1.

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Nina sintió un vacío enorme cuando esos pares de ojos tan parecidos a los suyos captó su presencia, la única que al parecer se alegraba de que volviera era su rubia pequeña hermana, que le abrazó su pierna izquierda chillando. Había esperado que al volver todos dijeran "¡Si, si! Nina estas viva." Pero nadie lo hizo, incluso en sus rostros se notaba la decepción. Si, había un poco de decepción. Ya que ella los había engañado haciéndole creer que estaba muerta y luego volvía como si nada después de un maldito año. Hayes estaba molesto, Nash por alguna extraña razón se sentía neutral, pero sus padres, oh, sus pobres padres estaban tan dolidos.

- Eres una egoísta -Hablo Hayes después de que explicara todo y se levantó de golpe- Eres una jodida egoísta.
- Hayes, por favor sientate -Su madre habló mirando sus manos.
- ¡No! ¡Ella nos engaño a todos! ¡Nos mintió y manipuló! -Se río amargamente y se llevo las manos al cabello- ¿Y ahora vuelve como si nada después de un año y quiere que la recibamos con los brazos abiertos?
- Concuerdo con Hayes -Dijo Nash suspirando.
- ¿Entonces ya no soy una Grier? -Dijo Nina como si estuviera ofendida, sus propios hermanos ya no la querían ahí. ¿Que le estaba pasando a todo el mundo? Habían cambiado demasiado desde que se fue, Hayes parecía un poco más mayor y Skylynn había crecido un poco. En cambio, Nash, seguía siendo el mismo muchacho fresco y recomfortable. Sólo con un semblante más duró y más maduro.

- Lo eres hija, siempre lo vas a hacer -Su padre tomo su mano, sonriendo para animarle, pero ella sabía que venía un pero de por medio- Pero, lo que hiciste esta mal. Te diste por muerta y nos engañaste. Obviamente tus hermanos necesitan tiempo para entenderlo.

- Lo sé, es mejor que me vaya.

- ¿A donde irás, Nina?

Ella lo pensó un poco y dijo como si fuera muy obvio.

- Con los Jack's.
- ¿Con quienes?
- Los Jack's.

Sus padres la miraron confundidos. Ella rodó los ojos.

- Ya los conocerán -Se encaminó a la puerta para abrirla- Son buenos muchachos y son muy simpáticos.

Abrió la puerta al mismo tiempo que dos personas se disponían a tocarla, la chica la miró normal, como cualquier otra persona que mira a otra persona, le pareció muy bonita la chica e incluso parecida a su ahora nuevo amigo Nash. Pero el chico... El castaño la miró sorprendido, helado, apuntó de un ataque cardíaco seguramente, al verla a los ojos sintió como si el mundo hubiera vuelto al pasado, exactamente un año atrás, en el momento en que la chica pelinegra se metio en su vida por primera vez. Sin embargo, los ojos de Nina ya no le causaban lo mismo, quizá era que había pasado mucho tiempo y que... Para él, ella estaba muerta.

En cambio, Nina sintió de todo, sintió que las piernas le temblaban y que el corazón le latía rápidamente. Se dio cuenta de lo mucho que había extrañado a Shawn, de lo mucho que siempre lo había amado y que aun lo amaba, más que a cualquier cosa del mundo. Pero, a pesar de estar embelesada con su madura belleza no pudo ignorar su mano derecha, que sostenía a la de la pelirroja tan carismática. Su corazón se quebró en mil pedazos, no podía creerlo. No podía ser que... Shawn ya no la amara más. Y que ahora su corazón le pertenecía a la que sostenía su mano, su mundo.

- Oh... Hola Shawn -Le dijo, fríamente, dolida, camino por la acera con paso presuroso. Sabía que Shawn la miraba boquiabierto, la puso mucho más nerviosa y así, se echo a correr a la acera de enfrente, hasta la última casa donde casi se terminaba la calle. Allá donde casi nadie va. Su nueva casa, más no su hogar.

She Bad | s. m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora