8.

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UveDoble: ¿Aun así seguirás queriendo a Nina?


Miré una y otra vez aquella escena, sentía un malestar en el estomago que me hacía querer vomitar. Una parte de mi me decía que no confiara en ella y la otra simplemente corría a sus brazos, pero como siempre, mi interior me gritaba: ¡Te lo dije!


Nina abrazaba del cuello a Robert, mientras lo besaba sentados en el patio de la escuela, al parecer para todos era normal, menos para mi, que unos días atrás me había intentado quitar la camisa. No, no estaba celoso...O bueno si, pero también estaba muy enojado por haberme confundido con lo que sentía por ella, que ahora me daba cuenta solo quería protegerla, como mi hermana pequeña... Suspiré, no era verdad, yo la quería, mucho, me había tontamente enamorado de ella pero al parecer a ella le importaba un bledo. Sentí como las mejillas me ardían, quizá era momento de comenzar a olvidarla y contarle todo a Nash, para que el se encargara de protegerla. Por que... Agh... Yo ya no estaba dispuesto a hacerlo, admití a mi mismo con desanimo. Aunque sabía muy bien, que me estaba mintiendo a mi mismo. Me levante de la banca, Matt me miro bajo sus gafas arrugando la nariz por culpa del sol.


- ¿A donde vas?

Le eche una mirada a Nina antes.

- A caminar -Dije secamente. Matt miro a Nina, que nos miro unos segundos y se giro como si estuviera avergonzada. Resoplé molesto, me sentía... ¿usado? No lo sabía, solo sabía que me sentía mal.

- Espera, espera ¿Qué?-Abrió sus ojos sorprendido mientras se levantaba igual para encararme-. ¿Te gusta Nina Grier?

- No -Negué con la cabeza un par veces-. No me gusta, en lo absoluto.

- ¡Si lo hace! ¡Por eso han estado tan cerca! Oh Dios mío, ¿por eso estabas en su casa hace tres días? ¿Te la estabas fo...?

- ¡No! ¡Matthew por favor! ¡No le estaba haciendo nada! -Sentí un calor bochornoso recorrer desde mis orejas hasta mis mejillas. Maldita sea Nina Grier por hacerme pasar todas estas vergüenzas. Y si, la odiaba, por ser tan hermosa, hacerme creer que le gustaba y luego irse con otro. Seguramente, también lo de Alen era mentira.

- No puedo creerlo... ¿Hay algo más de lo que deba saber?


Sentí unas ganas de decirle todo sobre Alen, aunque posiblemente fuera una mentira creada por ella, a de saber porque. Aun así, sentía la necesidad de mantenerla a salvo. Pero, como siempre he dicho yo: A las mejores personas siempre le ocurren cosas malas, los remplazan o se aburren de ellos. Y yo era ese tipo de persona, a la que siempre cambian por algo mejor, algo que vale la pena, pero esta vez, no era el caso de que Robert valiera la pena... Ni ella. Negué, encogiéndome de hombros.


- Nada que ya sepas.


El baile de primavera se llego más que temprano, las chicas estaban tan emocionadas que a la mitad de la clase se ponían a hablar de colores de temporada o formas de vestidos que yo no lograba imaginármelos hasta que no los viera. Llego un rumor de que Melissa me invitaría al baile, una rubiecita simpática y muy guapa con la cual... Yo no quería ir, ni siquiera quería ir a la fiesta. Pero Cameron me había insistido tanto la última semana que termine aceptando, bueno, aunque a final yo inventaría algo para no asistir. Esa semana completa, Nina no me hablo, tampoco la veía muy seguido pero Nash me contaba que algunas veces cuando se levantaba al baño la escuchaba llorar en su habitación y yo estaba muy preocupado por eso. Vigile a Alen todo ese tiempo, pero él, incluso dejo de juntarse con Nash y Cameron. Pero aun así el, cada vez que pasaba a mi lado, me dedicaba una mirada fría como si me odiara y en verdad, era mejor ser su enemigo que su amigo.

She Bad | s. m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora