Una Relación Romántica Pero Odiosa

Compañeros

Hoy salí llorando de la universidad. Mis compañeros habían hecho que mi día empeorara. Dios, ¿No podían ser más normales y respetuosos? Era como la tercera vez que lloraba en toda mi vida. Ryan me pilló con la cabeza hacia abajo y la capucha puesta.
—¡Hey, hey! Dios, ¿Qué tienes, preciosa? Cuéntame, ven.
Me jaló de mi brazo y me tiró hacia él haciendo que mi cabeza quedara en su pecho. Lo abracé con todas mis fuerzas mientras sollozaba.
—Pues... mis compañeros me hicieron el día peor. Mucho peor... —Mientras decía eso me entraban más ganas de llorar y más fuertes.
—¿Quiénes fueron?
—Lia, Sophie, Nala, Laia, Kira, Zeo y Jaz.
—Oh, esos insoportables. Te juro que voy y les parto la cara a esos imbéciles. —Dijo él enfadado.
—Gracias, Ryan, pero no hace falta. El daño ya estaba hecho.
Él me miró, agarró mi mentón con sus dedos e hizo que mirara hacia él. Tenía el rostro enrojecido y los ojos rojos y húmedos.
—Es la primera vez que te veo llorar, te ves bonita. —Eso último me hizo sonreír.
—Vaya... gracias. —Contesté con una sonrisa en mi cara.
Él era el primero que me había visto llorar. Y sinceramente me daba vergüenza.
—Ly, no te avergüences, llorar no es malo. Lo necesitas para desahogarte. —Comentó él.
Eso me hizo sentir en confianza. Con él podía ser yo misma. O al menos, sacar una parte de mí...