Amigos con derechos.

#8

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Alex abrió los ojos, sorprendido. Quería apartar la mirada, juraba que sí, pero se había quedado completamente congelado. No se movió en lo absoluto sino hasta que la mano del otro dejó de moverse, fue entonces que recuperó la compostura y levantó la mirada al rostro de Fargan, dándose cuenta de que éste ya lo miraba.

- ¡Lo... Lo siento! - se apuro a decir. Levantando las manos - N-no vi nada, lo juro - se dio media vuelta - Volveré a la fiesta. Tu termina lo que estabas haciendo y... - hizo ademán de irse, pero una ronca voz lo detuvo.

- Alex - se tensó - No te vayas - le pido con un hilo de voz.

Alex no quería voltear, pero terminó haciéndolo. Fargan se había incorporado, sentándose sobre la cama con la erección aun de fuera. Seguía borracho. Alex hizo su mayor esfuerzo por mirarle a los ojos.

- Puedo explicarlo - habló el moreno.

- N-No es necesario - pero Fargan parecía no estarlo escuchando.

- Estoy acostumbrado a llevar una vida sexual muy activa ¿sabes? - lo sabía - No he hecho nada desde que Dulce se fue y me está matando - su cabello estaba totalmente revuelto y sus ojos parecían cansados - No puedo acostarme con otra porque estamos saliendo y no quiero serle infiel - siguió hablando. Alex aun luchaba por no bajar la mirada - Me toco a mí mismo, pero no importa cuanto lo haga, no es suficiente - parecía auténticamente frustrado.

Había terminado de hablar, pero Alex no sabía como responder a eso. Era algo bastante personal que en condiciones normales probablemente no le hubiera contado. Así que un incómodo silencio se instaló.

Alex bajo la cabeza, mirando directamente al suelo y jugando con sus dedos de manera nerviosa. Odiaba los momentos incómodos, necesitaba disipar esa tensión o moriría.

- Bueno, tal vez pueda ayudarte - volvió a levantar la cabeza, topándose con un Fargan que ladeaba la cabeza, confundido - Esto, dices que tocarte tu mismo no es suficiente... Yo te puedo echar una mano - apenas lo dijo se arrepintió.

Fargan parecía horrorizado por un segundo, pero luego pareció más bien pensativo.

Alex quiso retractarse, decirle que solo jugaba, cualquier cosa que evitara que la incomodidad y el silencio se prolongarán, pero antes de decir nada escucho al otro murmurar.

- Okay - Alex lo miro de nuevo, ahora él desviaba la mirada avergonzado.

- ¿Perdona? - creyó no haber escuchado bien.

- Dije que está bien - esta vez hablo fuerte y claro - Hazlo - Alex se quedó paralizado por un momento, pero no tardó mucho en acercarse a la cama.

- ¿Estas seguro? - volvió a rectificar. Fargan asintió con la cabeza, aunque con la mirada fija en cualquier otra parte - Bien... - murmuro - Acomódate como te sientas más cómodo - le pidió mientras subía a la cama también.

Fargan respiro con pesadez, pero le hizo caso, se colocó de espalda a la cabecera de la cama, poniendo una almohada en su espalda baja y estiró las piernas. Estaba nervioso, más cuando vio a Alex hincarse frente a él.

- Puedes... Cerrar los ojos si quieres - ofreció el menor - Imagina que soy... Bueno, una chica - porque no se le olvidaba que Fargan era heterosexual y que probablemente no le agradaba tanto la idea que fuera un chico - lo que necesites para disfrutarlo, ¿Vale? -

- Vale - asintió y respiró profundo nuevamente antes de cerrar los ojos como el otro había dicho.

Alex no perdió más tiempo, se inclinó hacia Fargan y rodeó su erección con la mano. Lo vio fruncir el ceño, necesitaba relajarlo así que empezó un vaivén lento. Subía y bajaba su mano sobre su pene con lentitud hasta que la tensión cedió.