Una Relación Romántica Pero Odiosa

Presente

—Tengo sueño... —Protesto.
—Ven.
Ryan me acuesta encima de él, haciendo que mi cabeza toque su pecho. Yo me dejo dormir mientras Ryan se puso... no sé qué se habrá puesto a hacer, pero mucho no habrá tardado en dormirse. Noté que apagó las luces y puso sus manos en mi espalda. Por la mañana, sonó el despertador, indicando que eran las 11h.
—Mhg... —Se queja Ryan.
Yo hice un movimiento leve. Ryan besó mi cabeza y me dejó en un lado para levantarse. Yo me desperté después que él.
—Buenos días, bella durmiente —Menciona él sonriente.
—Buenos días. —Le sonrío.
Me dio los buenos días apoyado en el marco de la puerta, estaba lavándose los dientes.
—Te he hecho el desayuno. —Comenta.
—No, ¿de verdad? —Pregunto sorprendida.
—Sip.
Él me muestra una bandeja llena de comida.
—¡Me encanta! ¿Y tú? ¿Ya desayunaste? ¿Quieres algo de esto? —Ofrezco.
—Sí, sí, no te preocupes. Yo ya he desayunado.
—¿Y no quieres nada? —Pregunto.
—Ly, de veras que no. Todo tuyo.
—Es que... —No me da tiempo a terminar la frase.
—Ly, ya. Es para tí y ya está, no te preocupes por mí. —Insiste.
—Bueno. —Callo y empiezo a comer.
Él me mira con ilusión mientras como.
—Eres un cocinero muy bueno, deberías enseñarme. —Digo yo.
—Claro, cuando quieras. —Comenta él.
Él es muy comprensivo. Y aunque haya hecho todo eso, sólo quiero centrarme en el "ahora". Nunca lo vería de esa forma.
—¿Terminaste? —Pregunta él.
—Sip, pero yo lo llevo. —Insisto yo.
—Bueeeeeeeno. —Dice con tono malo.
Cuando vuelvo, veo que Ryan no está. Supuse que estaba en el baño, así que lo dejé. Regresa, y efectivamente, estaba en el baño.
—Has tardado 10 min. ¿Tanto tardas? —Me río yo.
—Mejor que no sepas. —Se ríe y se rasca la nuca.
Yo arqueo una ceja y me río.
Me acuesto en la cama y, aburrida, me pongo a jugar con su pelo.
—Te aburres, ¿verdad? —Me pregunta.
—Sí, la verdad.