Amigos con derechos.

#17

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- ¿Enseñarme? - sonrió con arrogancia - ¿Crees que no puedo hacer algo tan simple? - Alex le devolvió el gesto.

- Oh, estoy seguro de que puedes hacerlo - tomó el botecito de lubricante - Pero te diré como hacerlo todavía mejor - Fargan rodó los ojos - Dime, ¿Cómo lo haces con una chica normalmente? - Fargan se puso pensativo.

- Bueno, normalmente solo debo meter mis dedos - subió a la cama, acomodándose de rodillas frente a Alex. Sin previo aviso sujetó las rodillas del menor y las apartó agresivamente.

- ¡Hey! ¿Qué haces? - el primer impulso de Alex fue volver a cerrar las piernas, pero las manos de Fargan no se lo permitieron. 

- Me preguntaste que haría con una chica - le recordó - Para empezar no tendría que abrir sus piernas, ella ya lo hubiera hecho por mí - alardeó. Alex levantó su pie lo justo para propiciarle una patada leve en el abdomen - Ouch - 

- Si que eres un imbécil - refunfuñó. 

- ¿Vas a seguir regañándome o me dejas continuar? - Alex rodó los ojos.

- Prosigue - respondió un tanto fastidiado. Fargan bajó la mirada y entonces entendió un poco a lo que Alex se refería. 

Lo que tenía frente a él no era, ni de cerca, parecido a una vagina. Una chica ya estaría mojada y lista para que Fargan empezara a jugar con ella, además de que sabía muy bien donde tocar para hacerlas retorcerse y mojarse aún más de placer. 

- Supongo que necesito el lubricante para prepararte - Alex levantó la ceja. 

- Esto está siendo menos sexy de lo que imaginé - le pasó el botecito.

Fargan empezaba a molestarse. Su orgullo no iba a permitir que le dijeran que lo hacía mal.

- Dijiste que ibas a enseñarme, no a criticarme - reclamó. 

- Ah, ¿Ahora sí quieres que te enseñe? - Alex se incorporó sobre sus antebrazos para mirarlo. 

- Tienes razón, esto no es nada sexy - hizo un puchero. 

- Okay - Alex suspiró - Mi trasero, no es una vagina - Fargan lo miró a los ojos.

- Me doy cuenta de eso - 

- No se moja solo, así que sí, tendrás que usar el lubricante - le confirmó - Y no tengo un clítoris, pero si hay algo ahí que me puede hacer sentir mejor - Fargan abrió los ojos con sorpresa.

- ¿De verdad? - Alex asintió.

- Está adentro, te iré guiando para que lo encuentres - el mayor asintió entusiasmado. 

- Entonces - abrió el frasco de lubricante y vació una cantidad considerable en sus dedos - Solamente tengo que... - sujetó una de las piernas del menor con su mano libre, llevando sus dedos mojados a la entrada del menor. 

Sintió a Alex estremecerse apenas lo rozó con la punta de su dedo. Le gustó esa reacción, así que en lugar de entrar comenzó acariciándolo. Repasó con el índice todo su perineo, ganándose más espasmos por parte del menor. 

Finalmente dejó de torturarlo y agregó un poco más de lubricante antes de finalmente introducir un dedo. 

El interior de Alex era estrecho y su invasión lo hizo apretarse todavía más alrededor de su falange, lo cual le sorprendió porque, si era así de estrecho ¿Cómo haría para entrar? 

- Por eso tienes que prepararme - Alex pareció leer la expresión en su rostro porque le respondió sin articular palabra alguna.

- ¿Se estirará lo suficiente? - Alex asintió - Bien - empezó a mover lentamente su dedo, sacándole un jadeo a Alex - ¿Qué tal te sientes? - por alguna razón, pensar en la incomodidad que podía ser poner un dedo en su trasero lo llevó a preocuparse por Alex.