5: Perfumes

487 38 227
                                    

Julia pov's:

Me desperté y tenía una chaqueta encima, lo último que recuerdo fue estar en la espalda de mi hermano medio dormida.

Cuando me desperté lo hice tumbada en unos banquillos, lo primero que vi fue a Iker.

Le miré y el se sentó al lado mia.

Me acomodé sentandome, seguidamente me rasque los ojos, procesando.

-Que, ¿abriga algo mi chaqueta?- me dijo, mirándome.

¿Utilice su chaqueta?

-¿Eh?- miré la chaqueta y luego a Iker, mantuviendo contacto visual.

Al fin procese más o menos y respondí.

-Pues... si, gracias- sonreí, con algo de vergüenza.

-Ni mes las des, tonta- sonrió.

Le dio por llamarme tonta, pero raramente, no me molesta.

-Como para no, perdona por hacer que pasarás frío- dije, mirando al suelo, jugando con mis manos con la chaqueta de él en mis piernas.

Él estaba quieto, y sin responder, mirando a la nada.

Alcé la cabeza y giré a verle, preocupada.

-¿Iker?- roce su brazo desnudo.

Él agitó la cabeza y me miró.

-Perdona, me quedé en mis pensamientos- respondió.

-No te preocupes, ¿estás bien?- le pregunté, aún preocupada.

-Si, si, tranquila- comenzó a beber agua.

-Ten, tu chaqueta- la quité de mis piernas y se la ofrecí.

-No, aún hace frió y no la necesito, quedatela.

-Te estás contra diciendo, como sea, hace frío y tú te la pondrás.

-No me la pondré, pontela tú.

-Solo porque tu lo dices.

-¿Solo por qué lo digo yo?-dijo, mirándome con botella en mano.

-Eh, si.

-¿Y quién soy yo para que hagas algo porque yo lo digo?

¿Eh?, ¿A dónde quiere llegar?

-¿A dónde quieres llegar?- le pregunté, como dijo mi conciencia.

-A esto- se puso en frente mia.

Se acercó más a mi y me miró a los ojos.

Yo reinicié mi sistema y le miré.

Él también me miró, hasta que hizo con él brazo un movimiento y me colocó el abrigo.

-Que te pongas mi chaqueta, hostias- dijo, separándose.

Me quedé patirifusa y respondí.

-Vale, vale

Les llamaron para seguir el entrenamiento.

-¿Me cuidas mis cosas?-me preguntó.

-Si.

-Gracias, ten-me dio su bolsa deportiva.

-De nada.

Él me sonrió y volvió al entrenamiento, también le sonreí.

Aproveché y comencé a cotillear su bolsa.

¿Por qué lleva el perfume?

Agarré el perfume y luego le vi a él, por suerte no me pilló, al parecer.

Todo lo contrario a mi - Iker Casillas y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora