántica Pero Odiosa

No soy igual al resto

Empezamos a tontear. Qué suerte que soy yo la que está haciendo esto con él y no cualquier otra idiota. Estoy segura de que Ryan me gusta, pero ese "algo" no se va. Quisiera saber el por que simplemente no desaparece. Hoy hace sol, así que le propuse salir.
—¿Salimos? —Le pregunto.
—Claro. ¿A dónde vamos?
—¿Vamos a pasear a Tierras de Santiago?
—Claro. —Me dice.
Saqué la ropa de la gran mochila que había preparado. Me puse vaqueros holgados negros y una camisa larga verde. El pelo simplemente me lo dejé suelto. Cogí una rebeca por si acaso y esperé a Ryan sentada en la cama. Cuando llegó, se sorprendió.
—Vaya...
—¿Algo va mal? —Pregunto confundida.
—No, no. Al contrario. Estás jodidamente guapa.
Yo me sonrojo, le devuelvo el cumplido y se lo agradezco. Me alza la mano en forma de que me levante y abracé su brazo, y salimos de camino a Tierras de Santiago. Me sorprendió el olor de su perfume. Huele tan bien... estaba muy guapo. Su pelo negro, sus ojos verdes... simplemente él es perfecto. Yo iba pensando en lo de ese "algo" que no deja de atormentarme. ¿Por qué tenía ese pensamiento? Ryan no es mala persona y confío en él. A no ser que sea yo la que hace algo mal... ¿Debería ser más abierta con él? Yo quiero ser más abierta con él, pero me da miedo que, como la otra vez, ponga toda mi confianza en esa persona y me termine fallando.
—Sé lo que piensas. —Me larga Ryan.
—Eh... ¿Qué?
—Sé que tienes miedo a ser abierta conmigo porque no quieres que te vuelvan a fallar otra vez. Pero créeme, no soy igual al resto.
—Ryan, yo... —Me quedo pensativa. Déjalo, no importa.