Amigos con derechos.

#16

🔞
La lengua de Fargan se movía experta dentro de su boca y sus enormes manos lo rodeaban casi por completo. 

Para Alex era muy fácil sentirse pequeño, y la mayoría de las veces lo detestaba, pero sentirse pequeño contra el enorme cuerpo de su amigo lo hacía sentirse bastante mejor de lo que debería. 

Ahora Alex no era el único que se movía contra él, sino que Fargan había empezado a empujar su cadera hacia arriba también, buscando el roce de su mano. El día anterior lo había dejado inconcluso, por lo cual Alex dudaba que Fargan fuera a conformarse con una simple mamada. 

Se apartó de sus labios solo por un instante, los jadeos llenaron el espacio que había entre sus bocas. 

- ¿Qué quieres hacer? - le preguntó Alex con la respiración agitada. 

Fargan no le respondió al principio, lo atrajo más hacia él con sus manos y enterró la cara en el cuello de Alex, pasando su lengua de manera descarada por todo éste. Gruñía contra su piel de una manera casi animal, Alex podía incluso jurar que se estaba deteniendo de enterrarle los dientes ahí mismo. 

Un rico escalofrío le recorrió la columna cuando la lengua de Fargan se arrastró desde el principio de su hombro hasta detrás de su oído.

- Quiero follarte - le susurró y el cuerpo entero de Alex se estremeció. 

No recordaba haber deseado tanto a alguien en un tiempo. 

- Bueno - sonrió - Llevas mucha ropa para eso - le respondió llevando sus manos a los bordes de la camisa de Fargan, quien de inmediato se apartó para quitársela. A fin de cuentas, ya tenía bastante calor. 

- Podría decir lo mismo de ti - en cuanto la camisa de Fargan fue apartada él mismo se encargó de arrancarle la suya a Alex en un movimiento rápido y practicado, cosa que hizo reír al menor. 

Honestamente se había esperado que Fargan se portara un poco más tímido al estar sobrio, pero le sorprendió muy gratamente descubrir que la cosa no era así. 

Volvió a besarlo porque la distancia era casi dolorosa. Alex se concentró más en el beso que en las traviesas manos de Fargan recorriendo su, ahora desnuda, cintura y espalda. Se centró únicamente en el beso hasta que sintió el pulgar del mayor acariciar su pecho. 

Soltó un quejido en la boca de Fargan antes de apartarse repentinamente. 

- ¿Qué pasa? - Fargan repitió el movimiento - ¿No te gusta aquí? - frotó su pezón, pasando su pulgar sobre él muy lentamente antes de hacer una ligera presión. 

- Far... - gimoteó - Fargan - se retorció bajo su toque, tratando de apartarse - N-no soy una mujer - le recordó. Fargan sonrió, sacó su lengua y lamió los labios apretados de Alex sin dejar de frotar su pecho. 

- Yo se eso - dijo después - Responde mi pregunta - Alex ni siquiera se dio cuenta cuando ya estaba con la espalda pegada al colchón con Fargan encima - ¿Te gusta? - volvió a preguntar. 

El primer impulso de Alex fue decirle que no. De todas las veces que había tenido sexo nadie había prestado atención a esa parte de su cuerpo, y él mismo tampoco había explorado esa parte de sí, por lo cual se sintió raro. 

Sintió cosquillas y una sensación nueva y extraña. Pero no podía decirle que no le gustaba. 

- N-no... - tartamudeó - No lo se - terminó diciendo. 

Tenía los ojos cerrados y apretados por las sensaciones, pero volvió a escuchar una pequeña risa burlona salir desde lo más profundo del pecho del moreno.